/ miércoles 13 de marzo de 2024

Robo de identidad, la pesadilla

La historia de Samantha puede parecer increíble: fue acusada de robar un auto eléctrico, compró un nuevo celular, abrió cuentas bancarias, solicitó tarjetas de crédito, con las cuales hizo pagos en diferentes tiendas. Todo en menos de un año.

Y todo comenzó cuando en un bar hurtaron su cartera, donde llevaba documentos de identificación. Aunque canceló las tarjetas bancarias, los delincuentes robaron su identidad para cometer otros ilícitos desde el espacio virtual.

El robo de identidad se ha convertido en una de las principales preocupaciones en tiempos digitales y de Inteligencia Artificial. Los datos personales son la aspiración de la delincuencia cibernética.

Robots para recabar información en redes sociales, web scraping, venta de bases, su tráfico y alteración, son parte de una realidad a visibilizar y denunciar. Nombres, direcciones, números telefónicos, fotos, videos, antecedentes fiscales, CURP, placas de vehículos, gustos y actividades personales son entregados voluntariamente, recopilados sin permiso o robados.

Según The Global Risk Report 2024, del World Economic Forum (WEF), la inseguridad cibernética es uno de los mayores peligros para los próximos dos años, ante la frecuencia y sofisticación de los ataques a personas y empresas.

Hay atención al respecto. Hace unos días, en Cuernavaca, la Asociación de Industriales y Empresarios de Morelos y el Consejo Coordinador Empresarial comenzaron con talleres de ciberseguridad para prevenir el robo de información.

Desde el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México, a través de la Línea de Seguridad o Chat de Confianza, 55 5533 5533, ofrecemos a cualquier parte del país asesoría preventiva, jurídica y emocional ante ciberdelitos.

A nivel personal las recomendaciones fundamentales son fortalecer contraseñas, emplear factores de doble autenticación, no abrir links enviados en correos de procedencia desconocida o de supuestas instituciones bancarias ni escanear códigos QR de los cuales no hay certeza sobre el destino al que conducen.

El robo de identidad puede ser una pesadilla, aunque prevenible.


Salvador Guerrero Chiprés

@guerrerochipres

La historia de Samantha puede parecer increíble: fue acusada de robar un auto eléctrico, compró un nuevo celular, abrió cuentas bancarias, solicitó tarjetas de crédito, con las cuales hizo pagos en diferentes tiendas. Todo en menos de un año.

Y todo comenzó cuando en un bar hurtaron su cartera, donde llevaba documentos de identificación. Aunque canceló las tarjetas bancarias, los delincuentes robaron su identidad para cometer otros ilícitos desde el espacio virtual.

El robo de identidad se ha convertido en una de las principales preocupaciones en tiempos digitales y de Inteligencia Artificial. Los datos personales son la aspiración de la delincuencia cibernética.

Robots para recabar información en redes sociales, web scraping, venta de bases, su tráfico y alteración, son parte de una realidad a visibilizar y denunciar. Nombres, direcciones, números telefónicos, fotos, videos, antecedentes fiscales, CURP, placas de vehículos, gustos y actividades personales son entregados voluntariamente, recopilados sin permiso o robados.

Según The Global Risk Report 2024, del World Economic Forum (WEF), la inseguridad cibernética es uno de los mayores peligros para los próximos dos años, ante la frecuencia y sofisticación de los ataques a personas y empresas.

Hay atención al respecto. Hace unos días, en Cuernavaca, la Asociación de Industriales y Empresarios de Morelos y el Consejo Coordinador Empresarial comenzaron con talleres de ciberseguridad para prevenir el robo de información.

Desde el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México, a través de la Línea de Seguridad o Chat de Confianza, 55 5533 5533, ofrecemos a cualquier parte del país asesoría preventiva, jurídica y emocional ante ciberdelitos.

A nivel personal las recomendaciones fundamentales son fortalecer contraseñas, emplear factores de doble autenticación, no abrir links enviados en correos de procedencia desconocida o de supuestas instituciones bancarias ni escanear códigos QR de los cuales no hay certeza sobre el destino al que conducen.

El robo de identidad puede ser una pesadilla, aunque prevenible.


Salvador Guerrero Chiprés

@guerrerochipres