/ lunes 19 de diciembre de 2022

Su propia cultura y esfuerzo personal los llevó a ser Tesoros Vivos Humanos; van dos más

Queridos lectores, las fiestas populares tradicionales, como la de Los Doce Pares de Francia en Totolapan y la transmisión de saberes identitarios de doña Teódula Alemán Cleto, conocida como “Mama Teo”, actualmente de casi 95 años, son tan solo una muestra característica de la identidad cultural, en el primer caso en Totolapan, y en el segundo, en Coatetelco, poblado nahuahablante cuyo nombre significa “Lugar de Montículos de Serpientes”.

Si en Toptolapan no se podría entender ese principalísimo festejo religioso ni esa obra sin la participación y dirección de don Lauro Vivanco Vázquez, en Coatetelco, sin “Mama Teo” tampoco. Los dos viviendo circunstancias diferentes, han sido ejemplo en sus comunidades. Don Lauro, desde muy joven, se destacó por participar activamente con la comunidad, siendo ayudante municipal, presidente de la junta de mejoras, montando altares en la iglesia, presidente municipal y mayordomo, principalmente, de la imagen del Santo Cristo Aparecido.

Cuando fallece su padre comienza a dirigir la danza Los Doce Pares de Francia, con el manuscrito que su papá custodiaba y que aún conserva y lo mejor es que la ha transmitido en su pueblo, de padres a hijos y de hijos a nietos, de esta manera Vivanco Vázquez se ha convertido en líder de su barrio y por su edad, aunque ya contempla retirarse, aún no existe candidato que lo supla con el compromiso y dedicación con la que él ha trabajado a lo largo de su vida.

En el caso de “Mama Teo”, quien nació en 1928 en Coatetelco, único poblado indígena de pescadores en Morelos, ganó el reconocimiento como Tesoro Humano Vivo 2022, por la vida de esfuerzo y superación que ha vivido siempre. Asegura que de niña, “me iba a escondidas a la escuela porque mi papá no me dejaba estudiar y al regresar a casa tenía que subirme a un árbol a hacer mi tarea para que no me regañara si me veía o alumbrada por velas en mi cuarto”.

Desde ahí sintió la necesidad de compartir lo que ella aprendía en la escuela primaria así como los saberes tradicionales de su pueblo que iba escuchando y aprendiendo de los mayores. Al crecer, estudió en la Normal del Instituto de Capacitación para el Magisterio, siendo a los 17 años, la primera mujer profesora de su comunidad, labor en la que permaneció 38 años como docente. Cursó también la Normal Superior con especialidad en Antropología, Historia y Literatura Española en el estado de Puebla y cuenta con un Diplomado en Derechos Indígenas en idioma Náhuatl por parte de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos.

Su paso por la cultura heredada y aprendida, llevó a “Mama Teo”, a desempeñarse como cronista de Coatetelco”. A la par, desde joven fue sintiendo la necesidad de ser gestora y difusora de la cultura mexicana lo que la llevó a recibir varias distinciones como la Venera José María Morelos y Pavón; la de “Morelense de Excelencia” y en 2007 el Congreso del Estado de Morelos le otorgó la Presea Xochiquetzalli (que significa Flor preciosa), por su trabajo a favor de la mujer y la equidad de género. Ha fundado un sín número de instituciones, entre otras, la secundaria del Barrio de Acapatzingo en Cuernavaca y la Escuela Primaria turno Vespertino “Guillermo Prieto” e instituyó en su pueblo, el evento “Atlacuala”, rito ceremonial anual que se realiza en las pirámides de Coatetelco.

La vida de “Mama Teo” es tan increíble que todos sus saberes no los ha guardado para sí, sino que a través de varias publicaciones en periódicos, revistas y folletos, los ha compartido y no solo eso, sino que durante siete décadas de su vida se dedicó a ayudar a los habitantes de Coatetelco, pueblo conformado por una etnia que aún resguarda sus tradiciones ancestrales.

Por todo ello, la profesora doña Teódula Alemán Cleto, es en sí misma, el testimonio vivo de una mujer que desde su pueblo, se convirtió en una servidora incansable de la cultura, la memoria y en resguardante de grandes saberes de tiempos pasados.

