/ miércoles 3 de enero de 2024

Mexicana de nuevo navega en el espacio aéreo nacional

Después de 13 años de no prestar servicio a los usuarios en el espacio aéreo del país, la Compañía Mexicana de Aviación levantó el vuelo y realizó su primer viaje de la ciudad de México hacia el aeropuerto de Tulum, ahora como una empresa pública del estado mexicano destinada a impulsar el desarrollo económico regional y nacional.

El pasado 26 de diciembre, una aeronave Boeing 737-800 de la mencionada empresa –ahora administrada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena)—despegó del aeropuerto “Felipe Ángeles” (AIFA) en su primer viaje con destino a Tulum, en Quintana Roo. Este vuelo se realizó dentro del nuevo esquema de servicio público, y por lo mismo cobrando una tarifa inferior al costo de las empresas privadas. Los precios de sus vuelos son los más baratos del mercado aéreo nacional, y se manejan aplicando la tarifa única (es decir, sin cobros extras) en tanto los pasajeros tendrán la posibilidad de transportar hasta 25 kilos de equipaje por persona, sin cargo adicional.

Los medios corporativos destacaron que este primer vuelo Mexicana no aterrizó en Tulum, sino en Mérida. Cabe aclarar que no fue un aterrizaje de emergencia, sino por completo natural, ya que en Tulum no había condiciones meteorológicas adecuadas para realizarlo. Algunos medios dijeron que “el vuelo se perdió” o que fue un fracaso. Esta afirmación está lejos de la verdad, por las razones mencionadas.

Al inicio de sus operaciones, Mexicana de Aviación realizará viajes redondos a 14 destinos diferentes. En este momento la empresa cuenta con 5 aviones (tres Boeing 737-800 y dos Embraer-145) todos certificados por los más rigurosos controles de calidad. A partir de 2024, adquirirá al menos otras 5 aeronaves de fabricación norteamericana, en diversas modalidades, con el fin de ampliar su cobertura. Los destinos que cubren los vuelos son: Tijuana, Monterrey, Mazatlán, Guadalajara, Puerto Vallarta, Ixtapa-Zihuatanejo, Acapulco, Palenque, Villahermosa, Chetumal, Tulum, Mérida, Campeche y Ciudad Victoria.

El general José Gerardo Vega Rivera –quien fuera director del Colegio del Aire, comandante de la Fuerza Aérea Mexicana, y hoy es titular del corporativo “Olmeca-Maya-Mexica”—explicó en conferencia de prensa que la nueva empresa de aviación se fusionará con el organismo que preside, y formará parte de un complejo que incluye 12 aeropuertos civiles, 6 hoteles y el Parque “La Plancha” ubicado en Mérida, Yucatán.

Mexicana de Aviación es la empresa aérea más antigua de México, y una de las 4 más antiguas del mundo. Voló por primera vez el 12 de julio de 1921 en la ruta México-Tampico-Tuxpan, llevando las nóminas de los trabajadores petroleros, así como equipo técnico y avances para apoyar el desarrollo de la industria petrolera. (Como anécdota: ese primer vuelo también aterrizó en un aeropuerto alterno, por la misma causa: en el aeropuerto de destino había un banco de niebla).

En 1929, la línea aérea estadunidense Panamerican Airways adquirió la empresa, por lo que se convirtió en la primera línea mexicana en proporcionar el servicio de jet. Ese vuelo fue comandado por el capitán piloto Andrés Fabre Terán, quien fue además el fundador de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) organización de los pilotos mexicanos de todas las líneas para la defensa de sus intereses.

En 1960, el consorcio encabezado por Crescencio Ballesteros adquirió la línea. Bajo su mando, Mexicana de Aviación se convirtió en la más grande de América Latina. Hubo después manejos irregulares, hasta que el gobierno federal compró en 1982 el 54 por ciento de las acciones. En 1990 Aeroméxico la adquirió, aunque ambas líneas operaron de forma separada. En 1995 Mexicana de Aviación pasó a ser parte de la empresa pública concentradora Cintra.

En 2005, en pago por los apoyos que recibió en su campaña electoral, Vicente Fox entregó Cintra al Grupo Posadas, encabezado por Gastón Azcárraga, quien a partir de ese momento formó un conglomerado y realizó maniobras financieras fraudulentas, de manera que los pasivos se quedaron en Mexicana, mientras otras empresas de su “Nuevo Grupo Aeronáutico” la fueron despojando de su clientela.

