PASO EXPRES: no fue diseñado pensando en Cuernavaca

Jorge Messeguer Guillén | El Sol de Cuernavaca

  · miércoles 12 de mayo de 2021

Circulando por el PASO EXPRES me percato que hay varias brigadas haciendo trabajos de mantenimiento y/o de revisión; quizás a la SCT le inquietó mucho la tragedia de la línea 12 del Metro de la CDMX y recordó el socavón de julio de 2017 que cobró la vida de dos personas cuando su auto cayó en dicho socavón.

El PASO EXPRES es una obra que retrata la forma en que la corrupción en el sexenio de Peña Nieto era vista como un tema cultural de los mexicanos.

Una obra federal que fue otorgada a una de las empresas consentidas de la administración Peñista, la misma que construyó la autopista siglo XXI que atraviesa el sur de Morelos desde Tequesquitengo hasta Jantetelco, 62 km.

El llamado libramiento de Cuernavaca pasó de ser una carretera de 2 carriles peligrosa y estrecha, a un libramiento de 4 carriles que funcionó bien algunos años pero que se fue saturando por el aumento de tráfico hasta ser una vía permanentemente embotellada, sobre todo en períodos vacacionales, puentes y fines de semana largos. Cuando el libramiento estaba rebasado se propuso hacer un libramiento nuevo con un trazo que correría del Norte de Cuernavaca, desde el corredor Ajusco-Chichinautzin hacia el sur-poniente bajando por los ejidos de Santa María Ahuacatitlán, San Antón y otros. Este proyecto lo acarició la administración panista de Felipe Calderón y su par en el estado, afortunadamente no se llevó a cabo, hubiera sido un gran impacto negativo a los bosques de la ciudad.

Posteriormente se planteó hacer un segundo piso sobre el trazo del libramiento existente, sin embargo por lo costoso de esta solución se desechó por completo y se planteó finalmente ampliar el libramiento agregando más carriles en ambos sentidos, lo bautizaron con el pomposo nombre de PASO EXPRES. Este proyecto tiene graves fallas fundamentales y a continuación menciono algunas:

1.- La idea original no contemplaba una solución para desahogar el tránsito y mejorar la vialidad de Cuernavaca, lejos de eso fue pensado para los vehículos en tránsito a que se dirigen al puerto de Acapulco, los primeros beneficiarios serían aquellos cuyo destino estaba más allá de Cuernavaca, evitándose la molestia de estar horas en el tráfico propio de la capital morelense.

2.- Esta idea de saltarse a Cuernavaca, no de mejorarla, sólo cruzarla en el menor tiempo posible, llevó a diseñar un proyecto con dos peligrosos carriles centrales totalmente confinados en ambos sentidos.

3.- No se diseñaron los carriles de la derecha para aliviar y mejorar la vialidad interna de la capital, por lo que no se previeron hacer accesos bien diseñados en las diferentes intersecciones de la autopista, como por ejemplo el entronque en Ahuehuetitla, o en la salida a la Barona y Universo, o simplemente abrir más accesos para convertir el libramiento en una especie de periférico local. Se fueron por la solución simple y dejaron como están de inoperantes las entradas y salidas en estos y otros puntos importantes, así de absurdo.

4.- Privilegiaron el jugoso negocio que significa tender miles de metros cúbicos de concreto hidráulico y acero, haga cuentas: una vía de 60 metros de ancho y más de 12 kilómetros de longitud. Esto explica la necedad de hacer 10 carriles sin siquiera acotamiento, si hubieran podido hacer más carriles lo hubieran hecho.

Lo racional hubiese sido diseñar realmente una nueva vialidad con dos carriles centrales por lado, no necesariamente confinados, y dos carriles laterales de cada lado para tránsito local con acotamiento y con un carril para transporte público. Para decirlo claro: se evitaron la molestia de diseñar una vialidad integral, les bastó con hacerla más ancha bajo el viejo trazo del libramiento original y cobrar los volúmenes de obra respectivos.

5- Bajo la lógica de sólo hacer más ancho el libramiento y no diseñar una nueva vía moderna, cometieron un error fatal: dejaron los viejos drenajes pluviales que ya existían, mismos que fueron diseñados para un cierto caudal con una sección (área transversal) diseñada para una vía de 4 carriles, no de 10 carriles.

Uno de estos drenajes viejo y desgastado no resistió el aumento de caudal y la fuerte presión hidráulica produciéndose una erosión subterránea que se convirtió en el famoso socavón. No se tomaron la molestia de cambiar ese drenaje cuando sabían que estaba dañado y que era insuficiente, ni de aumentar la sección transversal dado el aumento en la longitud del drenaje. Se ahorraron unos cuantos miles de pesos y ese ahorro cobró la vida de dos seres humanos, dos trabajadores padre e hijo que se dirigían muy temprano a laborar.

Tal como pasó en la línea 12 del metro, en el caso del socavón del PASO EXPRES hubo negligencia, corrupción y complicidad de autoridades y contratistas. Este tipo de tragedias no se explican sin estos ingredientes.

Pero eso sí, le cambiaron el nombre, dejo de llamarse libramiento (aunque en la realidad lo seguía siendo, sólo que más ancho) y le pusieron ¡¡¡ PASO EXPRES !!!

Pero el negocio, ese sí lo hicieron.


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