Y hasta el próximo lunes.


Queridos lectores, las fiestas populares tradicionales, como la de Los Doce Pares de Francia en Totolapan y la transmisión de saberes identitarios de doña Teódula Alemán Cleto, conocida como “Mama Teo”, actualmente de casi 95 años, son tan solo una muestra característica de la identidad cultural, en el primer caso en Totolapan, y en el segundo, en Coatetelco, poblado nahuahablante cuyo nombre significa “Lugar de Montículos de Serpientes”.

Si en Toptolapan no se podría entender ese principalísimo festejo religioso ni esa obra sin la participación y dirección de don Lauro Vivanco Vázquez, en Coatetelco, sin “Mama Teo” tampoco. Los dos viviendo circunstancias diferentes, han sido ejemplo en sus comunidades. Don Lauro, desde muy joven, se destacó por participar activamente con la comunidad, siendo ayudante municipal, presidente de la junta de mejoras, montando altares en la iglesia, presidente municipal y mayordomo, principalmente, de la imagen del Santo Cristo Aparecido.

Cuando fallece su padre comienza a dirigir la danza Los Doce Pares de Francia, con el manuscrito que su papá custodiaba y que aún conserva y lo mejor es que la ha transmitido en su pueblo, de padres a hijos y de hijos a nietos, de esta manera Vivanco Vázquez se ha convertido en líder de su barrio y por su edad, aunque ya contempla retirarse, aún no existe candidato que lo supla con el compromiso y dedicación con la que él ha trabajado a lo largo de su vida.

En el caso de “Mama Teo”, quien nació en 1928 en Coatetelco, único poblado indígena de pescadores en Morelos, ganó el reconocimiento como Tesoro Humano Vivo 2022, por la vida de esfuerzo y superación que ha vivido siempre. Asegura que de niña, “me iba a escondidas a la escuela porque mi papá no me dejaba estudiar y al regresar a casa tenía que subirme a un árbol a hacer mi tarea para que no me regañara si me veía o alumbrada por velas en mi cuarto”.

Desde ahí sintió la necesidad de compartir lo que ella aprendía en la escuela primaria así como los saberes tradicionales de su pueblo que iba escuchando y aprendiendo de los mayores. Al crecer, estudió en la Normal del Instituto de Capacitación para el Magisterio, siendo a los 17 años, la primera mujer profesora de su comunidad, labor en la que permaneció 38 años como docente. Cursó también la Normal Superior con especialidad en Antropología, Historia y Literatura Española en el estado de Puebla y cuenta con un Diplomado en Derechos Indígenas en idioma Náhuatl por parte de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos.

Su paso por la cultura heredada y aprendida, llevó a “Mama Teo”, a desempeñarse como cronista de Coatetelco”. A la par, desde joven fue sintiendo la necesidad de ser gestora y difusora de la cultura mexicana lo que la llevó a recibir varias distinciones como la Venera José María Morelos y Pavón; la de “Morelense de Excelencia” y en 2007 el Congreso del Estado de Morelos le otorgó la Presea Xochiquetzalli (que significa Flor preciosa), por su trabajo a favor de la mujer y la equidad de género. Ha fundado un sín número de instituciones, entre otras, la secundaria del Barrio de Acapatzingo en Cuernavaca y la Escuela Primaria turno Vespertino “Guillermo Prieto” e instituyó en su pueblo, el evento “Atlacuala”, rito ceremonial anual que se realiza en las pirámides de Coatetelco.

La vida de “Mama Teo” es tan increíble que todos sus saberes no los ha guardado para sí, sino que a través de varias publicaciones en periódicos, revistas y folletos, los ha compartido y no solo eso, sino que durante siete décadas de su vida se dedicó a ayudar a los habitantes de Coatetelco, pueblo conformado por una etnia que aún resguarda sus tradiciones ancestrales.

Por todo ello, la profesora doña Teódula Alemán Cleto, es en sí misma, el testimonio vivo de una mujer que desde su pueblo, se convirtió en una servidora incansable de la cultura, la memoria y en resguardante de grandes saberes de tiempos pasados.

Y hasta el próximo lunes.