/ lunes 11 de julio de 2022

De Illinois a Nexpa

Desde Illinois, Chicago, llegó la tragedia para una familia morelense, y la indispensable reflexión sobre el uso y la limitación de las armas de fuego.

Mario Nicolás Toledo fue una de las víctimas mortales del tiroteo del 4 de julio en Highland Park. El hombre era originario de la comunidad de Nexpa, a unos 15 kilómetros de Tlaquiltenango. Sus hijos ya esperan la repatriación del cuerpo para sepultarlo en la tierra donde nació y construyó su casa.

En una entrevista con El Sol de Cuernavaca, uno de los hijos comentó que si tuviera la oportunidad de hablar con el joven acusado del tiroteo le pediría "que se arrepienta". Una acción que no remedia la tragedia, pero alivia en algo a la familia.

Erradicar la violencia letal generada con las armas de fuego es una necesidad que recorre los más de 3 mil 300 kilómetros de distancia entre Morelos y Chicago. Una parte de esa responsabilidad reside en la voluntad personal de enfrentarla y frenarla, otra en el compromiso institucional para diseñar estrategias de prevención y de seguridad pública que contengan y erradiquen los crímenes.

México no enfrenta situaciones de violencia armada como las registradas en Estados Unidos; los casos han sido aislados. Sin embargo, la violencia homicida aún está presente en el país y, en algunos estados —principalmente aquellos donde hay operación de grupos delictivos organizados— ha aumentado.

En Morelos, las estadísticas analizadas por el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México revelan que el 67 por ciento de los mil 195 homicidios dolosos cometidos entre de 2020 y mayo de este año han sido con armas de fuego, es decir, 802.

Además, han venido en aumento. En 2020 fueron 265, para el siguiente año 305 y este 2022 suman 332.

Desarrollar esquemas de prevención que limiten la posesión ilegal de armas es central en el proceso de pacificación de las comunidades y ciudades. Un ejemplo es el programa Sí al Desarme Sí a la Paz.

Su aplicación en la Ciudad de México, una de las seis entidades más pobladas del país, ha permitido recolectar más de 7 mil armas desde el 2020, lo que ha tenido una repercusión positiva en los delitos cometidos con estos artefactos.

El homicidio doloso cayó 60 por ciento en el periodo enero-mayo de este año, comparado con el mismo del 2019, y se ha logrado reducir hasta en un 50 por ciento los crímenes de este tipo en el interior de los hogares.

No se puede ignorar la necesidad de reducir y erradicar los delitos perpetrados con armas de fuego. Desde la sociedad podemos colaborar.

Salvador Guerrero Chiprés

@guerrerochipres

Desde Illinois, Chicago, llegó la tragedia para una familia morelense, y la indispensable reflexión sobre el uso y la limitación de las armas de fuego.

Mario Nicolás Toledo fue una de las víctimas mortales del tiroteo del 4 de julio en Highland Park. El hombre era originario de la comunidad de Nexpa, a unos 15 kilómetros de Tlaquiltenango. Sus hijos ya esperan la repatriación del cuerpo para sepultarlo en la tierra donde nació y construyó su casa.

En una entrevista con El Sol de Cuernavaca, uno de los hijos comentó que si tuviera la oportunidad de hablar con el joven acusado del tiroteo le pediría "que se arrepienta". Una acción que no remedia la tragedia, pero alivia en algo a la familia.

Erradicar la violencia letal generada con las armas de fuego es una necesidad que recorre los más de 3 mil 300 kilómetros de distancia entre Morelos y Chicago. Una parte de esa responsabilidad reside en la voluntad personal de enfrentarla y frenarla, otra en el compromiso institucional para diseñar estrategias de prevención y de seguridad pública que contengan y erradiquen los crímenes.

México no enfrenta situaciones de violencia armada como las registradas en Estados Unidos; los casos han sido aislados. Sin embargo, la violencia homicida aún está presente en el país y, en algunos estados —principalmente aquellos donde hay operación de grupos delictivos organizados— ha aumentado.

En Morelos, las estadísticas analizadas por el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México revelan que el 67 por ciento de los mil 195 homicidios dolosos cometidos entre de 2020 y mayo de este año han sido con armas de fuego, es decir, 802.

Además, han venido en aumento. En 2020 fueron 265, para el siguiente año 305 y este 2022 suman 332.

Desarrollar esquemas de prevención que limiten la posesión ilegal de armas es central en el proceso de pacificación de las comunidades y ciudades. Un ejemplo es el programa Sí al Desarme Sí a la Paz.

Su aplicación en la Ciudad de México, una de las seis entidades más pobladas del país, ha permitido recolectar más de 7 mil armas desde el 2020, lo que ha tenido una repercusión positiva en los delitos cometidos con estos artefactos.

El homicidio doloso cayó 60 por ciento en el periodo enero-mayo de este año, comparado con el mismo del 2019, y se ha logrado reducir hasta en un 50 por ciento los crímenes de este tipo en el interior de los hogares.

No se puede ignorar la necesidad de reducir y erradicar los delitos perpetrados con armas de fuego. Desde la sociedad podemos colaborar.

Salvador Guerrero Chiprés

@guerrerochipres