El 1 de mayo es un día tradicional de conmemoración de las luchas obreras en todo el mundo. En las capitales y principales ciudades de todos los países marcharon este año los obreros con júbilo, con entusiasmo por la oportunidad de honrar, una vez más, la memoria de los héroes que el año de 1886 en Chicago, dieron su vida para que se hicieran realidad las demandas más elementales de los trabajadores.
La huelga de los obreros de Chicago en 1886 demandó a los patrones que la jornada laboral se limitara a 8 horas al día, porque los obligaban a trabajar entre 14 y 18 horas. Iniciadas las movilizaciones, en la plaza de Haymarket se realizó una protesta pacífica que intentó disolver la policía. El resultado de los disturbios fue la muerte de varios policías y manifestantes, y la aprehensión de los líderes obreros, de origen anarquista y socialista, de los cuales 3 recibieron la pena de prisión perpetua y 6 fueron ejecutados en la horca. Desde ese tiempo se les conoce como los “Mártires de Chicago”.
Tres años después, el congreso obrero socialista realizado en París, convocado por la II Internacional en 1889 estableció por primera vez que el Día del Trabajo debería conmemorarse el 1 de mayo. En USA no se aceptó esa fecha, por temor de que el movimiento socialista se extendiera por todo el país. En cambio, tanto en USA como en Canadá celebran el Labor Day el primer lunes del mes de septiembre.
Desde aquellas luminosas jornadas de lucha, el Día Internacional de Trabajo se ha convertido en la única fecha verdaderamente universal, cuyos protagonistas son los obreros de todo el mundo, unidos en fraternales jornadas de festejo en los países progresistas, y de lucha combativa en aquellos que no reconocen a los trabajadores sus derechos fundamentales.
Si en aquellas jornadas la demanda central era el establecimiento de la jornada de 8 horas, la lucha posterior de los trabajadores de todo el mundo, que ha costado enormes sacrificios, ha podido conquistar muchas otras metas, entre ellas la libertad de organización sindical; el derecho de huelga; un salario digno, prestaciones sociales, seguridad social y muchas cláusulas que hoy integran un cuadro amplio de prestaciones. En la época moderna, el trabajo a distancia se ha convertido en una fuente de nuevas luchas para quienes las ejercen.
Nuestro partido nació en 1993 para honrar a los trabajadores de todo el mundo, y por eso nos llamamos Partido del Trabajo. Festejamos con alegría a todas y todos los trabajadores de la ciudad y del campo; de la salud, de la educación y a todos los que contribuyen con el esfuerzo creativo de sus brazos o de su mente, para que tengamos un país cada día mejor.
En México el gobierno federal realizó el acto central en las instalaciones de la refinería “Olmeca” ubicada en Dos Bocas, Tabasco, que en tan solo dos meses entrará en funcionamiento. La asistencia al evento fue en su enorme mayoría integrada por hombres y mujeres que prestan ahí sus servicios, afiliados a diversos sindicatos, en medio de júbilo y entusiasmo.
En nuestro país quedan varias asignaturas pendientes en materia laboral. Por ejemplo: aún continúa, aunque en menor escala, la práctica del outsorcing, un sistema mediante el cual las empresas simulan contratar a un prestador externo de servicios, evitando así reconocer los derechos de sus empleados y, por lo mismo, negándose a otorgar a esos trabajadores las prestaciones de ley, por ejemplo: aguinaldo, seguridad social, salarios de acuerdo con la ley, antigüedad, etc.
En todos los continentes se realizaron grandes marchas obreras. En todas ellas se mostró la identidad de los obreros como clase esencialmente internacional, solidaria y combativa, que constituye la única fuerza organizada capaz de agregar valor a las materias que nos brinda la naturaleza, para transformarlas en bienes que todos los seres humanos consumimos, los cuales sirven para mantener nuestra vida y avanzar en las conquistas del conocimiento humano.
La ausencia de esta conmemoración en USA y Canadá subraya por contraste el carácter universal de la jornada, y pone de relieve que las clases dominantes de esos países tienen un carácter conservador y sectario, pretendiendo ignorar que la lucha obrera comenzó ahí, con sus trabajadores inconformes y sus policías y jueces represivos.
En Cuba, los trabajadores salieron a las calles de todas las ciudades del país para demandar el cese del bloqueo que de manera unilateral e ilegal, mantiene USA sobre las actividades económicas, políticas y culturales de la isla, y que ha causado daños muy graves a la alimentación y la salud del pueblo. El festejo principal fue realizado en la Plaza de la Revolución y reunió una multitud impresionante encabezada por el presidente Miguel Díaz Canel, a quien acompañó Raúl Castro, comandante de la Revolución y expresidente de Cuba.
En Argentina los obreros realizaron dos marchas: una encabezada por el presidente Alberto Fernández y otra por los líderes kirchneristas. En ambas los obreros enarbolaron sus demandas, principalmente que se les restituya su nivel de vida y que se negocie con el FMI la deuda argentina en mejores condiciones.
En Chile, una enorme marcha fue organizada por la Central Única de Trabajadores (CUT) para demandar al gobierno del presidente Gabriel Boric que establezca medidas para combatir y detener la inflación, y que la población chilena tenga cada día mayor acceso a los bienes más indispensables.
En Francia los manifestantes de izquierda marcharon para exigir mejores condiciones de trabajo y salud. Se produjeron varios disturbios en los que intervino la policía. Hubo detenidos y en ocasiones los manifestantes recordaron que fueron las marchas juveniles del 68 del siglo pasado, las que dieron inicio al candente Mayo Francés, que marcó una fecha imborrable que dio inicio a los movimientos de protesta de los años 60 del siglo pasado en todo el mundo.
En Italia se realizaron marchas que exigieron la paz en Europa, y solicitaron el fin de la guerra en Ucrania. Pusieron el énfasis en solicitar que todos los países europeos deben exigir el cese de las hostilidades en ese país, para evitar que se pueda transformar en un conflicto que involucre a otros países y se usen las armas nucleares.
En general, las jornadas del 1 de mayo en Europa tuvieron participación masiva de los obreros y la juventud, y su contenido principal fue la lucha por la paz mundial, hoy amenazada por las ambiciones belicistas de los halcones de la OTAN y del Pentágono de USA, con su complejo militar-industrial que se ha enriquecido a costa de la sangre y sufrimiento de los pueblos ucraniano y ruso.
