/ miércoles 25 de enero de 2023

Consumo de tabaco, una enfermedad social que se intenta frenar

Pese a que proclamamos a los cuatro vientos cómo nos preocupa la salud, el tabaco forma parte de nuestra vida cotidiana sin que realmente hayamos alcanzado a comprender los grandes perjuicios que conlleva su consumo para la sociedad (no sólo para los fumadores), y ello pese a que existe a ciencia cierta información de que el tabaco genera adicción, enfermedades, discapacidades y muertes, siendo la principal causa de morbimortalidad evitable en el mundo.

Ya desde inicios de la pandemia, la COVID-19 reveló potenciales efectos adversos para los fumadores y es de destacar que América Latina continúa en sus intentos por frenar la epidemia del tabaquismo a través de medidas que reduzcan el número de muertes prevenibles y el impacto económico para sus sistemas de salud.

El tabaco es responsable de una muerte cada 6 segundos en el mundo y representa uno de los mayores retos de salud pública; es la demostración de una pandemia. Cada año, alrededor de 1,2 millones de muertes son consecuencia de la exposición de no fumadores al humo ajeno. De proseguir esa tendencia, para 2030 la cifra aumentará, siendo la causa de hasta más de ocho millones de muertes anuales.

Creemos que eso es contundente para comprender la trascendencia del tema, pero si no es suficiente dicho argumento hay que señalar que el consumo de tabaco es un factor de riesgo para seis de las ocho principales causas de defunción en el mundo.

En este mismo tenor, los productos de tabaco son los artículos más contaminantes del planeta, pues contienen más de 7 mil productos químicos tóxicos que se filtran en nuestro medio ambiente cuando se desechan. Algunos consumidores tiran sus colillas en lugares inadecuados, esto causa un gran número de incendios forestales que dañan nuestros bosques y acaban con gran parte de la biodiversidad de los mismos.

La complejidad de la lucha contra el tabaquismo radica en su naturaleza de presentar diversos componentes que incluyen disciplinas como medicina, salud, biología y ciencias básicas; pero también la psicología, sociología, política, legislación, comercio, finanzas y economía, sin dejar de lado la educación a todos los niveles, difusión cultural y publicidad.

A medida que avanza el conocimiento para disminuir el consumo de tabaco y la adicción, el saber se transforma y sufre cambios con el tiempo. El proceso va pasando por fases de maduración social. De apreciarse como hábito, pasa a vicio, después a causa de enfermedades, de modo que ahora se le percibe como adicción ligada a una constelación de daños en el individuo y perjuicios para la población y el planeta.

Ahora, con la llegada de la Ley antitabaco en México 2023 nuestra propuesta es pasar de las ideas a la acción y con ello de la preocupación a la prevención, con el objetivo de vencer esta pandemia de tabaquismo.

México ha endurecido la Ley antitabaco que prohíbe en su totalidad fumar en lugares públicos; recordemos que la vigente ley no es nueva, se trata de un seguimiento que inició en 2008, cuando se crearon espacios libres de humo en lugares públicos como bares y restaurantes. Sin embargo, en Morelos nuestra legislación ya necesita actualización; han surgido nuevos productos derivados del tabaco, nuevas formas de publicidad y también se conoce mejor el impacto del humo en los fumadores pasivos, lo que ha hecho que estemos más convencidos de la necesidad de ampliar los espacios libres de humo.

Por lo anterior, urge el fortalecimiento de la legislación en esta materia con el cambio de nombre de la ley en vigor, por el de Ley de Protección Frente al Consumo del Tabaco del Estado de Morelos. Esto permitirá incluir entre las disposiciones generales para las autoridades la de establecer políticas y acciones necesarias para el manejo de colillas y residuos de tabaco para prevenir el impacto ambiental. La meta es construir una sociedad sana, alejada de toda contaminación por la inhalación de los productos derivados del tabaco y crear estrategias que permitan y faciliten la mitigación de esta clase de contaminación.

Unamos voluntades en un proyecto enfocado en disminuir el impacto ambiental de las colillas de cigarro y promover una participación proactiva de todos los sectores y poderes para estimular el desarrollo de una cultura preventiva entre la sociedad morelense, por tu salud y la de tu familia.

