Por Belén Elizabeth Licona Romero
La inteligencia artificial (IA) no solo ha permeado una amplia gama de sectores industriales y profesionales, sino que también se ha integrado en las actividades diarias de las personas. Desde asistentes personales virtuales hasta sistemas de recomendación en plataformas de streaming, la IA está remodelando la manera en que interactuamos con la tecnología y entre nosotros. Esto invita a una reflexión sobre el papel de las mujeres en este sector en rápida evolución. Es esencial reconocer y abordar la brecha de género existente, promoviendo una mayor participación femenina en la creación y dirección de tecnologías de IA.
A lo largo de la historia, las contribuciones de las mujeres en la ciencia y la tecnología han sido fundamentales, aunque a menudo subrepresentadas. En el ámbito de la IA, las mujeres están posicionándose como líderes influyentes, impulsando avances significativos y haciendo de este sector uno más equitativo.
La participación de las mujeres en la IA no solo es una cuestión de igualdad de género, sino también una necesidad para el desarrollo de tecnologías más inclusivas y representativas de la sociedad. La diversidad en los equipos de IA conduce a una mayor creatividad y a sistemas con menor sesgo.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), las mujeres ocupan el 20% de los empleos en puestos técnicos de las principales empresas de Machine Learning, el 12% de los investigadores en inteligencia artificial a nivel mundial y solamente el 6% de los desarrolladores profesionales de software.
Esta disparidad no solo limita la perspectiva de género en la creación de soluciones de IA, sino que también restringe las oportunidades para las mujeres en una de las áreas de más rápido crecimiento y potencial económico. La brecha se extiende a la representación en puestos de liderazgo y en la participación en investigaciones, donde las mujeres aún ocupan bajos porcentajes.
Por ello, es importante promover y fortalecer la participación de las mujeres desde la educación en áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), incluso desde etapas tempranas como la niñez. Esto al proporcionar acceso equitativo a oportunidades de aprendizaje y programas educativos. Además, implementar iniciativas que promuevan la igualdad de género en este sector. Algunas de ellas pueden ser programas de mentoría, becas específicas para mujeres en STEM, capacitaciones que sean accesibles para mujeres en diferentes contextos, y promover la integración de mujeres en el campo laboral.
Estas acciones no solo servirán para eliminar la brecha de género en la IA, sino que también crearán un entorno más inclusivo que fomente el talento y la creatividad en la industria tecnológica. La participación equitativa de las mujeres en el campo de la inteligencia artificial es esencial para garantizar que las nuevas tecnologías representen y sean de utilidad para todas las personas.
Una de las estrategias que se pueden utilizar para aumentar la participación de las mujeres en la inteligencia artificial son las mentorías, las cuales proporcionan orientación, identifican oportunidades y ayudan a superar obstáculos profesionales. En este sentido, las mujeres que ya se encuentran trabajando en esta área pueden ser motivación y guía para quienes tengan interés en desarrollar habilidades o una carrera profesional en este sector.
Por otro lado, es importante destacar que diversas trayectorias son apropiadas para el trabajo en la inteligencia artificial. Si bien tradicionalmente se ha asociado este campo con la ingeniería o las ciencias de la computación, se reconoce que hay múltiples caminos para ingresar a él. Mujeres exitosas en la inteligencia artificial provienen de diversos antecedentes académicos, como las humanidades o las ciencias sociales.
El desarrollo efectivo de la inteligencia artificial requiere no solo habilidades técnicas, sino también un profundo entendimiento del problema que se está abordando. Por lo tanto, es importante la diversidad de experiencia laboral, ya que personas con conocimientos especializados en diferentes áreas pueden contribuir de manera significativa en la formulación e implementación de sistemas de inteligencia artificial. Este enfoque inclusivo no solo amplía el acceso de las mujeres al campo de la inteligencia artificial, sino que también enriquece la perspectiva y la capacidad de innovación en este ámbito.
La historia nos ha mostrado que cuando las mujeres avanzan, la sociedad en su conjunto avanza también. Por lo tanto, es importante asegurar que las mujeres no solamente sean participantes, sino líderes y creadoras de las próximas transformaciones tecnológicas.
BELÉN ELIZABETH LICONA ROMERO es Doctorante en Seguridad Internacional por la Universidad Anáhuac y Maestra en Relaciones Internacionales y Derecho Internacional por University of Aberdeen en Reino Unido. Es académica en las universidades Anáhuac e Iberoamericana. Sígala en @BelenLicona
