/ miércoles 10 de enero de 2024

Depresión, el enemigo silencioso

Para algunas personas es una tristeza profunda, en otras no se distingue esa tormenta interior, aunque padecen depresión.

Más de 320 millones de personas en el mundo viven con este trastorno mental, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud. Es una enfermedad común y grave, que interfiere la vida cotidiana, la capacidad para trabajar, dormir, estudiar y disfrutar.

Suele presentarse como agotamiento, cambios en el apetito, alteraciones del sueño, baja concentración, indecisión, inquietud, sentimiento de inutilidad o culpa, baja autoestima, falta de esperanza y pensamientos de autolesión o suicidas.

En algunos casos no hay patrones depresivos visibles; suele pasar desapercibida. Esto se conoce como "depresión sonriente". Quienes la experimentan continúan su rutina, saludan, trabajan y, en apariencia, se divierten.

Este sábado 13 de enero se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, para sensibilizar y prevenir sobre esta enfermedad.

De acuerdo a la OMS, 75 por ciento de quienes la padecen en países de ingresos bajos y medios no recibe tratamiento por falta de recursos y de proveedores de atención, además del estigma asociado a los trastornos mentales.

La enfermedad no es un signo de debilidad y cada vez es más común y necesario hablar, sin temor a juicios o al qué dirán.

En la Línea de Seguridad o Chat de Confianza, 55 5533 5533, del Consejo Ciudadano de la Ciudad de México, el año pasado ayudamos —gratis, 24/7 y confidencial— a casi 2 mil personas, en su mayoría mujeres o jóvenes de entre 18 y 30 años.

El 2.4 por ciento de las peticiones de apoyo emocional ante depresión provienen de Morelos.

Según la primera Encuesta de Bienestar Autorreportado del INEGI, presentada en 2021, en la entidad 15 por ciento de la población adulta presenta síntomas de depresión.

Este padecimiento es resultado de factores sociales, psicológicos y biológicos, y puede profundizarse entre quienes han pasado por circunstancias adversas.

Las emociones también requieren atención para enfrentar al llamado enemigo silencioso.

Salvador Guerrero Chiprés

@guerrerochipres


Para algunas personas es una tristeza profunda, en otras no se distingue esa tormenta interior, aunque padecen depresión.

Más de 320 millones de personas en el mundo viven con este trastorno mental, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud. Es una enfermedad común y grave, que interfiere la vida cotidiana, la capacidad para trabajar, dormir, estudiar y disfrutar.

Suele presentarse como agotamiento, cambios en el apetito, alteraciones del sueño, baja concentración, indecisión, inquietud, sentimiento de inutilidad o culpa, baja autoestima, falta de esperanza y pensamientos de autolesión o suicidas.

En algunos casos no hay patrones depresivos visibles; suele pasar desapercibida. Esto se conoce como "depresión sonriente". Quienes la experimentan continúan su rutina, saludan, trabajan y, en apariencia, se divierten.

Este sábado 13 de enero se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, para sensibilizar y prevenir sobre esta enfermedad.

De acuerdo a la OMS, 75 por ciento de quienes la padecen en países de ingresos bajos y medios no recibe tratamiento por falta de recursos y de proveedores de atención, además del estigma asociado a los trastornos mentales.

La enfermedad no es un signo de debilidad y cada vez es más común y necesario hablar, sin temor a juicios o al qué dirán.

En la Línea de Seguridad o Chat de Confianza, 55 5533 5533, del Consejo Ciudadano de la Ciudad de México, el año pasado ayudamos —gratis, 24/7 y confidencial— a casi 2 mil personas, en su mayoría mujeres o jóvenes de entre 18 y 30 años.

El 2.4 por ciento de las peticiones de apoyo emocional ante depresión provienen de Morelos.

Según la primera Encuesta de Bienestar Autorreportado del INEGI, presentada en 2021, en la entidad 15 por ciento de la población adulta presenta síntomas de depresión.

Este padecimiento es resultado de factores sociales, psicológicos y biológicos, y puede profundizarse entre quienes han pasado por circunstancias adversas.

Las emociones también requieren atención para enfrentar al llamado enemigo silencioso.

Salvador Guerrero Chiprés

@guerrerochipres