/ miércoles 15 de noviembre de 2023

Marcelo Ebrard decidió permanecer en la izquierda

Después de muchos desencuentros con la dirección de la coalición de izquierda (Morena-PT-PVEM) al final de un accidentado proceso político, Marcelo Ebrard –excanciller de la República—decidió permanecer en las filas del movimiento de transformación, y junto con su grupo de adherentes políticos participará en diversas tareas políticas.

Asimismo, Ebrard dio a conocer que sostuvo conversaciones con Claudia Sheinbaum y ha podido palpar un ánimo conciliador e incluyente de su parte. No aclaró si –como lo indicaba la convocatoria—aceptará una posición como precandidato a senador, pero afirmó en tono contundente que siempre tendrá aspiraciones de llegar a la Presidencia de la República.

Antes de llegar a este final, recordemos los antecedentes. Siempre hubo tensiones y jaloneos con Ebrard. Las encuestas de Morena que culminaron el 26 de septiembre pasado con el triunfo de Claudia Sheinbaum como virtual precandidata de la izquierda, trajeron como resultado la impugnación del excanciller, lo que generó múltiples consecuencias en el ámbito político y legislativo, presentadas por el grupo de legisladores que lo apoyó en su campaña.

Marcelo Ebrard envió después de su derrota, una protesta y una solicitud a la dirección política de Morena con el fin de que el partido guinda anulara el proceso en su conjunto, alegando que las encuestas se realizaron de manera irregular y fraudulenta, usando acarreos, compra de votos y otras argucias. Al respecto presentó acusaciones contra varios gobernadores de los estados, y principalmente contra la secretaría del Bienestar del gobierno federal, a quien acusó de favorecer a la aspirante que resultó triunfadora.

Marcelo pretendía que la Comisión de Honestidad y Justicia de Morena, en caso de no anular el proceso, le enviara un documento explicando las razones de su rechazo. Pero en la CNHyJ de Morena apenas en estos primeros días de noviembre están citando a los testigos indicados por el propio Ebrard, en un lento proceso que posiblemente concluya dentro de un mes. Marcelo Ebrard reiteró en su discurso que seguirá insistiendo en que continúe abierto este expediente.

Durante los meses de septiembre y octubre, en el medio político se hicieron especulaciones acerca de su salida de Morena y el papel que podría jugar Ebrard como candidato de Movimiento Ciudadano (MC) a la presidencia de la República. Incluso varias casas encuestadoras hicieron preguntas a la población acerca de las preferencias que obtendría Ebrard como aspirante del partido naranja.

También se hizo del conocimiento público que hubo negociaciones simultáneas entre el excanciller y los partidos MC y Morena, en las cuales Ebrard pidió se entregaran las principales candidaturas a miembros de su grupo, tanto al Senado como a la Cámara de Diputados, sin excluir posiciones estatales y municipales.

En la relación con Morena, Ebrard solicitó se le entregaran hasta 27% de las principales candidaturas en el Senado y la Cámara de Diputados. Con este juego, quedó claro que el interés central de Ebrard fue siempre la de obtener las mayores ventajas políticas para él y su grupo de simpatizantes, que ocupan diversos cargos en el Senado y la Cámara de Diputados.

Marcelo Ebrard fijó primero la fecha del 2 de noviembre para que Morena diera una respuesta oficial a sus peticiones. Más tarde extendió el plazo hasta el día 12 de noviembre, por cierto, fecha establecida por Movimiento Ciudadano (MC) para quienes quisieran inscribirse como aspirantes.

Finalmente, el excanciller no obtuvo ninguna respuesta de Morena. Por el contrario, Samuel García, gobernador con licencia de Nuevo León, fue inscrito el domingo 12 de noviembre como aspirante del partido naranja a la Presidencia de la República. Previamente se inscribió en MC la senadora Indira Kempis como candidata externa. Las puertas de MC quedaron cerradas para Marcelo Ebrard.

Es importante señalar ciertos rasgos de la conducta política de varios personajes del entorno político cercano a Marcelo Ebrard. La larga y tensa indefinición política del excanciller puso los nervios de punta a sus adherentes, lo cual quedó de manifiesto durante varios episodios. Por ejemplo: los “marcelistas” ofrecieron una fuerte y ruidosa resistencia a los planteamientos de la izquierda, durante el reciente debate del Presupuesto de Egresos de la Federación, que fue finalmente aprobado por mayoría en la Cámara de Diputados.

