Tal vez Usted como muchos otros ciudadanos que viven en este país se ha preguntado por qué tenemos tan altos índices de inseguridad y violencia o por qué cada vez más jóvenes se atreven a delinquir.
Para el caso de nuestros adolescentes, las causas son multifactoriales puede ir desde la deserción escolar, las adicciones, el embarazo adolescente, la violencia escolar y familiar; pero también el trabajo infantil, el abandono de los padres, la falta incluso de educación sexual, los problemas de salud física o mental.
Otras son el desempleo, la falta de educación en valores como el respeto, la tolerancia y hasta fallas en el sistema de seguridad y justicia por violaciones a sus derechos humanos.
Adolescentes en México que cometieron un delito
Quizás podamos creer que son pocos los jóvenes que terminaron en contacto con la ley por alguna de estas circunstancias, pero el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), nos reveló que el número es bastante considerable.
Durante su Encuesta Nacional de Adolescentes en el Sistema de Justicia Penal de 2022, nos ha dado información muy reveladora del por qué la delincuencia nos está arrebatando a nuestros jóvenes.
Primero debemos saber que en ese año 3 mil 413 adolescentes estuvieron en contacto con la ley en ese año, es decir, 49.5 por ciento menos que en 2017, pero ojo, este cambio significativo tiene su origen en distintos aspectos, pero el de suma relevancia es la impunidad.
El grupo de los jóvenes de 12 a 13 años representaron el 0.2 por ciento del total; los de 14 a 15 años significaron el 7.8 por ciento.
Los de 16 a 17 años el 31 por ciento, de 18 a 22 años el 47.4 por ciento y de 23 año o más el 13.5 por ciento.
Esto nos muestra que, entre los adolescentes, los que están en mayor riesgo de cometer un delito a son aquellos que tienen 14 años de edad y precisamente es la adolescencia media, cuando comienza la construcción de su identidad, de cómo se ven, cómo quieren que los vean y comienzan a buscar la independencia de sus padres.
Condiciones de los adolescentes
La encuesta nos permitió conocer que, de los adolescentes en el Sistema de Justicia, el 41.7 por ciento estaba estudiando para obtener un grado escolar antes de su detención, en tanto que el 28.2 por ciento no lo hacía.
Los motivos de la deserción 26% tenía que trabajar, 23.9% porque no se le daba la escuela, el 10.1% porque no quería, el 9.1% no tenía dinero para seguir, el 5.6% porque lo suspendieron o expulsaron de la escuela, el 4.6% por COVID-19, el 2.6% porque prefería el ocio, el 2.3% porque se drogaba o tomaba, el 2.2% porque estaba casado(a), tiene hijos(as), se embarazó o embarazó a su novia; y el 1.6% porque lo detuvieron.
Esto nos lleva a pensar que la falta de ejercer su derecho a la educación es uno de los factores principales de que 3 mil 413 adolescentes y jóvenes (89.1% hombres, 9.2 mujeres y 0.7% transexual o transgénero) siguieran por un mal camino.
Y que además cayeran en un alto de consumo de tabaco y alcohol, así como drogas; marihuana en 24.4 por ciento, cocaína en polvo 9.6 por ciento, anfetaminas y metanfetaminas 6.5 por ciento, inhalables el 3.9 por ciento y antidepresivos el 3.7 por ciento.
Pero cuando analizamos que el 83.5 por ciento de los adolescentes manifestó que alguno de sus padres o tutores consumía frecuentemente alcohol, o que el 31.8 por ciento de los casos tenían algún pariente en reclusión.
También que el 26.3 por ciento tenía consumo frecuente de drogas, o el 19.2 por ciento se relacionaba con pandillas o delincuentes, y que el 4.8 por ciento enfrentó presiones u ofrecimiento para beber, el 4.8 por ciento invitaciones, ofrecimiento u obligación a cometer alguna conducta delictiva; y el 2.9 por ciento ofrecimiento opresión para consumir drogas, podemos saber por qué terminaron en esa condición.
Economía de los adolescentes en contacto de la ley
La misma encuesta del INEGI nos revela que el 43.2 por ciento de mujeres estuvo embarazada y el 23.2 por ciento tuvo por lo menos un aborto.
En lo relativo a los antecedentes sociodemográficos y familiares encontramos que el 26 por ciento tenía dependientes económicos antes de ser detenido, de los cuales 53.6 por ciento mantenían económicamente a su pareja, el 34.3 por ciento mantenía a su madre, el 33.5 por ciento a sus hijos(as), el 17.2 por ciento a sus hermanos, el 8.9 a su padre y el 8.4 a otros.
Un aspecto preocupante es la identificación que hace la encuesta de los adolescentes en el Sistema de Justicia, es el abandono del hogar, así el 53.1 por ciento dijo haber abandonado su hogar al menos una vez en la vida, de ese porcentaje el 64.3 por ciento lo hizo entre los 10 y los 15 años de edad, 14 años dos meses fue la edad promedio en la que dejaron por primera vez el hogar.
Las razones, aunque Usted no lo crea, fueron: falta de libertad para hacer lo que quiera, por irse a vivir con su novio(a), violencia entre los adultos con quienes vivía, problemas económicos, conflictos familiares, golpes, lo corrieron, consumo de drogas, porque un familiar falleció, abuso sexual, por estudiar o trabajar, o lo obligaban a pedir dinero en la calle.
Los adolescentes que aportaron la información son a los que se atribuye la comisión de un delito y que están por eso en el Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes.
Al conocer su historia a través de los datos, podemos entender que no hemos hecho lo suficiente para evitar la delincuencia juvenil, que es de vital importancia la participación de las familias, los centros educativos, la comunidad y el conjunto de autoridades para mejorar las condiciones socio ambientales en que se desarrollan para lograr un cambio que nos conduzca a la paz.