La maniobra tuvo como uno de sus fines “limpiar” las empresas del Grupo, dejando a MdeA con todas las deudas. En el año 2010, en condiciones de extrema debilidad, Mexicana dejó de operar, suspendió los vuelos y todo el personal perdió su empleo, salarios y prestaciones. En 2014 un juez la declaró la quiebra. Nueve de sus aviones fueron embargados en garantía del pago de sus pasivos laborales.

A partir de 209, el presidente López Obrador realizó trámites legales para rescatar a la empresa, pero no fue posible. En cumplimiento de su promesa electoral, AMLO autorizó el pago de 817 millones de pesos por el valor de la marca y varios activos de la empresa. Con ese dinero, se pudo cubrir una parte del pago al personal que quedó sin empleo por la quiebra.

En esta nueva etapa, Mexicana recontrató a parte de ese personal, para aprovechar su experiencia. La lucha de más de 7 mil trabajadores sigue en pie, ya que sus abogados demandaron en tiempo y forma a Gastón Azcárraga, y el proceso continúa vigente en diversos juicios laborales. Los trabajadores no cejarán hasta que el defraudador “devuelva al pueblo lo robado”, según lo han expresado.

Es importante tomar en cuenta que el gobierno federal no realizó la compra de la marca Mexicana solo por razones históricas. El fin principal es ejercer la soberanía nacional sobre el espacio aéreo del país, además de prestar un servicio más barato a los ciudadanos, y por lo tanto estimular el desarrollo al ofrecer servicios más adecuados a las personas y a la conectividad regional.

Por otra parte, el plan de arranque financiero de la empresa tendrá un costo de 126 millones de pesos, que serán cubiertos con recursos públicos. Este costo es relativamente barato, si se toma en cuenta que significa el rescate de la marca, la infraestructura, la tradición y el prestigio histórico de la empresa aérea más antigua y acreditada del país. A los gobiernos neoliberales no les interesaba la soberanía sobre el espacio aéreo ni el servicio a las diversas regiones, sino solo las ganancias privadas.

A los actuales críticos del gobierno en relación con Mexicana de Aviación, se les debe recordar que Interjet, Volaris y VivaAerobús, empresas privadas, también recibieron fuertes subsidios de los gobiernos anteriores. A pesar de tales apoyos, Interjet fue declarada en quiebra en febrero de 2023 y actualmente sus activos están en remate.












Después de 13 años de no prestar servicio a los usuarios en el espacio aéreo del país, la Compañía Mexicana de Aviación levantó el vuelo y realizó su primer viaje de la ciudad de México hacia el aeropuerto de Tulum, ahora como una empresa pública del estado mexicano destinada a impulsar el desarrollo económico regional y nacional.

El pasado 26 de diciembre, una aeronave Boeing 737-800 de la mencionada empresa –ahora administrada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena)—despegó del aeropuerto “Felipe Ángeles” (AIFA) en su primer viaje con destino a Tulum, en Quintana Roo. Este vuelo se realizó dentro del nuevo esquema de servicio público, y por lo mismo cobrando una tarifa inferior al costo de las empresas privadas. Los precios de sus vuelos son los más baratos del mercado aéreo nacional, y se manejan aplicando la tarifa única (es decir, sin cobros extras) en tanto los pasajeros tendrán la posibilidad de transportar hasta 25 kilos de equipaje por persona, sin cargo adicional.

Los medios corporativos destacaron que este primer vuelo Mexicana no aterrizó en Tulum, sino en Mérida. Cabe aclarar que no fue un aterrizaje de emergencia, sino por completo natural, ya que en Tulum no había condiciones meteorológicas adecuadas para realizarlo. Algunos medios dijeron que “el vuelo se perdió” o que fue un fracaso. Esta afirmación está lejos de la verdad, por las razones mencionadas.

Al inicio de sus operaciones, Mexicana de Aviación realizará viajes redondos a 14 destinos diferentes. En este momento la empresa cuenta con 5 aviones (tres Boeing 737-800 y dos Embraer-145) todos certificados por los más rigurosos controles de calidad. A partir de 2024, adquirirá al menos otras 5 aeronaves de fabricación norteamericana, en diversas modalidades, con el fin de ampliar su cobertura. Los destinos que cubren los vuelos son: Tijuana, Monterrey, Mazatlán, Guadalajara, Puerto Vallarta, Ixtapa-Zihuatanejo, Acapulco, Palenque, Villahermosa, Chetumal, Tulum, Mérida, Campeche y Ciudad Victoria.

