/ lunes 20 de enero de 2020

Código de seguridad

Nos encontramos en el interior de una plaza comercial en Cuernavaca “ Averanda” era el día 7 de diciembre, noche que se encendía el Árbol de Navidad, nosotros estábamos ahí porque mis nietas bailaban por parte de una escuela privada de baile, había una cantidad de personas realmente insoportable.

Eran las 7 pm. cuando sentados en un restaurante, mi hija se dio cuenta que no estaba una amiguita que se había quedado con ella superrecomendada por su mamá que la cuidará mucho. Empezamos preguntando en el restaurant que si habían visto a la niña, todo mundo se nos quedaba viendo, algunos no sabían ni que contestar, pero eso sí.. ninguna persona se levantó para apoyar en la búsqueda de la niña, después seguimos en la plaza corrimos a buscar a la seguridad que escasamente encontramos en la plaza para decirles, y en lugar de reaccionar rápido, empezaron a cuestionar sobre los datos de la niña, mi respuesta fue, después averiguan cuántos años tiene y cómo esta vestida . Ahorita comuníquense por radio con toda la seguridad de la plaza para que cierren entradas y salidas, pero,..¡claro! se me quedaban viendo como si estuviera enferma de la cabeza y no reaccionaban.

El tiempo pasaba y nuestra angustia cada vez mayor, pasan mil pensamientos , es una situación irreal, no sabes si está pasando o estás soñando. ¡Cuántos pensamientos en segundos devoran tu mente!

Con los ojos llenos de lágrimas, conmovida por los sufrimientos que debe pasar un pequeño que es alejado de su familia. Se crea en mi mente la historia de una niña que va a morir encerrada en un cuarto, entre el dolor y el miedo, es como si estuviera en trance.

Después de aproximadamente 8 minutos aparece otra amiga de mi hija que se había llevado a la niña con ella a una tienda; al ver a la niña y volver a la realidad, lo único que hizo mi hija fue detenerse porque ya no podía mantenerse de pie.

Al otro día ya en la calma mi hija decide escribir un “Protocolo de Seguridad” porque, como ella dijo, ese dolor no debe sufrirlo nadie. ¡Debemos crear un código de alerta! Lo importante es tratar de impedir que un niño (a) sea sacado del lugar .

Y se lo envío a grupos de mamás Ese código de Seguridad no tuvo mucha respuesta de esta parte de la sociedad en donde la mayoría son mamás jóvenes con niños chiquitos. Por lo tanto y aprovechando esta época del año, esperamos que el Espíritu Navideño nos ayude a desarrollar un sentimiento de solidaridad y amor hacia todas las personas .

Nos encontramos en el interior de una plaza comercial en Cuernavaca “ Averanda” era el día 7 de diciembre, noche que se encendía el Árbol de Navidad, nosotros estábamos ahí porque mis nietas bailaban por parte de una escuela privada de baile, había una cantidad de personas realmente insoportable.

Eran las 7 pm. cuando sentados en un restaurante, mi hija se dio cuenta que no estaba una amiguita que se había quedado con ella superrecomendada por su mamá que la cuidará mucho. Empezamos preguntando en el restaurant que si habían visto a la niña, todo mundo se nos quedaba viendo, algunos no sabían ni que contestar, pero eso sí.. ninguna persona se levantó para apoyar en la búsqueda de la niña, después seguimos en la plaza corrimos a buscar a la seguridad que escasamente encontramos en la plaza para decirles, y en lugar de reaccionar rápido, empezaron a cuestionar sobre los datos de la niña, mi respuesta fue, después averiguan cuántos años tiene y cómo esta vestida . Ahorita comuníquense por radio con toda la seguridad de la plaza para que cierren entradas y salidas, pero,..¡claro! se me quedaban viendo como si estuviera enferma de la cabeza y no reaccionaban.

El tiempo pasaba y nuestra angustia cada vez mayor, pasan mil pensamientos , es una situación irreal, no sabes si está pasando o estás soñando. ¡Cuántos pensamientos en segundos devoran tu mente!

Con los ojos llenos de lágrimas, conmovida por los sufrimientos que debe pasar un pequeño que es alejado de su familia. Se crea en mi mente la historia de una niña que va a morir encerrada en un cuarto, entre el dolor y el miedo, es como si estuviera en trance.

Después de aproximadamente 8 minutos aparece otra amiga de mi hija que se había llevado a la niña con ella a una tienda; al ver a la niña y volver a la realidad, lo único que hizo mi hija fue detenerse porque ya no podía mantenerse de pie.

Al otro día ya en la calma mi hija decide escribir un “Protocolo de Seguridad” porque, como ella dijo, ese dolor no debe sufrirlo nadie. ¡Debemos crear un código de alerta! Lo importante es tratar de impedir que un niño (a) sea sacado del lugar .

Y se lo envío a grupos de mamás Ese código de Seguridad no tuvo mucha respuesta de esta parte de la sociedad en donde la mayoría son mamás jóvenes con niños chiquitos. Por lo tanto y aprovechando esta época del año, esperamos que el Espíritu Navideño nos ayude a desarrollar un sentimiento de solidaridad y amor hacia todas las personas .

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