/ miércoles 23 de marzo de 2022

Stanley Kubrick: elementos de cine moderno

“Si puede ser escrito o pensado, puede ser filmado”

Stanley Kubrick.

Hablar de Stanley Kubrick es hablar de uno de los cineastas más reconocidos en la historia del cine.

Personaje apasionado a la música del jazz y al ajedrez, con un gran ojo fotográfico, perfeccionista con sus obras cinematográficas que abordaron diferentes temáticas, Stanley Kubrick fue un director innovador imprimiendo un sello particular a sus películas, siendo objeto de admiración de directores como David Lynch, Martin Scorsese, Steven Spielberg o Christopher Nolan.

Si bien es cierto, Kubrick como director de cine tiene sus comienzos en Hollywood, cuya industria cinematográfica se caracteriza por el cine tradicional, vemos en el director de “Barry Lyndon” (película estrenada en México el 31 de marzo de 1977) esa transición de un cine clásico a un cine moderno.

Pero ¿cuál es la diferencia entre el cine clásico y el moderno? El cine clásico es aquel cuya estructura narrativa es lineal, es decir, tiene un inicio, un desarrollo y un fin, este último generalmente es un final feliz, ya que se enfoca a un público masivo y especialmente pasivo, mediante historias digeribles con el objeto de ser vendibles a un gran número de espectadores, de ahí que la industria cinematográfica de Hollywood se caracteriza por ser su gran exponente; sin embargo, el cine moderno busca romper ese paradigma de un cine donde el espectador y el director sean elementos más de la película. Con el cine moderno se busca que el espectador sea un agente activo, es decir, que lo impulse a darle varias interpretaciones a la historia cuya estructura puede ser presentada en diferente orden, ya que en este sentido, el director Jean-Luc Godard dice que una película tiene un principio, un desarrollo y un final pero que no necesariamente debe ser presentada en ese orden. Otro aspecto importante de este tipo de cine es la figura del director, quien se ve como un creador artístico, por lo que la película no es un producto comercial de los grandes estudios cinematográficos sino un trabajo autoral plasmando nuevas temáticas y personajes más profundos de análisis, de tal manera que no se busca entretener sino despertar una reflexión con historias que pueden ser presentadas de manera fragmentada. Quizás sirva de ejemplo ahora que está en el plano mediático la cinta “The Batman”, donde recordemos que Tim Burton imprimió su estilo oscuro en la película “Batman Returns”, ya que la compañía cinematográfica le dejó libertad creativa derivada del éxito de la película “Batman” de 1989; sin embargo, al ver la segunda película del Hombre Murciélago, se decidió quitar a Burton para la tercera entrega, poniendo como director de “Batman Forever” a Joel Schumacher, quien hizo un par de películas enfocadas a ser taquilleras según lo solicitado por Warner Bros, por lo que percibimos dos estilos diferentes, una obra más autoral con Burton y una netamente confeccionada para vender figuras de acción con Schumacher. Y bien, si no bastó con el ejemplo anterior, siguiendo la misma línea, la película “Joker” protagonizada por Joaquín Phoenix es un claro ejemplo de un filme con elementos de cine moderno a pesar de ser una película con un éxito taquillero derivado de lo que implica el personaje, donde muchos espectadores se cuestionaron sobre el final o gran parte de lo expuesto en la historia, que no tenía una estructura lineal, mostrando un contenido con una problemática más profunda de análisis que si se tratara de la trama clásica de buenos contra malos con un final feliz.

Pero bien, volviendo a Stanley Kubrick, vemos en “The Killing” (“Casta De Malditos” en Latinoamérica) elementos de cine moderno a pesar de ser una producción de Hollywood, ya que Kubrick aborda un discurso fragmentado y con saltos temporales en la historia con temas como la moralidad, la traición, el racismo y la muerte, no muy convencionales para la época (es una cinta de 1956). Otro filme importante en el haber de Kubrick es “Lolita” (1962) donde es importante mencionar que a partir de esta cinta, las sucesivas obras cinematográficas del director nacido en Nueva York pero nacionalizado británico, se basaran en obras literarias, siendo otro factor que caracteriza al cine moderno.

Sin duda, “2001: Odisea Del Espacio” y “Naranja Mecánica”, son muestras de cintas de un cine que escapa a los estándares de lo tradicional al más puro estilo de Hollywood, donde en dichos filmes, quizás los más reconocidos de Kubrick, encontramos historias no muy digeribles para las personas, se trata de obras con temáticas sobre la violencia, el biopoder, las estructuras institucionales en decadencia con un espejismo de avance tecnológico, que plasman esas problemáticas sociales y antropológicas que se vuelven más o menos perceptibles según la época pero que generan la interrogante de que en la postmodernidad ¿estamos en una evolución o en un retroceso? Y es precisamente lo que el cine más allá de verlo como un instrumento de entrenamiento, sea visto como un elemento para la reflexión.

