Hace siete años, tras varias consultas, negociaciones e interacciones con la sociedad civil de todo el mundo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) adoptó un plan de acción que buscaba mejorar la calidad de vida de las personas, las condiciones de planeta y la prosperidad. Desde entonces, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible ha influenciado las políticas de trabajo de todos los Estados adheridos a la asamblea, incluido México.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible está conformada por 17 objetivos y 169 metas con carácter “integrado e indivisible”, según la propia organización, que abarcan las esferas económica, social y ambiental, previstos para ser cumplidos en un periodo de 15 años, siete de los cuales ya transcurrieron.
Durante su elaboración, México fue uno de los países más activos, pues no sólo presentó propuestas para incorporar los principios de igualdad, inclusión social y económica, sino que abogó por un enfoque multidimensional de la pobreza. En los años siguientes, la participación del país en la implementación de la agenda ha sido activa, logrando avances muy puntuales, como haber presentado sus resultados ante el Foro Político de Alto Nivel en Desarrollo Sostenible de manera voluntaria, y haber instalado el Comité Técnico Especializado en Desarrollo Sostenible.
Morelos es un estado con resultados desiguales, donde la desigualdad económica y social todavía es un problema grave, y donde muy pocos municipios han puesto en marcha proyectos adheridos a esta agenda de trabajo, más allá de las ceremonias protocolarias que no siempre concluyen en acciones con resultados cuantificables
UN ESTADO LEJOS DE LA ENERGÍA RENOVABLE
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la generación de energía es uno de los principales factores que contribuyen al cambio climático y representa cerca del 60 por ciento de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
Como parte de los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) en el apartado de energía sostenible y no contaminante, la ONU planteó que en 2030 se aumentaría considerablemente la proporción de energía renovable en el conjunto de fuentes energéticas, un planteamiento que Morelos sigue estando lejos de cumplir.
En 2012, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) inició la construcción de una central de ciclo combinado en la comunidad de Huexca, en el municipio de Yecapixtla, una planta con una capacidad neta en sitio de 622.5 MW que contribuiría a reducir la sobredemanda de energía eléctrica en el centro del país. Proyecto polémico que no ha dejado de generar movilizaciones e inconformidad en las comunidades cercanas, pero que desde fines del año pasado aporta energía a los hogares de la zona, según la Subgerencia de Selección de Sitios de la CFE, a partir de turbinas de gas y vapor.
Con todo, el coordinador del Grupo Temático sobre Calentamiento Global de la Academia de Ciencias de Morelos, Fernando Sarmiento Galán, considera que Morelos ha desaprovechado el potencial que tiene para la generación de energía eléctrica a través de fuentes renovables, principalmente solar y eólica:
“Tenemos una cantidad enorme de sol, por eso se siembra caña de azúcar y arroz, así como de viento, sobre todo en el filo de la Sierra de Chichinautzin (Huitzilac, Tepoztlán y Tlalnepantla). Hay un viento muy constante y muy bueno con el que se podrían poner generadores”, explica el investigador, quien considera que Morelos sigue muy lejos de lograr este ODS.
Gobierno federal no le ha apostado al proyecto
Aunque el panorama para las inversiones en energía renovable es adverso, desde 2019 Morelos cuenta con una planta de paneles solares que introducen energía eléctrica a la red de distribución de la CFE. Se trata del Parque Solar Fotovoltaico Xoxocotla, construido en el municipio de Ayala por la empresa X-Elio, con una capacidad instalada de 70 MW y la capacidad de abastecer hasta 50 mil hogares.
Desde su inicio de operaciones, pocos son quienes conocen las actividades de esta planta de energía eléctrica, que este año pasó a manos de la empresa mexicana Kinich Energía, asentada en Mérida y especializada en energías renovables.
De acuerdo con una fuente anónima de X-Elio, las instalaciones fueron subastadas debido a la falta de apoyo del gobierno federal hacia los proyectos de energía limpia, postura que tomó más fuerza desde diciembre de 2020, tras el mega apagón que puso en peligro el Sistema Eléctrico Nacional.
