/ sábado 23 de septiembre de 2023

El saber escuchar es saber guiar

El saber escuchar es saber guiar una reflexión desde la esencia del ser humano, ya que todos los seres humanos necesitamos que nos sepan escuchar sin juzgarnos, sin ofendernos, sin golpearnos verbalmente, ya que esto nos lastima bastante porque el escuchar nos invita a que estemos conectados en nuestros cinco sentidos con la persona que nos está platicando y que nosotros como oyentes debemos de estar pensando en lo que nos están platicando para poder ofrecer no solo un consejo, más bien una retroalimentación congruente e inteligente con palabras sabias y aliviadoras que vayan con buena vibra para que, así como yo lo escuché, él o ella me escuche y haga lo mismo que yo hice para que se sintiera bien; así se hace una cadena alimenticia del saber escuchar y a la par de saber guiar.

Dentro de nuestra gran sociedad hace falta llevar acabo esta línea porque esto nos invita a realizar una psicología sana y sanadora, por lo que nuestro alimento será más rico y nutritivo emocionalmente y esto nos lleva a la calidad del valor que tenemos como seres humanos alimentando nuestra esencia desde nuestros sentimientos, valores y emociones, nos dibuja en nuestro rostro una sonrisa, en nuestra mirada y en nuestros labios; no hagamos lo incorrecto, hagamos lo correcto para que nos llenemos de satisfacción de hacer y crear una sociedad reflexiva en este sentido y tema tan esencial para nuestras vidas, si lo hacemos así, y sobre todo alimentando nuestro valor de la paciencia al escuchar, sumemos a saber escuchar y guiar a los seres humanos con discapacidad que también forman parte de nuestra sociedad y fortalezcamos nuestra esencia y nuestro ser.


El saber escuchar es saber guiar una reflexión desde la esencia del ser humano, ya que todos los seres humanos necesitamos que nos sepan escuchar sin juzgarnos, sin ofendernos, sin golpearnos verbalmente, ya que esto nos lastima bastante porque el escuchar nos invita a que estemos conectados en nuestros cinco sentidos con la persona que nos está platicando y que nosotros como oyentes debemos de estar pensando en lo que nos están platicando para poder ofrecer no solo un consejo, más bien una retroalimentación congruente e inteligente con palabras sabias y aliviadoras que vayan con buena vibra para que, así como yo lo escuché, él o ella me escuche y haga lo mismo que yo hice para que se sintiera bien; así se hace una cadena alimenticia del saber escuchar y a la par de saber guiar.

Dentro de nuestra gran sociedad hace falta llevar acabo esta línea porque esto nos invita a realizar una psicología sana y sanadora, por lo que nuestro alimento será más rico y nutritivo emocionalmente y esto nos lleva a la calidad del valor que tenemos como seres humanos alimentando nuestra esencia desde nuestros sentimientos, valores y emociones, nos dibuja en nuestro rostro una sonrisa, en nuestra mirada y en nuestros labios; no hagamos lo incorrecto, hagamos lo correcto para que nos llenemos de satisfacción de hacer y crear una sociedad reflexiva en este sentido y tema tan esencial para nuestras vidas, si lo hacemos así, y sobre todo alimentando nuestro valor de la paciencia al escuchar, sumemos a saber escuchar y guiar a los seres humanos con discapacidad que también forman parte de nuestra sociedad y fortalezcamos nuestra esencia y nuestro ser.