¿Será posible que los docentes se apropien de este nuevo modelo?
Con la nueva reforma educativa del actual gobierno que determinó la reorientación del Sistema Educativo Nacional para garantizar el derecho a la educación con un enfoque de derechos humanos y de igualdad sustantiva (diversidad sexual, pueblos originarios y comunidades indígenas, migrantes y personas con discapacidad), para incidir en la cultura educativa mediante la corresponsabilidad y el impulso de transformaciones sociales dentro de la escuela y en la comunidad.
Con este fundamento, se creó la Nueva Escuela Mexicana en la Ley General del Sistema de Carrera de las Maestras y los Maestros, que en educación media superior pretende con los nuevos perfiles profesionales de los docentes, el impulso para favorecer el aprendizaje de excelencia, inclusivo, pluricultural, colaborativo y equitativo de los estudiantes, por lo que se incorporó un dominio de identidad profesional en el cual asume su rol como agente fundamental en la formación integral del estudiantado, en un marco de inclusión y respeto a la diversidad, con el fin último de alcanzar la excelencia educativa, además de contribuir a la consolidación de una comunidad escolar participativa para mejorar las actividades académicas, escolares y comunitarias.
Los principios de la Nueva Escuela Mexicana en su componente filosófico determinan que el docente fomente la identidad mexicana, la responsabilidad social, el respeto a la dignidad humana, promotor de la interculturalidad, su participación en la transformación social y comofomentador de la cultura de la paz. Además de los valores como son responsabilidad social, honestidad, equidad, inclusión y excelencia.
Otro factor importante es la propuesta del nuevo Marco Curricular Común que es prácticamente el que se está desarrollando actualmente, con la novedad de la propuesta de un curriculum fundamental que incluye un recurso transversal que es “conciencia histórica”, que brinda la perspectiva desde donde el estudiante reconoce y se sitúa respecto al tiempo y el espacio en el que se ha producido y evolucionado el conocimiento. Ayuda a comprender que somos producto de la historia y que, por lo tanto, la historia personal y del grupo social al que se pertenece se puede transformar. Y que el docente enseñará no sólo lo disciplinar sino también lo ético, cultural y cívico para formar ciudadanos integrales con conciencia histórica y responsabilidad social.
Este nuevo modelo le apuesta más al adoctrinamiento de los docentes y sus alumnos, como lo plantea Henry Giroux en su Teoría de la Resistencia, que “ofrece las herramientas necesarias para analizar la relación existente entre la dualidad escuela – sociedad, como impulso teórico que permite comprender las formas bajo las cuales los grupos subordinados experimentan o enfrentan el fracaso educativo”, en lugar del desarrollo de las competencias que debe desarrollar el alumno, lo que deja ver la implementación de una nueva escuela socialista en México.
Todo esto suena muy romántico y utópico ya que en la realidad los maestros siempre se han opuesto a cualquier reforma que implique modificar su praxis docente.
Para lograr la formación de un ciudadano integral, se requiere generar en los docentes y directores en una nueva visión sobre el proceso educativo y ser sensibilizados en su participación como agentes de cambio e importancia para la transformación social.
Desde la Alianza por la Calidad Educativa propuesta por el Presidente Calderón (2008) y la anterior Reforma Educativa de Peña Nieto (2012), los docentes se han inconformado a los cambios que han sido propuestos. A ello, le sumamos la falta de incentivos y recategorización a los docentes por lo menos hasta septiembre del 2023.
Interesante pues la postura que los docentes asuman, una vez que regresen a las clases presenciales.
