Roberto Rubio presenta la muestra La Otra Mirada

El artista plástico Roberto Rubio inauguró su exposición de pop-up escultórico “La Otra Mirada”, en la galería de la Hacienda de Cortés, muestra que nace justamente en estos tiempos de pandemia, a partir de la reflexión del arte y su poder de abstracción para absorber y apreciar la esencia del mundo que nos rodea. Además es la primera vez que presenta una exposición enteramente compuesta por piezas escultóricas, actividad en la que se sumergió apenas en la última década. La exposición podrá visitarse durante esta semana, hasta el 5 de marzo.

“En esta pandemia y comúnmente en tiempos difíciles o de crisis, el arte ha sido un auténtico lente que nos permite comprender y reimaginar nuestra realidad. Por tal motivo, como artistas, pero también como público debemos aprender a desarrollar esta mirada más interior, más profunda y espiritual de la que Kandinsky nos hablaba”, expresó el artista Roberto Rubio.

Cabe destacar que Roberto Rubio Culebro es arquitecto de profesión, pero también un gran artista por vocación, pues a lo largo de su vida ha mostrado un alto interés por plasmar lo más sentido de él en su obra plástica.

Respecto a las obras que presenta en esta exposición, el artista comentó que ,“las esculturas pueden ser un umbral que nos permita penetrar en diferentes espacios de nuestro inconsciente personal y colectivo”.

Cada una de estas maravillosas esculturas, fueron realizadas en diferentes materiales y dimensiones, y son obras que remiten al espectador a la esencia misma de cada uno de los temas que se abordan, como lo es la conciencia colectiva y su estrecha relación con los arquetipos y mitos que han influido nuestro pensamiento aún en la actualidad.

Entre algunas de las piezas más destacadas, están “Hombre pájaro”, que nos permite recordar los mitos y relatos más profundos de múltiples civilizaciones arraigados en el alma colectiva del hombre; desde el arcaico Egipto la figura de Horus el halcón hijo de Isis y Osiris, y que forman parte de nuestro imaginario. Otra de las obras es “Equus”, que posa detenidamente nuestra mirada en estos portentosos ejemplares que nos impactan con su inigualable belleza y que han representado desde tiempos ancestrales, a compañeros vitales para el hombre. Su relación mítica en seres como los centauros griegos, mitad hombre mitad caballo que nos habla de su trascendencia y profunda cercanía.

Otra de las piezas que también llama la atención en la curaduría realizada para esta colección es “Alquimia”, que nos remite al proceso de transformación de los metales comunes en oro y en otro sentido se refiere al proceso de evolución del hombre para alcanzar un estado de conciencia superior.

El artista está muy contento de presentar esta exposición en la Hacienda de Cortés, un importante espacio en Cuernavaca, cuya belleza e historia se remonta al siglo XVI, ofreciendo un escenario espectacular para viajar en el tiempo y sumergirse en este recorrido plástico propuesto por el artista.

“Me encanta tener la oportunidad de traer esta otra mirada a un espacio tan emblemático como lo es la Hacienda de Cortés con una herencia histórica y cultural tan importante, pero que también posee ese componente social y dinámico. Es la segunda vez que montamos un pop-up en la Hacienda y ahora con una exposición enteramente escultórica, lo que nos da la oportunidad de jugar con su bella arquitectura tradicional, sus espacios y con la propia naturaleza”.

Entre los próximos planes de Roberto Rubio se encuentra la posibilidad de llevar este pop-up a algunas otras sedes de la República Mexicana. Asimismo, ya trabaja en una colección de historias titulada "El Vagabundear de la Conciencia", que reúne poemas y relatos de sus vivencias en la selva chiapaneca, y que buscará vincular también con la pintura y escultura de su propia creación.

Paralelamente a su quehacer como arquitecto, incursiona en la pintura con la técnica de la acuarela en el estudio del maestro Guati Rojo y actualmente hace pintura con acrílico y óleo principalmente, aunque desde hace unos años se ha internado también en la plástica, principalmente a través de su obra escultórica en acero. Ha participado en varias exposiciones colectivas e individuales, en México y en el extranjero. En su quehacer literario publica una serie de cuentos como “Campumá, los siete colores”.

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