En el dinámico mundo de los deportes electrónicos (esports), forjar un equipo competitivo es un reto que requiere perseverancia, visión y un enfoque sólido en la comunicación y la sinergia entre los jugadores. No todas las cosas salen a la primera. Y cuando se conforma un equipo, los resultados pueden hacerse esperar.
De acuerdo con The Competitive Intelligence Unit (The CIU), la industria de los videojuegos en México se consolidó en 2022 como uno de los 10 mercados más importantes a nivel global, con 65.9 millones de jugadores de seis años o más, lo que equivale a una proporción del 56.5 por ciento de población en ese rango de edad. En su informe publicado en agosto, en el marco del Día del Gamer, la firma de consultoría estratégica destacó el nuevo papel de los videojuegos móviles dentro de la industria, con una preferencia del 79.8 por ciento de los jugadores mexicanos, misma que se replica globalmente.
“Los teléfonos móviles se han convertido en una consola potencial, con acceso a juegos gratuitos y de alta calidad”, destacó The CIU.
La competitividad
Entre un jugador casual y uno competitivo hay mucha distancia. Para formar parte de un equipo, los jugadores tienen que estar dispuestos a dedicar una buena parte de su tiempo a mejorar en lo individual y en lo colectivo, un camino que no es nada fácil, y en el que idealmente tienen que estar acompañados por un cuerpo técnico adecuado y con el apoyo de especialistas en distintas ramas, entre ellas la psicología, el análisis y el rendimiento.
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“Para tener un buen rendimiento hay que buscar las mejores condiciones para los jugadores: la posibilidad de una gaming house, que cuenten con un dispositivo móvil adecuado. Son condiciones que tienen que ver con los recursos y donde una buena conexión a internet también es clave”, explica Edwin González, entrenador profesional de Call of Duty: Mobile (CoD:M).
Desde su lanzamiento en 2019, la versión móvil del ya clásico shooter de Activision se presentó como el nuevo rey del mundo competitivo en móviles. Cada año, en alianza con marcas como Sony o Samsung, Activision organiza un campeonato mundial cuyo objetivo es enfrentar a los mejores equipos del planeta por un premio superior a los dos millones de dólares.
El entrenamiento
Arath de la Garza tiene 18 años y vive en Tamaulipas. Cada día, Arath, cuyo nombre como jugador competitivo es Katto, se levanta a las ocho de la mañana, va a la escuela, vuelve a casa, cumple con sus deberes, toma su Redmagic y se dedica a entrenar durante dos horas antes de reunirse con sus amigos para practicar contra otros equipos.
Arath forma parte del equipo Quetzalpilli Esports, de la organización mexicana Quetzalpilli Gaming, fundada en 2021 y enfocada en apoyar jugadores que aspiran a las grandes ligas en CoD:M.
“El desafío más común que hay en los equipos competitivos normalmente es la mentalidad y lograr que todos estemos en el mismo camino. Hemos tratado siempre de mantenernos unidos, escuchándonos a todos para llegar a acuerdos mutuos”, dice Katto, líder del equipo.
Desde su integración tres meses atrás, Quetzalpilli Esports ha cosechado dos subcampeonatos regionales y, bajo la guía de Edwin González, Katto, Mao, Morir, Fuap, Wxlf, Boss y Chama se preparan para participar en el campeonato oficial, cuya fase clasificatoria inició este abril.
“Siempre trato de fluir con el equipo, adaptarme a las circunstancias y al ritmo de la partida, tratando de tomar buenas decisiones”, dice Mao, originario de Puebla.
Los retos
La consolidación de un equipo competitivo es el resultado de la superación de varias etapas, las cuales requieren no sólo del compromiso de los jugadores. El respaldo de una organización que les brinde las herramientas necesarias para hacer frente a los retos es preponderante. Para Eréndira Consant, COO de Quetzalpilli Gaming, las cosas son claras: todo parte de la seriedad y fomentar el sentido de pertenencia entre los jóvenes.
“Muchos equipos no están organizados o hay temas superfluos que van enquistándose, como envidias o resentimientos. Hay que ponerse en la posición de una organización seria para ofrecer a los chicos, entre tanto caos, un espacio donde puedan divertirse, pero al mismo tiempo ser la mejor versión de sí mismos en un ambiente que hasta hace poco se creía que era solo para jugar”.
Edson Pérez, manager de Quetzalpilli, es el enlace entre el cuerpo directivo y los jugadores, así como con otras organizaciones, un trabajo tan complejo como esencial, sin el cual nada daría resultado:
“El principal desafío es tener a todos los chicos en actividad, en constantes enfrentamientos de nivel para que ellos sigan creciendo. Es un trabajo que requiere esfuerzo y dedicación, pero que depende mucho de la confianza que haya entre nosotros”, dice Edson.
Actualmente, Quetzalpilli Gaming cuenta con cuatro equipos competitivos labrando su propio camino en el competitivo: Esports, Solaris, Secret (conformado por mujeres) e Infinity, con acceso a entrenamientos profesionales, asesoría psicológica y el apoyo del estudio de diseño GFX “OneStudio”, a cargo del diseñador mexicano Zabdi Fabián. Desde su fundación, la organización ha establecido alianzas con varios patrocinadores regionales, pero el camino para alcanzar el éxito deseado aún es largo.
Una academia de jugadores
La sensación de no estar haciendo lo suficiente para apoyar a aquellos jugadores que no pueden costear un entrenamiento profesional, o que han intentado ingresar a un equipo competitivo sin éxito, llevó a que, a fines de 2022, Quetzalpilli Gaming pusiera en marcha uno de sus proyectos más ambiciosos hasta el momento: una academia de jugadores competitivos gratuita, con convocatorias abiertas para jugadores de Latinoamérica y acceso a los recursos profesionales de los que dispone actualmente la organización.
En febrero, la primera generación de jugadores fue apadrinada por NoSoyTopher, uno de los principales creadores de contenido competitivo de CoD:M en Hispanoamérica.
Eréndira Consant, COO de Quetzalpilli Gaming
“Hay que ponerse en la posición de una organización seria para ofrecer a los chicos, entre tanto caos, un espacio donde puedan divertirse, pero al mismo tiempo ser la mejor versión de sí mismos.”
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