/ domingo 5 de febrero de 2023

La inteligencia artificial llegó para quedarse

Se estima que en unos años el volumen de datos disponibles en la internet será de más de 100 zettabytes, una cantidad estratosférica donde uno solo de esos zettabytes equivale a la información contenida en 17 mil 200 millones de celulares. El conocimiento que contienen esos datos es muy valioso, tanto como 100 mil millones de dólares.

Como concepto económico, el conocimiento se caracteriza por ser no rival, es decir, que a diferencia de un objeto material, puede ser explotado por más de una persona de manera simultánea sin perder valor. Gracias a eso, el beneficio que se genere del aprovechamiento de los datos en internet es potencialmente universal.

Pero no es tan fácil. Ese volumen de datos no puede ser explorado por métodos convencionales y se requerirá de una nueva generación de herramientas computacionales especializadas en extraer piezas particulares de información útil para fines específicos. Esas herramientas se desarrollan actualmente aprovechando el potencial de la inteligencia artificial.

Entendemos por inteligencia artificial la habilidad de un robot controlado por computadora para realizar funciones normalmente asociadas a los seres inteligentes, es decir, que puede razonar, descubrir significados, generalizar o aprender de experiencias pasadas de forma que aprovecha conjuntos de datos resolver problemas.

Y no se trata de robots de lata como el de El mago de Oz, tampoco de humanoides como el de la Guerra de las Galaxias, ni siquiera uno lindo como Wall-E, sino de algo parecido a HAL900 de Odisea en el Espacio. Con un tono más contemporáneo, los robots del futuro serán consultados desde nuestro celular mediante mensajes de voz, como una conversación convencional.

Entre los sectores que ya están desarrollando las herramientas necesarias para aprovechar el potencial de la inteligencia artificial se encuentran el financiero incluyendo bancos y aseguradoras, sistemas de salud, comercio electrónico, ventas y mercadeo, agricultura, industria manufacturera y turismo.

La inteligencia artificial llegó para quedarse. Bueno, por lo menos hasta que la humanidad haga una burrada tal que la regrese a los arcos y las flechas. Mientras tanto, las herramientas basadas en inteligencia artificial comenzarán a incrustarse en prácticamente todos los campos de nuestras vidas.

Pero hay que ser cautelosos, la incorporación masiva de la inteligencia artificial en los sectores económicos tendrá como consecuencia la reducción de empleos como lo podemos observar ya en nuestra vida diaria en los bancos y algunos supermercados. Es evidente que el advenimiento de la inteligencia artificial será una verdadera transformación y mientras más rápido la asimilemos y regulemos, mejor será el aprovechamiento que hagamos de ella.

¿Estaremos preparados?

Para información adicional de éste y otros temas de interés visiten

Twitter: @BValderramaB

Facebook: https://www.facebook.com/BValderramaB

Se estima que en unos años el volumen de datos disponibles en la internet será de más de 100 zettabytes, una cantidad estratosférica donde uno solo de esos zettabytes equivale a la información contenida en 17 mil 200 millones de celulares. El conocimiento que contienen esos datos es muy valioso, tanto como 100 mil millones de dólares.

Como concepto económico, el conocimiento se caracteriza por ser no rival, es decir, que a diferencia de un objeto material, puede ser explotado por más de una persona de manera simultánea sin perder valor. Gracias a eso, el beneficio que se genere del aprovechamiento de los datos en internet es potencialmente universal.

Pero no es tan fácil. Ese volumen de datos no puede ser explorado por métodos convencionales y se requerirá de una nueva generación de herramientas computacionales especializadas en extraer piezas particulares de información útil para fines específicos. Esas herramientas se desarrollan actualmente aprovechando el potencial de la inteligencia artificial.

Entendemos por inteligencia artificial la habilidad de un robot controlado por computadora para realizar funciones normalmente asociadas a los seres inteligentes, es decir, que puede razonar, descubrir significados, generalizar o aprender de experiencias pasadas de forma que aprovecha conjuntos de datos resolver problemas.

Y no se trata de robots de lata como el de El mago de Oz, tampoco de humanoides como el de la Guerra de las Galaxias, ni siquiera uno lindo como Wall-E, sino de algo parecido a HAL900 de Odisea en el Espacio. Con un tono más contemporáneo, los robots del futuro serán consultados desde nuestro celular mediante mensajes de voz, como una conversación convencional.

Entre los sectores que ya están desarrollando las herramientas necesarias para aprovechar el potencial de la inteligencia artificial se encuentran el financiero incluyendo bancos y aseguradoras, sistemas de salud, comercio electrónico, ventas y mercadeo, agricultura, industria manufacturera y turismo.

La inteligencia artificial llegó para quedarse. Bueno, por lo menos hasta que la humanidad haga una burrada tal que la regrese a los arcos y las flechas. Mientras tanto, las herramientas basadas en inteligencia artificial comenzarán a incrustarse en prácticamente todos los campos de nuestras vidas.

Pero hay que ser cautelosos, la incorporación masiva de la inteligencia artificial en los sectores económicos tendrá como consecuencia la reducción de empleos como lo podemos observar ya en nuestra vida diaria en los bancos y algunos supermercados. Es evidente que el advenimiento de la inteligencia artificial será una verdadera transformación y mientras más rápido la asimilemos y regulemos, mejor será el aprovechamiento que hagamos de ella.

¿Estaremos preparados?

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