“No se está invirtiendo en ninguna de esas fuentes posibles (renovables), que servirían muchísimo para los poblados que hay en esas zonas, pero no hay manera actualmente”, lamenta Sarmiento, quien ha participado en investigaciones recientes en calentamiento global antropogénico y sistemas fotovoltaicos para la generación de energía eléctrica.
PELEA POR EL AGUA FRENA OBJETIVOS
Las investigadoras del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM, Úrsula Oswald Spring y Anita Breuer, advierten que hay un tema olvidado dentro de la Agenda 2030 y es el de la preservación del agua, mismo que debe ser considerado como parte fundamental en el mantenimiento de la gobernabilidad y la seguridad de los pueblos.
Específicamente apuntalan su cuestionamiento por la pugna del agua en el Río Cuautla y la empresa propietaria de la termoeléctrica de Huexca, en la que están involucrados diversos productores del campo y habitantes de la región.
De continuar la pugna, coinciden, difícilmente podrían conseguirse los objetivos de la Agenda 2030 que durante el gobierno federal pasado México tomó el liderazgo.
El punto de conflicto es la gobernanza por el agua, su administración entre los propietarios de la termoeléctrica y el campesinado de la región, porque por la defensa del entorno se han dado enfrentamientos y el asesinato de un dirigente social.
La recomendación que hacen las investigadoras Úrsula y Anita es plantear una mesa de coordinación en la cual haya la participación de los tres niveles del gobierno, del sector campesino, grupos sociales organizados y el empresario.
Peligran los ríos y lagunas de Morelos
Los esfuerzos entre gobierno y ciudadanía para cumplir con la Agenda 2030 han sido desarticulados para proteger la vida submarina en las lagunas y ecosistemas de las presas del estado.
Las aguas superficiales de la entidad forman la Región Hidrológica 18 “Balsas”, cuyos afluentes de ríos y barrancas desembocan en el Río Balsas, que las vierte al Océano Pacífico por el estado de Guerrero.
El río Amacuzac nace muy cerca de las grutas de Cacahuamilpa y entra a Morelos por el surponiente, donde recibe las aguas de los ríos Cuautla, Yautepec, Apaltlaco, Tembembe y Chalma.
Pero todos estos ríos tienen problemas de contaminación por basura y las descargas de drenajes de aguas grises y negras; los más afectados por esta situación son el Cuautla, Yautepec y Apatlaco.
Además, el parque nacional Lagunas de Zempoala, en Huitzilac, padece serios problemas de desecación por sobreexplotación de agua de zonas urbanas, falta de control de la basura que deja el turismo y la amenaza de deforestación de la región.
A su vez, la laguna de Coatetelco se ve amenazada no solo por los escurrimientos de drenaje de la colonia Vista Hermosa, del municipio de Miacatlán, sino por los derramamientos de los drenajes del municipio indígena de Coatetelco, que registra un marcado rezago en obras de drenajes, por lo que las aguas grises corren en las calles de esta localidad, donde en las márgenes de la laguna se encuentra como “elefante blanco” una fallida construcción de Planta Tratadora de Aguas Residuales.
Frente al problema, la organización de pescadores de los lagos Coatetelco y El Rodeo han hecho constantes denuncias sobre el peligro en el que se encuentra la laguna por los escurrimientos de los drenajes y por el daño del corredor de restauranteros del muelle que tras la inundación de 2017 han puesto sus palapas sobre terraplenes de escombros que van invadiendo la rivera de la laguna, eliminando las barrancas de los escurrimientos pluviales que alimentaban este importante y antiquísimo vaso.
Sin el peso de la Agenda 2030, esta organización de pescadores hace faenas de limpieza en las márgenes de la laguna desde hace más de 15 años para retirar la basura que pueda contaminar las aguas.
Por si fuera poco, cuidan la producción y siembran aproximadamente 300 mil a 600 mil alevines año con año.