Pese a que proclamamos a los cuatro vientos cómo nos preocupa la salud, el tabaco forma parte de nuestra vida cotidiana sin que realmente hayamos alcanzado a comprender los grandes perjuicios que conlleva su consumo para la sociedad (no sólo para los fumadores), y ello pese a que existe a ciencia cierta información de que el tabaco genera adicción, enfermedades, discapacidades y muertes, siendo la principal causa de morbimortalidad evitable en el mundo.

Ya desde inicios de la pandemia, la COVID-19 reveló potenciales efectos adversos para los fumadores y es de destacar que América Latina continúa en sus intentos por frenar la epidemia del tabaquismo a través de medidas que reduzcan el número de muertes prevenibles y el impacto económico para sus sistemas de salud.

El tabaco es responsable de una muerte cada 6 segundos en el mundo y representa uno de los mayores retos de salud pública; es la demostración de una pandemia. Cada año, alrededor de 1,2 millones de muertes son consecuencia de la exposición de no fumadores al humo ajeno. De proseguir esa tendencia, para 2030 la cifra aumentará, siendo la causa de hasta más de ocho millones de muertes anuales.

Creemos que eso es contundente para comprender la trascendencia del tema, pero si no es suficiente dicho argumento hay que señalar que el consumo de tabaco es un factor de riesgo para seis de las ocho principales causas de defunción en el mundo.

En este mismo tenor, los productos de tabaco son los artículos más contaminantes del planeta, pues contienen más de 7 mil productos químicos tóxicos que se filtran en nuestro medio ambiente cuando se desechan. Algunos consumidores tiran sus colillas en lugares inadecuados, esto causa un gran número de incendios forestales que dañan nuestros bosques y acaban con gran parte de la biodiversidad de los mismos.

La complejidad de la lucha contra el tabaquismo radica en su naturaleza de presentar diversos componentes que incluyen disciplinas como medicina, salud, biología y ciencias básicas; pero también la psicología, sociología, política, legislación, comercio, finanzas y economía, sin dejar de lado la educación a todos los niveles, difusión cultural y publicidad.

A medida que avanza el conocimiento para disminuir el consumo de tabaco y la adicción, el saber se transforma y sufre cambios con el tiempo. El proceso va pasando por fases de maduración social. De apreciarse como hábito, pasa a vicio, después a causa de enfermedades, de modo que ahora se le percibe como adicción ligada a una constelación de daños en el individuo y perjuicios para la población y el planeta.

Ahora, con la llegada de la Ley antitabaco en México 2023 nuestra propuesta es pasar de las ideas a la acción y con ello de la preocupación a la prevención, con el objetivo de vencer esta pandemia de tabaquismo.

México ha endurecido la Ley antitabaco que prohíbe en su totalidad fumar en lugares públicos; recordemos que la vigente ley no es nueva, se trata de un seguimiento que inició en 2008, cuando se crearon espacios libres de humo en lugares públicos como bares y restaurantes. Sin embargo, en Morelos nuestra legislación ya necesita actualización; han surgido nuevos productos derivados del tabaco, nuevas formas de publicidad y también se conoce mejor el impacto del humo en los fumadores pasivos, lo que ha hecho que estemos más convencidos de la necesidad de ampliar los espacios libres de humo.

Por lo anterior, urge el fortalecimiento de la legislación en esta materia con el cambio de nombre de la ley en vigor, por el de Ley de Protección Frente al Consumo del Tabaco del Estado de Morelos. Esto permitirá incluir entre las disposiciones generales para las autoridades la de establecer políticas y acciones necesarias para el manejo de colillas y residuos de tabaco para prevenir el impacto ambiental. La meta es construir una sociedad sana, alejada de toda contaminación por la inhalación de los productos derivados del tabaco y crear estrategias que permitan y faciliten la mitigación de esta clase de contaminación.

Unamos voluntades en un proyecto enfocado en disminuir el impacto ambiental de las colillas de cigarro y promover una participación proactiva de todos los sectores y poderes para estimular el desarrollo de una cultura preventiva entre la sociedad morelense, por tu salud y la de tu familia.