México ha sido parte de una debilidad latinoamericana globalizada desde Colombia, el “gota a gota”.
En esta modalidad extorsiva, los organismos delictivos ofrecen préstamos exprés, sobre todo a comerciantes, a quienes cobran por medios violentos: amenazas, daños físicos o a su patrimonio.
Contrario a lo ocurrido en México, la Policía Nacional colombiana llegó a identificar el origen en las prisiones, donde incluso las personas privadas de la libertad trabajaban como si fuera un call center con hasta 20 llamadas por hora.
En febrero de 2019, el gobierno de la Ciudad de México, entonces encabezado por Claudia Sheinbaum —ahora candidata presidencial de Morena-PT-Verde—, se convirtió en el primero en señalar a organizaciones delictivas colombianas como responsables de la implantación de este delito de cobranza indebida.
La estrategia para enfrentarlos se basó en impulsar la denuncia y activar el aparato de seguridad y justicia, con las consecuentes detenciones de los criminales.
Pasar de la indignación virtual o mediática al reporte y la denuncia formal incrementa las probabilidades de limitar las formas de operar de los extorsionadores.
Esta semana, la secretaria de Protección y Auxilio Ciudadano de Cuernavaca, Alicia Vázquez, informó de la presencia de prestamistas colombianos bajo el esquema "gota a gota" en las colonias Centro, Satélite y Ciudad Chapultepec.
La actividad extorsiva puede impactarnos a todas y todos mientras no se detenga a los responsables. Para sitiarlos es indispensable la información proveniente de la inteligencia ciudadana.
Desde el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México, a través de la Línea de Seguridad y Chat de Confianza, 55 5533 5533, ofrecemos asesoría preventiva y jurídica gratuita, 24/7, a cualquier parte del país.
En promedio, cada mes, apoyamos a 10 víctimas. Así es posible cuidarse de los gota a gota.
Salvador Guerrero Chiprés
@guerrerochipres