El general José Gerardo Vega Rivera –quien fuera director del Colegio del Aire, comandante de la Fuerza Aérea Mexicana, y hoy es titular del corporativo “Olmeca-Maya-Mexica”—explicó en conferencia de prensa que la nueva empresa de aviación se fusionará con el organismo que preside, y formará parte de un complejo que incluye 12 aeropuertos civiles, 6 hoteles y el Parque “La Plancha” ubicado en Mérida, Yucatán.

Mexicana de Aviación es la empresa aérea más antigua de México, y una de las 4 más antiguas del mundo. Voló por primera vez el 12 de julio de 1921 en la ruta México-Tampico-Tuxpan, llevando las nóminas de los trabajadores petroleros, así como equipo técnico y avances para apoyar el desarrollo de la industria petrolera. (Como anécdota: ese primer vuelo también aterrizó en un aeropuerto alterno, por la misma causa: en el aeropuerto de destino había un banco de niebla).

En 1929, la línea aérea estadunidense Panamerican Airways adquirió la empresa, por lo que se convirtió en la primera línea mexicana en proporcionar el servicio de jet. Ese vuelo fue comandado por el capitán piloto Andrés Fabre Terán, quien fue además el fundador de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) organización de los pilotos mexicanos de todas las líneas para la defensa de sus intereses.

En 1960, el consorcio encabezado por Crescencio Ballesteros adquirió la línea. Bajo su mando, Mexicana de Aviación se convirtió en la más grande de América Latina. Hubo después manejos irregulares, hasta que el gobierno federal compró en 1982 el 54 por ciento de las acciones. En 1990 Aeroméxico la adquirió, aunque ambas líneas operaron de forma separada. En 1995 Mexicana de Aviación pasó a ser parte de la empresa pública concentradora Cintra.

En 2005, en pago por los apoyos que recibió en su campaña electoral, Vicente Fox entregó Cintra al Grupo Posadas, encabezado por Gastón Azcárraga, quien a partir de ese momento formó un conglomerado y realizó maniobras financieras fraudulentas, de manera que los pasivos se quedaron en Mexicana, mientras otras empresas de su “Nuevo Grupo Aeronáutico” la fueron despojando de su clientela.

La maniobra tuvo como uno de sus fines “limpiar” las empresas del Grupo, dejando a MdeA con todas las deudas. En el año 2010, en condiciones de extrema debilidad, Mexicana dejó de operar, suspendió los vuelos y todo el personal perdió su empleo, salarios y prestaciones. En 2014 un juez la declaró la quiebra. Nueve de sus aviones fueron embargados en garantía del pago de sus pasivos laborales.

A partir de 209, el presidente López Obrador realizó trámites legales para rescatar a la empresa, pero no fue posible. En cumplimiento de su promesa electoral, AMLO autorizó el pago de 817 millones de pesos por el valor de la marca y varios activos de la empresa. Con ese dinero, se pudo cubrir una parte del pago al personal que quedó sin empleo por la quiebra.

En esta nueva etapa, Mexicana recontrató a parte de ese personal, para aprovechar su experiencia. La lucha de más de 7 mil trabajadores sigue en pie, ya que sus abogados demandaron en tiempo y forma a Gastón Azcárraga, y el proceso continúa vigente en diversos juicios laborales. Los trabajadores no cejarán hasta que el defraudador “devuelva al pueblo lo robado”, según lo han expresado.

Es importante tomar en cuenta que el gobierno federal no realizó la compra de la marca Mexicana solo por razones históricas. El fin principal es ejercer la soberanía nacional sobre el espacio aéreo del país, además de prestar un servicio más barato a los ciudadanos, y por lo tanto estimular el desarrollo al ofrecer servicios más adecuados a las personas y a la conectividad regional.

Por otra parte, el plan de arranque financiero de la empresa tendrá un costo de 126 millones de pesos, que serán cubiertos con recursos públicos. Este costo es relativamente barato, si se toma en cuenta que significa el rescate de la marca, la infraestructura, la tradición y el prestigio histórico de la empresa aérea más antigua y acreditada del país. A los gobiernos neoliberales no les interesaba la soberanía sobre el espacio aéreo ni el servicio a las diversas regiones, sino solo las ganancias privadas.

A los actuales críticos del gobierno en relación con Mexicana de Aviación, se les debe recordar que Interjet, Volaris y VivaAerobús, empresas privadas, también recibieron fuertes subsidios de los gobiernos anteriores. A pesar de tales apoyos, Interjet fue declarada en quiebra en febrero de 2023 y actualmente sus activos están en remate.