/ martes 16 de marzo de 2021

Amelia, la coronela que nunca renunció a su identidad como hombre

Hola queridos lectores. Continuamos en el mes de las mujeres. Así que seguimos recorriendo aquellos capítulos, quizá breves, pero no por menos sustanciosos. De aquellas féminas que levantaron un rifle y aprendieron a defender las causas de justicia social. Situándose como fieles aliadas de los hombres. Son las mujeres revolucionarias.

Y hubo una mujer guerrerense que combatió en las filas zapatistas y que vino a romper con los esquemas de la época. Su nombre es Malaquías Amelia de Jesús Robles Ávila.

Amelia de Jesús nació el 3 de noviembre de 1889 en Xochipala, un pueblo ubicado a 42 kilómetros al norte de Chilpancingo y a 60 al sur de Iguala, en el municipio de Zumpango del Río, Guerrero.

La menor de tres hijos del matrimonio de Casimiro Robles y Josefa Ávila. Fue niña de campo, pero no pobre. Su padre era un ranchero de buena posición. Casimiro poseía una extensión considerable de tierra. Una fábrica de mezcal y durante algún tiempo, se desempeñó como ayudante del comisario del lugar.

Amelia fue a la escuela primaria y recibió una educación católica. También aprendió a coser, lavar y planchar como cualquier otra niña de su época. Aunque a la pequeña también le gustaba montar y domar caballos. Ordeñar y manejar armas.

Amelia y el zapatismo

El vínculo de Amelia con el zapatismo fue menos ideológico que vital.

Llena de contrastes. Cuando ella se veía al espejo como mujer y aún con ello se ponía pantalón y camisa de manta, sombrero y arma. La mujer que alcanzó el grado de coronela en el ejército de Zapata, quien al parecer le tenía buena estima.

Así fue como logró confundirse entre los otros hombres de combate. Sin que uno repare.

En noviembre de 1918, Amelia abandonó el ejército Libertador del Sur, de Zapata. Entregó las armas y se presentó ante la jefatura de operaciones militares de Guerrero al frente de 315 hombres. A cambio Amelia recibió el indulto del gobierno de Venustiano Carranza.

Después de la revolución vinieron tiempos de ajustes, traiciones, levantamientos y más sangre. Así que la coronela regresó a tomar las armas y en 1924 se replegó al batallón de Álvaro Obregón, entonces presidente de México.

Su transformación

Al final de aquel periodo bélico. Amelia decidió transformarse de manera definitiva en el coronel. Nunca más permitió que la llamaran Amelia Robles, la güera Robles o la coronela.

Amelio Robles Ávila murió hombre en 1980. Ella y él son la misma persona. Una que tomó las armas, vistió de hombre y entró al ejército de Emiliano Zapata.

¿transgénero? Sí. Tal vez uno de los primeros casos conocidos y documentados en nuestro país. Amelia fue una mujer que desde muy joven cambió las enaguas por el pantalón. Eligió una imagen y una vida de hombre en los años 20´s del siglo pasado.

¿quién sabe si en aquel tiempo para ella fue más difícil para ella asumirse lesbiana que transgénero?

Lo cierto es que ella o él se atrevió a vivir un tránsito de identidad de género en plena etapa conservadora.

Oficialmente, Amelio Robles tuvo que esperar hasta 1970 para que lo reconocieran veterano de la revolución y aprobaran su ingreso a la legión de honor de la revolución mexicana.

Hoy aún después de su deceso, todavía hay rastros del nombre que él en algún momento enterró. En su pueblo existe una escuela primaria y un museo que fue su casa, llevan el nombre de Coronela Amelia Robles.

Hola queridos lectores. Continuamos en el mes de las mujeres. Así que seguimos recorriendo aquellos capítulos, quizá breves, pero no por menos sustanciosos. De aquellas féminas que levantaron un rifle y aprendieron a defender las causas de justicia social. Situándose como fieles aliadas de los hombres. Son las mujeres revolucionarias.

Y hubo una mujer guerrerense que combatió en las filas zapatistas y que vino a romper con los esquemas de la época. Su nombre es Malaquías Amelia de Jesús Robles Ávila.

Amelia de Jesús nació el 3 de noviembre de 1889 en Xochipala, un pueblo ubicado a 42 kilómetros al norte de Chilpancingo y a 60 al sur de Iguala, en el municipio de Zumpango del Río, Guerrero.

La menor de tres hijos del matrimonio de Casimiro Robles y Josefa Ávila. Fue niña de campo, pero no pobre. Su padre era un ranchero de buena posición. Casimiro poseía una extensión considerable de tierra. Una fábrica de mezcal y durante algún tiempo, se desempeñó como ayudante del comisario del lugar.

Amelia fue a la escuela primaria y recibió una educación católica. También aprendió a coser, lavar y planchar como cualquier otra niña de su época. Aunque a la pequeña también le gustaba montar y domar caballos. Ordeñar y manejar armas.

Amelia y el zapatismo

El vínculo de Amelia con el zapatismo fue menos ideológico que vital.

Llena de contrastes. Cuando ella se veía al espejo como mujer y aún con ello se ponía pantalón y camisa de manta, sombrero y arma. La mujer que alcanzó el grado de coronela en el ejército de Zapata, quien al parecer le tenía buena estima.

Así fue como logró confundirse entre los otros hombres de combate. Sin que uno repare.

En noviembre de 1918, Amelia abandonó el ejército Libertador del Sur, de Zapata. Entregó las armas y se presentó ante la jefatura de operaciones militares de Guerrero al frente de 315 hombres. A cambio Amelia recibió el indulto del gobierno de Venustiano Carranza.

Después de la revolución vinieron tiempos de ajustes, traiciones, levantamientos y más sangre. Así que la coronela regresó a tomar las armas y en 1924 se replegó al batallón de Álvaro Obregón, entonces presidente de México.

Su transformación

Al final de aquel periodo bélico. Amelia decidió transformarse de manera definitiva en el coronel. Nunca más permitió que la llamaran Amelia Robles, la güera Robles o la coronela.

Amelio Robles Ávila murió hombre en 1980. Ella y él son la misma persona. Una que tomó las armas, vistió de hombre y entró al ejército de Emiliano Zapata.

¿transgénero? Sí. Tal vez uno de los primeros casos conocidos y documentados en nuestro país. Amelia fue una mujer que desde muy joven cambió las enaguas por el pantalón. Eligió una imagen y una vida de hombre en los años 20´s del siglo pasado.

¿quién sabe si en aquel tiempo para ella fue más difícil para ella asumirse lesbiana que transgénero?

Lo cierto es que ella o él se atrevió a vivir un tránsito de identidad de género en plena etapa conservadora.

Oficialmente, Amelio Robles tuvo que esperar hasta 1970 para que lo reconocieran veterano de la revolución y aprobaran su ingreso a la legión de honor de la revolución mexicana.

Hoy aún después de su deceso, todavía hay rastros del nombre que él en algún momento enterró. En su pueblo existe una escuela primaria y un museo que fue su casa, llevan el nombre de Coronela Amelia Robles.

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