El caso más ruidoso fue el de la exconductora de TV Azteca, Claudia Selene Ávila Rojas, diputada y miembro del grupo “marcelista”, quien acusó a los diputados de izquierda de “traicionar” al pueblo de Acapulco por no otorgar más recursos para los damnificados por el huracán “Otis”. Aunque se le proporcionaron datos, la legisladora no entendió razones. Se le informó claramente que a la población costeña damnificada de Guerrero ya se le había otorgado suficiente presupuesto para atender sus necesidades en el presente ejercicio, así como para poner en marcha de nuevo la economía del puerto, basada en el turismo. Y se aplicarán más recursos federales para el ejercicio de 2024.

Otro tanto ocurrió con Malú Micher, senadora de Guanajuato y una de las más cercanas colaboradoras de Ebrard. El día en que se dieron a conocer los votos de la población en la consulta de la izquierda, Malú Micher hizo declaraciones estruendosas quejándose de que “la policía” de la CdMx la había golpeado y se le habían cerrado las puertas del hotel donde se realizaban los trabajos de cómputo.

En realidad, no hubo policías de la CdMx en las puertas del mencionado hotel; eran policías contratados en lo particular por la empresa. Y lo más importante es que el acuerdo de los dirigentes con los representantes de las casas encuestadoras y de los aspirantes, fue en el sentido de que nadie podría salir del recinto por razones de seguridad. Y en caso de salir, no podrían entrar de nuevo.

Más adelante, en una reunión del Senado, Malú Micher se dirigió en tono airado a Citlalli Hernández, secretaria general de Morena, diciéndole que en ese momento renunciaba a su militancia en Morena. Aunque más adelante pidió disculpas por haber perdido la serenidad, no quedó claro si finalmente la legisladora guanajuatense haría efectiva su renuncia.

Hoy ha quedado muy claro que la senadora de Guanajuato no renunció. Por el contrario, se permitió felicitar a Clara Brugada por su triunfo en la Ciudad de México para encabezar a la izquierda en las elecciones del 2024. Con estos episodios concluyeron los jaloneos por el asunto de la candidatura presidencial.

Después de muchos desencuentros con la dirección de la coalición de izquierda (Morena-PT-PVEM) al final de un accidentado proceso político, Marcelo Ebrard –excanciller de la República—decidió permanecer en las filas del movimiento de transformación, y junto con su grupo de adherentes políticos participará en diversas tareas políticas.

Asimismo, Ebrard dio a conocer que sostuvo conversaciones con Claudia Sheinbaum y ha podido palpar un ánimo conciliador e incluyente de su parte. No aclaró si –como lo indicaba la convocatoria—aceptará una posición como precandidato a senador, pero afirmó en tono contundente que siempre tendrá aspiraciones de llegar a la Presidencia de la República.

Antes de llegar a este final, recordemos los antecedentes. Siempre hubo tensiones y jaloneos con Ebrard. Las encuestas de Morena que culminaron el 26 de septiembre pasado con el triunfo de Claudia Sheinbaum como virtual precandidata de la izquierda, trajeron como resultado la impugnación del excanciller, lo que generó múltiples consecuencias en el ámbito político y legislativo, presentadas por el grupo de legisladores que lo apoyó en su campaña.

Marcelo Ebrard envió después de su derrota, una protesta y una solicitud a la dirección política de Morena con el fin de que el partido guinda anulara el proceso en su conjunto, alegando que las encuestas se realizaron de manera irregular y fraudulenta, usando acarreos, compra de votos y otras argucias. Al respecto presentó acusaciones contra varios gobernadores de los estados, y principalmente contra la secretaría del Bienestar del gobierno federal, a quien acusó de favorecer a la aspirante que resultó triunfadora.

Marcelo pretendía que la Comisión de Honestidad y Justicia de Morena, en caso de no anular el proceso, le enviara un documento explicando las razones de su rechazo. Pero en la CNHyJ de Morena apenas en estos primeros días de noviembre están citando a los testigos indicados por el propio Ebrard, en un lento proceso que posiblemente concluya dentro de un mes. Marcelo Ebrard reiteró en su discurso que seguirá insistiendo en que continúe abierto este expediente.

