/ jueves 10 de marzo de 2022

Los orígenes de la barbarie de Putin contra Ucrania

Se han hecho varias comparaciones entre Hitler y Putin con el propósito de entender como pudo evitarse y como puede detenerse la invasión de Rusia a Ukrania, con el crimen de lesa humanidad cometido contra millones de personas, no solo los muertos, sino también los millones mujeres, niñas/os, viejos que dejan todo, su casa, el resto de su familia, su vida y su trabajo para huir y refugiarse de la guerra.

El concepto de la guerra de Hitler de la guerra lo manifestó en su libro “Mi Lucha” y fue su fundamento detrás de los genocidios que cometió: todas las naciones triunfan, o permanecen en un estado de mediocridad, o desaparecen debido “a la eterna lucha por su existencia”. Aquél que desea vivir debe de pelear y aquel que no entra en la batalla de este mundo de lucha eterna no merece estar vivo. (Helmbrecht, Richard Kennedy, 1964, p.7)

No conocemos la filosofía de Putin, sólo sus acciones de guerra, no le importa amenazar, aterrorizar, expulsar y masacrar a quien se interponga en la guerra contra Ucrania, que sólo bajo la filosofía de Hitler, si no aceptan ser asesinados y arrasados, simplemente merecen morir. El propósito es refundar la Unión Soviética para ser la gran potencia del pasado. Putin ha afirmado que ellos fueron, con 27 de millones de rusos muertos, quienes derrotaron a Hitler y que EU, UK y Francia no han querido reconocer. Algunos dicen que este fue el verdadero error de Hitler, invadir Rusia.

Sin embargo, se le atribuye la inspiración de sus acciones a un filósofo nacionalista Alexander Dugin quien declaró en 2014: “Deberíamos limpiar Ucrania de estos idiotas. El genocidio es inevitable y obligatorio. No puedo creer que sean ucranianos. Los ucranianos son gente eslava maravillosa. Son una raza de bastardos que sale de las alcantarillas”. Dugin ve un imperio euroasiático desde Portugal hasta Corea del Norte.

La invasión a Ukrania es como un triste colofón desde que Putin se propuso impulsar el patriotismo nacionalista desde 1999 para justificar sus intervenciones militares, restablecer la soberanía rusa en su territorio, restaurando el Estado soviético a toda costa para lograr reconstruir la humillada sociedad rusa en el escenario internacional y por considerar que la sociedad rusa estaba en peligro: en 2012 la mayoría de los rusos consideraba que la Patria está en peligro. Putin aprovechó esto desde la guerra contra Chechenia y logró capitalizarlo electoralmente como líder de una ola nacionalista anticáucaso por los actos terroristas de Moscú por lo que en 2000 se logró restaurar el himno soviético y que en otra encuesta más del 63% de los ciudadanos le expresaba su confianza. Putin trata de superar los regionalismos étnicos para impulsar la continuidad histórica del Estado ruso al que llama Estado-Civilización inspirada en el Eurasiatismo y un nacionalismo de Estado. Esta sido la respuesta las amenazas interiores y extranjeras que ponen en peligro la restauración del Estado soviético y la modernización de Rusia,” del cual el pueblo ruso ortodoxo es el depositario histórico” (J. Buffet, 2013, 138). Sin embargo, en esto se parece más a Hitler que argumentó que las traiciones internas y los extranjeros fueron los culpables de su derrota en la primera guerra mundial, pero Putin utilizando adicionalmente la amenaza de la guerra nuclear y su provisión del petróleo y gas como estrategias de coacción, además de masacrar al pueblo de Ukrania.

Se han hecho varias comparaciones entre Hitler y Putin con el propósito de entender como pudo evitarse y como puede detenerse la invasión de Rusia a Ukrania, con el crimen de lesa humanidad cometido contra millones de personas, no solo los muertos, sino también los millones mujeres, niñas/os, viejos que dejan todo, su casa, el resto de su familia, su vida y su trabajo para huir y refugiarse de la guerra.

El concepto de la guerra de Hitler de la guerra lo manifestó en su libro “Mi Lucha” y fue su fundamento detrás de los genocidios que cometió: todas las naciones triunfan, o permanecen en un estado de mediocridad, o desaparecen debido “a la eterna lucha por su existencia”. Aquél que desea vivir debe de pelear y aquel que no entra en la batalla de este mundo de lucha eterna no merece estar vivo. (Helmbrecht, Richard Kennedy, 1964, p.7)

No conocemos la filosofía de Putin, sólo sus acciones de guerra, no le importa amenazar, aterrorizar, expulsar y masacrar a quien se interponga en la guerra contra Ucrania, que sólo bajo la filosofía de Hitler, si no aceptan ser asesinados y arrasados, simplemente merecen morir. El propósito es refundar la Unión Soviética para ser la gran potencia del pasado. Putin ha afirmado que ellos fueron, con 27 de millones de rusos muertos, quienes derrotaron a Hitler y que EU, UK y Francia no han querido reconocer. Algunos dicen que este fue el verdadero error de Hitler, invadir Rusia.

Sin embargo, se le atribuye la inspiración de sus acciones a un filósofo nacionalista Alexander Dugin quien declaró en 2014: “Deberíamos limpiar Ucrania de estos idiotas. El genocidio es inevitable y obligatorio. No puedo creer que sean ucranianos. Los ucranianos son gente eslava maravillosa. Son una raza de bastardos que sale de las alcantarillas”. Dugin ve un imperio euroasiático desde Portugal hasta Corea del Norte.

La invasión a Ukrania es como un triste colofón desde que Putin se propuso impulsar el patriotismo nacionalista desde 1999 para justificar sus intervenciones militares, restablecer la soberanía rusa en su territorio, restaurando el Estado soviético a toda costa para lograr reconstruir la humillada sociedad rusa en el escenario internacional y por considerar que la sociedad rusa estaba en peligro: en 2012 la mayoría de los rusos consideraba que la Patria está en peligro. Putin aprovechó esto desde la guerra contra Chechenia y logró capitalizarlo electoralmente como líder de una ola nacionalista anticáucaso por los actos terroristas de Moscú por lo que en 2000 se logró restaurar el himno soviético y que en otra encuesta más del 63% de los ciudadanos le expresaba su confianza. Putin trata de superar los regionalismos étnicos para impulsar la continuidad histórica del Estado ruso al que llama Estado-Civilización inspirada en el Eurasiatismo y un nacionalismo de Estado. Esta sido la respuesta las amenazas interiores y extranjeras que ponen en peligro la restauración del Estado soviético y la modernización de Rusia,” del cual el pueblo ruso ortodoxo es el depositario histórico” (J. Buffet, 2013, 138). Sin embargo, en esto se parece más a Hitler que argumentó que las traiciones internas y los extranjeros fueron los culpables de su derrota en la primera guerra mundial, pero Putin utilizando adicionalmente la amenaza de la guerra nuclear y su provisión del petróleo y gas como estrategias de coacción, además de masacrar al pueblo de Ukrania.