Hace unos días el músico mexicano Ernesto Mendoza brindó un concierto y una charla sobre el Theremin en la sala Manuel M. Ponce del Centro Cultural Jardín Borda, donde dio a conocer este grandioso instrumento musical considerado como el único que se toca sin tocar, ya que se controla sin necesidad de contacto físico del intérprete.
Podría describirse como un instrumento mágico, pero no es así, en realidad hay una ciencia en la que se maneja la frecuencia y cualquier cuerpo que tenga la suficiente carga eléctrica, va a producir los sonidos; por eso el ejecutante debe tener una gran concentración, buen oído y sobre todo control de su cuerpo y respiración, porque las antenas captan todos los sonidos cercanos, expresó Ernesto Mendoza.
La fecha que más se le atribuye a su aparición es en 1920, por lo que el próximo año cumple 100 años. Es un instrumento de fuentes eléctricas y microtonal con un radio de frecuencia mucho mayor al de cualquier otro instrumento tradicional, es decir, tiene gran variedad de notas y es monofónico porque únicamente hace una sola voz. Está integrado por dos antenas, una vertical y otra horizontal en forma de curva que son las que producen el sonido o frecuencia, detalló Ernesto Mendoza.
La antena vertical es la que controla el tono o la frecuencia, mientras que la antena curva suele controlar el volumen del instrumento, el cual va a apareciendo conforma se separa la mano de la antena, entre más cerca esté es más bajo y entre más lejos esté la mano es más fuerte. A medida que el cuerpo se acerca a la antena vertical, el tono va a ser de más grave a más agudo y la captación de la antena es de todos lados posibles, es decir, cualquier cosa que se acerque a ella va a producir ese efecto de frecuencia. Las señales eléctricas del Theremin se amplifican y se envían a un altavoz.
El Theremín fue incluido en bandas sonoras de películas como Recuerda y Días sin huella compuestas por Miklós Rózsa, así como en Ultimátum a la Tierra de Bernard Herrmann. También se ha utilizado en temas para programas de televisión como la serie de ITV Los asesinatos de Midsomer.
Ernesto Mendoza señala que no se tiene un censo real de los ejecutantes de este instrumentos, pero son muy pocos a nivel mundial, incluso también existen alrededor de tres o cuatro libros donde se expresa una enseñanza para aprender a tocarlo.
Comentó que para aprender a tocar una pieza, depende de la complejidad que ésta tenga, pero puede tardar un par de semanas, estudiándola a través de la partitura o únicamente con el oído.