Durante los meses de septiembre y octubre, en el medio político se hicieron especulaciones acerca de su salida de Morena y el papel que podría jugar Ebrard como candidato de Movimiento Ciudadano (MC) a la presidencia de la República. Incluso varias casas encuestadoras hicieron preguntas a la población acerca de las preferencias que obtendría Ebrard como aspirante del partido naranja.

También se hizo del conocimiento público que hubo negociaciones simultáneas entre el excanciller y los partidos MC y Morena, en las cuales Ebrard pidió se entregaran las principales candidaturas a miembros de su grupo, tanto al Senado como a la Cámara de Diputados, sin excluir posiciones estatales y municipales.

En la relación con Morena, Ebrard solicitó se le entregaran hasta 27% de las principales candidaturas en el Senado y la Cámara de Diputados. Con este juego, quedó claro que el interés central de Ebrard fue siempre la de obtener las mayores ventajas políticas para él y su grupo de simpatizantes, que ocupan diversos cargos en el Senado y la Cámara de Diputados.

Marcelo Ebrard fijó primero la fecha del 2 de noviembre para que Morena diera una respuesta oficial a sus peticiones. Más tarde extendió el plazo hasta el día 12 de noviembre, por cierto, fecha establecida por Movimiento Ciudadano (MC) para quienes quisieran inscribirse como aspirantes.

Finalmente, el excanciller no obtuvo ninguna respuesta de Morena. Por el contrario, Samuel García, gobernador con licencia de Nuevo León, fue inscrito el domingo 12 de noviembre como aspirante del partido naranja a la Presidencia de la República. Previamente se inscribió en MC la senadora Indira Kempis como candidata externa. Las puertas de MC quedaron cerradas para Marcelo Ebrard.

Es importante señalar ciertos rasgos de la conducta política de varios personajes del entorno político cercano a Marcelo Ebrard. La larga y tensa indefinición política del excanciller puso los nervios de punta a sus adherentes, lo cual quedó de manifiesto durante varios episodios. Por ejemplo: los “marcelistas” ofrecieron una fuerte y ruidosa resistencia a los planteamientos de la izquierda, durante el reciente debate del Presupuesto de Egresos de la Federación, que fue finalmente aprobado por mayoría en la Cámara de Diputados.

El caso más ruidoso fue el de la exconductora de TV Azteca, Claudia Selene Ávila Rojas, diputada y miembro del grupo “marcelista”, quien acusó a los diputados de izquierda de “traicionar” al pueblo de Acapulco por no otorgar más recursos para los damnificados por el huracán “Otis”. Aunque se le proporcionaron datos, la legisladora no entendió razones. Se le informó claramente que a la población costeña damnificada de Guerrero ya se le había otorgado suficiente presupuesto para atender sus necesidades en el presente ejercicio, así como para poner en marcha de nuevo la economía del puerto, basada en el turismo. Y se aplicarán más recursos federales para el ejercicio de 2024.

Otro tanto ocurrió con Malú Micher, senadora de Guanajuato y una de las más cercanas colaboradoras de Ebrard. El día en que se dieron a conocer los votos de la población en la consulta de la izquierda, Malú Micher hizo declaraciones estruendosas quejándose de que “la policía” de la CdMx la había golpeado y se le habían cerrado las puertas del hotel donde se realizaban los trabajos de cómputo.

En realidad, no hubo policías de la CdMx en las puertas del mencionado hotel; eran policías contratados en lo particular por la empresa. Y lo más importante es que el acuerdo de los dirigentes con los representantes de las casas encuestadoras y de los aspirantes, fue en el sentido de que nadie podría salir del recinto por razones de seguridad. Y en caso de salir, no podrían entrar de nuevo.

Más adelante, en una reunión del Senado, Malú Micher se dirigió en tono airado a Citlalli Hernández, secretaria general de Morena, diciéndole que en ese momento renunciaba a su militancia en Morena. Aunque más adelante pidió disculpas por haber perdido la serenidad, no quedó claro si finalmente la legisladora guanajuatense haría efectiva su renuncia.

Hoy ha quedado muy claro que la senadora de Guanajuato no renunció. Por el contrario, se permitió felicitar a Clara Brugada por su triunfo en la Ciudad de México para encabezar a la izquierda en las elecciones del 2024. Con estos episodios concluyeron los jaloneos por el asunto de la candidatura presidencial.