Los 20 diputadas y diputados locales están obligados a construir espacios de diálogo y negociación para sacar de la parálisis legislativa al Congreso del Estado. La evidente lucha de poder en el que esta sumergida la actual legislatura, está afectando ya a otras esferas y a otros objetivos que no avanzan en favor del pueblo de Morelos.
La actual legislatura lleva siete meses y hasta el momento no han aprobado ningún producto legislativo de gran relevancia para los morelenses. No han ejercido parte de su responsabilidad histórica frente a una serie de problemas sociales que enfrenta el Estado.
Las diferencias políticas entre unos y otros, la lucha de poder entre dos bloques y los intereses individuales y de grupo de los 20 diputados y diputadas, han sido las principales causas que han impedido la construcción de acuerdos. Morelos es de los estados con mayor rezago legislativo, sobre todo en la armonización de las leyes locales con las federales.
Ante ello, es urgente, por el bien de Morelos, que se supere la parálisis legislativa, se generen los espacios del diálogo y el acuerdo. Es necesario reestablecer la normalidad en el funcionamiento de los órganos de gobierno. La Junta Política y de Gobierno, es el espacio ideal para el encuentro y los consensos legislativos.
Por si fuera poco, y de acuerdo a la Ley Orgánica del Poder Legislativo y al reglamento interno, la Junta Política y de Gobierno tiene una serie de facultades que no se están ejerciendo. Este órgano de gobierno legislativo es el responsable de emitir las convocatorias y realizar los procedimientos para la elección de magistrados y de los titulares de los órganos autónomos y descentralizados, como es el caso del Instituto de la Mujer del Estado de Morelos.
La Política es el instrumento para el diálogo y la negociación, para ceder y conceder y sobre todo para construir consensos. El diálogo en el Congreso del Estado esta suspendidos y ha caído en una lamentable simulación entre los dos bloques legislativos confrontados.
Los 20 diputadas y diputados están perdiendo mucho tiempo en el conflicto y en la lucha de poder. Esta por concluir el segundo periodo ordinario de sesiones y el primer año legislativo y no han aprobada ninguna reforma o ley de relevancia para los morelenses. La mayoría de las y legisladores están más preocupados por hacerse notar con eventos personales de coyuntura, que en trabajar en iniciativas de reforma.
Si antes de que inicien las vacaciones de Semana Santa, las y los legisladores locales no logran superar la crisis política y la parálisis legislativa con acuerdos que garanticen el equilibrio y los contrapesos entre Poderes, entonces Morelos y los morelenses tendrán dos Poderes (Ejecutivo y Legislativo) ineficientes y sumergidos en la simulación.
Senadora Lucía Meza Guzmán
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