En tiempos de pandemia, una de las actividades más castigadas fue la turística, y no sólo a nivel local o nacional sino internacional. Pero hoy por hoy, al ir superando dicha pandemia es momento de reactivar el sector turístico, elemento esencial en la economía contemporánea.
Morelos por su ubicación geográfica, su variedad de climas, así como por sus riquezas naturales y culturales, cuenta con un potencial turístico; sin embargo, se necesitan de acciones colaborativas entre gobierno, iniciativa privada y sociedad, para impulsar el turismo, generador de empleos y derrama económica. No se pueden lograr metas si no se trabaja conjuntamente.
Ahora bien, hay que mencionar que una de las características del sistema jurídico mexicano es tener un exceso de legislación pero sin ser efectiva, es decir, contar con figuras legales y no aplicarse, a lo que se le conoce como letra muerta. De tal forma que lo que se requiere en muchos casos es no crear y crear más leyes sino aplicar las que hay, y adecuarlas al contexto social.
Y en esta tesitura, en la legislación turística morelense se señala un Registro Estatal de Turismo (RET), que se define como un catálogo público de prestadores de servicios turísticos, el cual funcionará con el exclusivo propósito de captar información y concentrar datos estadísticos, que sirvan de apoyo para el control de los servicios turísticos, y así conocer mejor el mercado turístico y establecer comunicación con las empresas. Esta última parte es importante, porque se necesita conocer objeto de estudio que en este caso es el mercado turístico para tomar decisiones adecuadas y sustentadas en datos duros, pero también es importante que haya una comunicación entre la parte gubernamental y la empresarial.
Sin embargo, dicho RET no había sido implementado por las administraciones panistas ni perredistas, tuvo que llegar un gobierno que busca impulsar el turismo morelense en un escenario adverso derivado de la pandemia por Covid-19, para poder aplicar lo ya establecido en la ley de turismo estatal.
Cabe mencionar que los tiempos de globalización en los que estamos inmersos, registrar y cuantificar es inminente, por lo que el RET constituye una herramienta para ello en aras de un turismo de calidad donde no solamente se vea la parte mercantil de dicha actividad sino darle una configuración más social. Hay que mencionar que el turismo es una actividad humana, y que en el caso mexicano y por supuesto el morelense, se tiene que impulsar el turismo con un sello propio que resalte nuestra identidad a través del patrimonio histórico y cultural.
Es importante comentar que Morelos tiene que seguir posicionándose en la oferta turística no solo en el interior del país, sino ante los ojos de la comunidad internacional, y eso implica un gran reto y un compromiso mayúsculo por parte del sector empresarial, del gobierno, así como del sector social. Se trata de una labor colaborativa que busque no solo crecer económicamente sino que se consiga un desarrollo social que es mucho más importante que el crecimiento económico, para así generar bienestar en las familias morelenses.
El RET ya está operando, pero es medular que siga habiendo una comunicación constante entre las autoridades y los empresarios turísticos para robustecer el catálogo de los prestadores de servicios turísticos, y contar con información precisa para generar políticas públicas oportunas, y así posicionar los destinos morelenses, que en muchos casos son referentes turísticos nacionales e internacionales, pero también de aquellos municipios y pueblos que tienen un potencial pero que aún falta por impulsarlos más. El RET constituye un paso más para el turismo morelense, y ojalá se siga avanzando más.
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