Twitter: @jcarlosjaimes

Facebook: Juan Carlos Jaimes

“Si puede ser escrito o pensado, puede ser filmado”

Stanley Kubrick.

Hablar de Stanley Kubrick es hablar de uno de los cineastas más reconocidos en la historia del cine.

Personaje apasionado a la música del jazz y al ajedrez, con un gran ojo fotográfico, perfeccionista con sus obras cinematográficas que abordaron diferentes temáticas, Stanley Kubrick fue un director innovador imprimiendo un sello particular a sus películas, siendo objeto de admiración de directores como David Lynch, Martin Scorsese, Steven Spielberg o Christopher Nolan.

Si bien es cierto, Kubrick como director de cine tiene sus comienzos en Hollywood, cuya industria cinematográfica se caracteriza por el cine tradicional, vemos en el director de “Barry Lyndon” (película estrenada en México el 31 de marzo de 1977) esa transición de un cine clásico a un cine moderno.

Pero ¿cuál es la diferencia entre el cine clásico y el moderno? El cine clásico es aquel cuya estructura narrativa es lineal, es decir, tiene un inicio, un desarrollo y un fin, este último generalmente es un final feliz, ya que se enfoca a un público masivo y especialmente pasivo, mediante historias digeribles con el objeto de ser vendibles a un gran número de espectadores, de ahí que la industria cinematográfica de Hollywood se caracteriza por ser su gran exponente; sin embargo, el cine moderno busca romper ese paradigma de un cine donde el espectador y el director sean elementos más de la película. Con el cine moderno se busca que el espectador sea un agente activo, es decir, que lo impulse a darle varias interpretaciones a la historia cuya estructura puede ser presentada en diferente orden, ya que en este sentido, el director Jean-Luc Godard dice que una película tiene un principio, un desarrollo y un final pero que no necesariamente debe ser presentada en ese orden. Otro aspecto importante de este tipo de cine es la figura del director, quien se ve como un creador artístico, por lo que la película no es un producto comercial de los grandes estudios cinematográficos sino un trabajo autoral plasmando nuevas temáticas y personajes más profundos de análisis, de tal manera que no se busca entretener sino despertar una reflexión con historias que pueden ser presentadas de manera fragmentada. Quizás sirva de ejemplo ahora que está en el plano mediático la cinta “The Batman”, donde recordemos que Tim Burton imprimió su estilo oscuro en la película “Batman Returns”, ya que la compañía cinematográfica le dejó libertad creativa derivada del éxito de la película “Batman” de 1989; sin embargo, al ver la segunda película del Hombre Murciélago, se decidió quitar a Burton para la tercera entrega, poniendo como director de “Batman Forever” a Joel Schumacher, quien hizo un par de películas enfocadas a ser taquilleras según lo solicitado por Warner Bros, por lo que percibimos dos estilos diferentes, una obra más autoral con Burton y una netamente confeccionada para vender figuras de acción con Schumacher. Y bien, si no bastó con el ejemplo anterior, siguiendo la misma línea, la película “Joker” protagonizada por Joaquín Phoenix es un claro ejemplo de un filme con elementos de cine moderno a pesar de ser una película con un éxito taquillero derivado de lo que implica el personaje, donde muchos espectadores se cuestionaron sobre el final o gran parte de lo expuesto en la historia, que no tenía una estructura lineal, mostrando un contenido con una problemática más profunda de análisis que si se tratara de la trama clásica de buenos contra malos con un final feliz.

Pero bien, volviendo a Stanley Kubrick, vemos en “The Killing” (“Casta De Malditos” en Latinoamérica) elementos de cine moderno a pesar de ser una producción de Hollywood, ya que Kubrick aborda un discurso fragmentado y con saltos temporales en la historia con temas como la moralidad, la traición, el racismo y la muerte, no muy convencionales para la época (es una cinta de 1956). Otro filme importante en el haber de Kubrick es “Lolita” (1962) donde es importante mencionar que a partir de esta cinta, las sucesivas obras cinematográficas del director nacido en Nueva York pero nacionalizado británico, se basaran en obras literarias, siendo otro factor que caracteriza al cine moderno.

Sin duda, “2001: Odisea Del Espacio” y “Naranja Mecánica”, son muestras de cintas de un cine que escapa a los estándares de lo tradicional al más puro estilo de Hollywood, donde en dichos filmes, quizás los más reconocidos de Kubrick, encontramos historias no muy digeribles para las personas, se trata de obras con temáticas sobre la violencia, el biopoder, las estructuras institucionales en decadencia con un espejismo de avance tecnológico, que plasman esas problemáticas sociales y antropológicas que se vuelven más o menos perceptibles según la época pero que generan la interrogante de que en la postmodernidad ¿estamos en una evolución o en un retroceso? Y es precisamente lo que el cine más allá de verlo como un instrumento de entrenamiento, sea visto como un elemento para la reflexión.

Twitter: @jcarlosjaimes

Facebook: Juan Carlos Jaimes