Sin embargo, el problema se acentúa y este año la laguna ya empezó a reaccionar a la contaminación, pues de acuerdo con el diagnóstico del Comité Estatal de Sanidad Acuícola del Estado de Morelos, hay presencia de un alga filamentosa que se genera por el exceso de nitratos, nitritos y material orgánico en descomposición al que se adhiere para alimentarse, y cuando se desprende de los fondos flota y puede ser generado por el azolve del escombro y descargas de aguas de riego con residuos agroquímicos, lo que pone en peligro a la fauna del lugar. Pero además tanto la laguna de Coatelco como la presa El Rodeo llega una gran variedad de aves migratorias, incluso pelícanos, garzas, patos ,entre otras, que podrían resultar afectadas.
En suma, ni el gobierno federal, estatal o municipal han dado a conocer las estrategias para cumplir con la Agenda 2030. Incluso este año trascendió que se plantea invertir en rescatar la planta tratadora para las descargas de drenajes de algunas colonias de Miacatlán y Coatetelco.
Finalmente, en el llamado mar de Morelos, Tequesquitengo, hasta agosto de 2016 muchos residentes y prestadores de servicio bombeaban agua de la laguna para sus servicios y no había drenaje, pero se invirtieron más de 300 millones de pesos para cambiar la situación, toda vez que son tres municipios que colindan con el lago (Jojutla, Puente de Ixtla y Xoxocotla), y se le apuesta al desarrollo turístico sustentable como parte de los compromisos de la Agenda 2030.
Al respecto, José David Basave ayudante municipal de Tequesquitengo dio a conocer que para proteger y conservar el lago de Tequesquitengo se atienden varios puntos, dijo al dar a conocer que van a empezar a recolectar todo lo que es el aceite orgánico “quemado”, que desechan los restauranteros, fondas y cocinas de antojitos en los drenajes, lo que contamina entre 15 a 40 mil litros de agua.
Poco avance contra daño al ambiente
De acuerdo con la medición que año con año realiza la Organización de las Naciones Unidas para el cumplimiento de los objetivos de la Agenda 2030, poco avance se ha tenido para contrarrestar los efectos del cambio climático.
En una de las mediciones que se realizan, que tiene que ver con el número de personas muertas, desaparecidas y afectadas directamente por desastres, respecto al 2022 aún no se tiene el cierre de indicadores, pero en Morelos se contabilizan devastaciones a causa de fuertes lluvias registradas durante el verano, como el desgajamiento de un paredón del Panteón La Paz en la colonia Los Pilares, en Cuernavaca, que destruyó dos viviendas y dejó a siete personas entre los escombros, de las cuales tres perdieron la vida.
Las lluvias también afectaron la zona oriente, principalmente los municipios de Cuautla y Ayala. En Cuautla, el canal de agua ubicado en la parte de atrás del balneario Agua Hedionda se desbordó y provocó el colapso de una barda, así como la inundación en varias casas, ya que en algunas zonas el agua alcanzó hasta los tres metros de altura. Mientras que en Ayala, en Anenecuilco, un aproximado de 20 casas resultaron inundadas debido a que el agua de una barranca subió su nivel.
En la zona sur se registraron inundaciones por lluvias, que afectaron a cien familias debido al desborde del canal que llega de las Estacas y el río dulce en Zacatepec; no hubo personas lesionadas ni pérdidas humanas.
De acuerdo con Protección Civil, entre las principales causas de las inundaciones está la acumulación de basura en calles, taponamiento de coladeras, canales y apantles, lo que evita el desahogo del agua. Ante estas situaciones, la Agenda 2030 marca adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos, con la incorporación de políticas, estrategias y planes nacionales. Así como mejorar la educación, la sensibilización y la capacidad humana e institucional respecto de la mitigación del cambio climático, la adaptación a él, la reducción de sus efectos y la alerta temprana.
Morelos ha implementado acciones y programas enfocados en la educación de las infancias y adolescentes para generar conciencia en la importancia de cambiar hábitos y contribuir al rescate ambiental. / Con información de René Vega, Angelina Albarrán y Maritza Cuevas
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