/ lunes 6 de mayo de 2024

Serán semanas difíciles

La violencia se ha incrementado sustancialmente en todo el territorio nacional en estas semanas previas a la elección más grande de la historia de México.

Los crímenes políticos también están al alza; candidatos y candidatas asesinadas, familiares de gente relacionada con ayuntamientos, partidos y gobiernos estatales.

En Palacio Nacional siguen diciendo que todo está bien, nada más alejado de la realidad.

En Morelos en un mismo día ocurrieron tres feminicidios a plena luz del día, imágenes desgarradoras de las víctimas ensangrentadas en el mercado Adolfo López Mateos; tres ejecutados en el poblado de Tres Marías; asesinatos suceden a diario en diferentes municipios del estado: no pasa nada.

El gobernador ausente por licencia del Congreso esperando ser diputado federal y con esto recibir el manto protector del fuero constitucional que lo libre de las acusaciones que obran en la Fiscalía estatal.

Aparecen mantas colgadas en puentes señalando a actores políticos relacionándolos con supuestos pactos con criminales o cosas peores, no sabemos si son reales o ficticias estas mantas, lo cierto es que enrarecen el clima político electoral.

Falta menos de un mes para la jornada electoral, en Morelos el ambiente está cada vez más turbio, el gobierno del estado como siempre le tira la bolita a la Fiscalía, pero sigue siendo omiso en la prevención del delito.

La polarización de la sociedad propiciada desde el gobierno de la 4T se incrementa conforme se acerca el día de la votación, no es algo nuevo que las últimas semanas previas al proceso los ánimos se exalten, lo que no es normal es que después de seis años de un gobierno ausente y rebasado por los grupos criminales que operan en el estado se manifiesten con tal violencia como la que estamos viviendo.

Por ejemplo, un sector muy grande de pobladores de Temixco, el municipio al sur de Cuernavaca, se encuentran sin transporte público debido a que una de las rutas de transporte, la ruta 11, ha decidido suspender el servicio por la inseguridad y la violencia de la que han sido víctimas. Esta semana balearon la casa de un operador y quemaron una unidad. Toda una población sin transporte público por efecto directo de la violencia criminal.

En la medida de que la fecha de la elección se acerca, la presión aumenta para todos, en los equipos de campaña y también para el gobierno; más aún cuando se empieza a sentir el triunfo de la oposición.

Están muy nerviosos en las oficinas del gobierno estatal. Esto genera un vacío de autoridad todavía mayor, esto es percibido por los grupos criminales de manera muy clara; estos grupos criminales aprovechan este vacío y hacen de las suyas con el consecuente aumento de la violencia, tal y como lo estamos viviendo. A río revuelto…

En este escenario nacional y estatal de descomposición, la decisión que las y los ciudadanos deberemos de tomar al emitir nuestro voto es muy clara: o votamos por la continuidad de esta política fracasada que ha entregado el territorio a los grupos criminales o decidimos votar por un cambio que enfrente esta realidad con políticas realistas y no con posturas ideológicas ya caducas.

Vienen semanas difíciles, tensas y violentas, sin embargo hay que resistir y mantener la prudencia y la calma; no debemos de permitir que el miedo cunda, eso solo beneficia a los criminales y al gobierno en turno.

Ante la ausencia de gobierno en Morelos tenemos mucha ciudadanía.

El gran desafío y la verdadera lucha es contra el abstencionismo; está visto que si la gente sale a votar del orden de 7 de cada 10 electores, el cambio está garantizado y con esto la esperanza de volver a tener un país donde el estado de derecho preserve la democracia.

México y Morelos ya no aguantan otros seis años de mentiras y de políticas fallidas, los problemas y los retos que tenemos como país y como especie humana, requieren de gobiernos eficaces que enfrenten la realidad mundial con decisión y sin populismos ideológicos.

Todas y todos a votar, que nadie se quede en su casa.


La violencia se ha incrementado sustancialmente en todo el territorio nacional en estas semanas previas a la elección más grande de la historia de México.

Los crímenes políticos también están al alza; candidatos y candidatas asesinadas, familiares de gente relacionada con ayuntamientos, partidos y gobiernos estatales.

En Palacio Nacional siguen diciendo que todo está bien, nada más alejado de la realidad.

En Morelos en un mismo día ocurrieron tres feminicidios a plena luz del día, imágenes desgarradoras de las víctimas ensangrentadas en el mercado Adolfo López Mateos; tres ejecutados en el poblado de Tres Marías; asesinatos suceden a diario en diferentes municipios del estado: no pasa nada.

El gobernador ausente por licencia del Congreso esperando ser diputado federal y con esto recibir el manto protector del fuero constitucional que lo libre de las acusaciones que obran en la Fiscalía estatal.

Aparecen mantas colgadas en puentes señalando a actores políticos relacionándolos con supuestos pactos con criminales o cosas peores, no sabemos si son reales o ficticias estas mantas, lo cierto es que enrarecen el clima político electoral.

Falta menos de un mes para la jornada electoral, en Morelos el ambiente está cada vez más turbio, el gobierno del estado como siempre le tira la bolita a la Fiscalía, pero sigue siendo omiso en la prevención del delito.

La polarización de la sociedad propiciada desde el gobierno de la 4T se incrementa conforme se acerca el día de la votación, no es algo nuevo que las últimas semanas previas al proceso los ánimos se exalten, lo que no es normal es que después de seis años de un gobierno ausente y rebasado por los grupos criminales que operan en el estado se manifiesten con tal violencia como la que estamos viviendo.

Por ejemplo, un sector muy grande de pobladores de Temixco, el municipio al sur de Cuernavaca, se encuentran sin transporte público debido a que una de las rutas de transporte, la ruta 11, ha decidido suspender el servicio por la inseguridad y la violencia de la que han sido víctimas. Esta semana balearon la casa de un operador y quemaron una unidad. Toda una población sin transporte público por efecto directo de la violencia criminal.

En la medida de que la fecha de la elección se acerca, la presión aumenta para todos, en los equipos de campaña y también para el gobierno; más aún cuando se empieza a sentir el triunfo de la oposición.

Están muy nerviosos en las oficinas del gobierno estatal. Esto genera un vacío de autoridad todavía mayor, esto es percibido por los grupos criminales de manera muy clara; estos grupos criminales aprovechan este vacío y hacen de las suyas con el consecuente aumento de la violencia, tal y como lo estamos viviendo. A río revuelto…

En este escenario nacional y estatal de descomposición, la decisión que las y los ciudadanos deberemos de tomar al emitir nuestro voto es muy clara: o votamos por la continuidad de esta política fracasada que ha entregado el territorio a los grupos criminales o decidimos votar por un cambio que enfrente esta realidad con políticas realistas y no con posturas ideológicas ya caducas.

Vienen semanas difíciles, tensas y violentas, sin embargo hay que resistir y mantener la prudencia y la calma; no debemos de permitir que el miedo cunda, eso solo beneficia a los criminales y al gobierno en turno.

Ante la ausencia de gobierno en Morelos tenemos mucha ciudadanía.

El gran desafío y la verdadera lucha es contra el abstencionismo; está visto que si la gente sale a votar del orden de 7 de cada 10 electores, el cambio está garantizado y con esto la esperanza de volver a tener un país donde el estado de derecho preserve la democracia.

México y Morelos ya no aguantan otros seis años de mentiras y de políticas fallidas, los problemas y los retos que tenemos como país y como especie humana, requieren de gobiernos eficaces que enfrenten la realidad mundial con decisión y sin populismos ideológicos.

Todas y todos a votar, que nadie se quede en su casa.


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