La caída en los donativos que provenían de la Colecta Nacional de autoridades estatales y federales, ponen a la Cruz Roja en una situación económicamente delicada en el país, sobre todo en la Ciudad de México, reconoció el delegado de la organización en el estado, Jóse Luis Alquicira Solís; en el caso de Morelos desde hace años se implementó una estrategia de “sustentabilidad” para poder “soportar” la caída en las donaciones que no llegan desde hace años.
“En el caso de Morelos desde hace años hemos buscado ser autosustentables, no dependemos de los donativos de los gobiernos porque no los hay, y nunca los ha habido, ni estatales, ni municipales, ni federales”.
Han sobrevivido desde entonces con los donativos del Hospital Henry Dunant, Banco de Sangre y con los ingresos por la Escuela de Enfermería, ambos bajo la administración de la propia Cruz Roja.
Además de convenios con municipios como Jojutla, Puente de Ixtla, Zacatepec y Cuautla. El intercambio es que el organismo presta los servicios de auxilio, y a cambio los municipios donan dinero para gasolina, “o donativos de 30 a 50 mil pesos para los sueldos de los muchachos”, pero no dependen en su totalidad de esto, aceptó.
Previendo lo complicado del próximo año se están llevando a cabo recortes en gasto corriente como telefonía, electricidad, entre otros consumos.
“Les decimos a los ayuntamientos, ayúdennos con algo, no con todo, porque nosotros les ayudamos con mucho atendiendo a sus pacientes, a los heridos, a los desastres, que le toca en un principio a las autoridades”.
La caída en los donativos en la Ciudad de México ha obligado a la Cruz Roja al despido de socorristas y paramédicos, además del cierre del Hospital Polanco a partir del 31 de octubre ya que se hará toda una reestructuración.
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