/ martes 31 de octubre de 2023

Un mes de terror

Resulta que este mes se han sucedido ciertas cosas a nivel internacional que podrían ser un pretexto perfecto para declarar a octubre como un mes de terror al más puro efecto Hollywoodense, teniendo como coprotagonista a los Estados Unidos, tanto en su propio país, como en otras latitudes.

No quiero comenzar con el tema más importante, pero sí con el de mayor trascendencia y visibilidad a nivel global. Los ataques que siguen sucediendo en Palestina en contra de los civiles bajo el pretexto de que se pretende eliminar a Hamás. Estados Unidos ha apoyado estos ataques y ha declarado públicamente que está de acuerdo con la estrategia implementada desde Tel Aviv. Una pena.

Además, la guerra en Ucrania sigue. Rusia ha encontrado, sin querer, la forma de continuar su invasión y que el mundo -que ya se ha acostumbrado- le ponga todavía menos atención a lo sucedió en Ucrania. El mundo, incluyendo a la propia Unión Europea, que se desvivía por defender a Zelenski y abrirle las puertas para que diera discursos, se ha olvidado de ellos y ahora tiene que luchar en contra de la sociedad que ha salido en cientos de ciudades y eventos a manifestarse en contra del posicionamiento de la propia Unión Europea a favor del gobierno de Netanyahu.

En tercer punto y en un tema más local, pero de gran impacto también en este cierre de mes de Halloween, en Estados Unidos hubo un tiroteo que ha dejado 18 muertos y algunos heridos en algo que, por más terrorífico que parezca, se ha vuelto una mala costumbre en una nación que se sigue fijando en los problemas de afuera y no en los propios, pues basta con saber que en nuestro vecino del norte ha habido más de 400 tiroteos masivos tan solo en el 2023. Triste y alarmante para alguien que quiere ir a terminar problemas a 5,000 kilómetros de distancia, pero que no se ha percatado de los que están dentro de sus fronteras.

Otro tema que ha significado terror para la sociedad y los afectados, pero también para el gobierno mexicano, tiene que ver con el paso del huracán Otis por Acapulco y la destrucción que ha dejado pues esto no solo ha afectado a los que lo vivieron en carne propia, sino al gobierno que no ha reaccionado como debería y que pareciera que no entiende cómo actuar en situaciones tan tristes y de emergencia como lo vivido en las costas de Guerrero.

Pero es que no es todo lo terrorífico que le pasa al gobierno mexicano, sino que, además, tiene que lidiar con los acuerdos que celebró en la Conferencia “por una vecindad fraterna y con bienestar” celebrada hace unos días en Palenque, Chiapas pues el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se ha comprometido con programas sociales tales como Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro en países como Belice, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití y Panamá debido al gran flujo migratorio ilegal que viene desde esas zonas y que se pretende detener.

El problema para el gobierno mexicano, que vive una pesadilla de terror, no son solo los miles de migrantes varados en la México y los otros miles que vienen en camino desde Colombia a través del Darién, sino que además le toca reconstruir un puerto tan importante como lo es Acapulco, donde ninguno de sus programas será suficiente para los que sufrieron los efectos del huracán.

Este mes del terror puede darse por terminado comentando que, en la reunión celebrada en Palenque, apenas estuvieron los presidentes de Colombia, Cuba, Honduras y Venezuela, quienes sus ciudadanos son parte de esta ruta del terror que cruza todo Centroamérica en busca del sueño americano en los Estados Unidos.

El terror sigue porque, aunque es constante, la violencia sigue presente en múltiples regiones del mundo que, como los casos de los tiroteos en Estados Unidos o la invasión rusa en Ucrania, se han vuelto tan cotidianos que ya no los vemos como eventos extraordinarios que merezcan de nuestra ayuda y colaboración. De hecho, si hiciéramos la analogía del típico asesino serial que persigue al desamparado en la película de terror, Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia e Israel serían los candidatos al premio Oscar como villanos, mientras que la ONU observa estos y más problemas mientras come palomitas disfrutando de la película.

Finalmente, no hay que olvidar que en Argentina todavía puede ser presidente Javier Milei. Así las cosas, de miedo.

FERNANDO ABREGO CAMARILLO es Doctor en Ciencias Administrativas por el IPN. Profesor de telesecundaria en los SEIEM además de investigador y catedrático de tiempo completo en la academia de Bloques Regionales de la Escuela Superior de Comercio y Administración Unidad Santo Tomás en el IPN. Asociado COMEXI. Sígalo en @fabrecam

Resulta que este mes se han sucedido ciertas cosas a nivel internacional que podrían ser un pretexto perfecto para declarar a octubre como un mes de terror al más puro efecto Hollywoodense, teniendo como coprotagonista a los Estados Unidos, tanto en su propio país, como en otras latitudes.

No quiero comenzar con el tema más importante, pero sí con el de mayor trascendencia y visibilidad a nivel global. Los ataques que siguen sucediendo en Palestina en contra de los civiles bajo el pretexto de que se pretende eliminar a Hamás. Estados Unidos ha apoyado estos ataques y ha declarado públicamente que está de acuerdo con la estrategia implementada desde Tel Aviv. Una pena.

Además, la guerra en Ucrania sigue. Rusia ha encontrado, sin querer, la forma de continuar su invasión y que el mundo -que ya se ha acostumbrado- le ponga todavía menos atención a lo sucedió en Ucrania. El mundo, incluyendo a la propia Unión Europea, que se desvivía por defender a Zelenski y abrirle las puertas para que diera discursos, se ha olvidado de ellos y ahora tiene que luchar en contra de la sociedad que ha salido en cientos de ciudades y eventos a manifestarse en contra del posicionamiento de la propia Unión Europea a favor del gobierno de Netanyahu.

En tercer punto y en un tema más local, pero de gran impacto también en este cierre de mes de Halloween, en Estados Unidos hubo un tiroteo que ha dejado 18 muertos y algunos heridos en algo que, por más terrorífico que parezca, se ha vuelto una mala costumbre en una nación que se sigue fijando en los problemas de afuera y no en los propios, pues basta con saber que en nuestro vecino del norte ha habido más de 400 tiroteos masivos tan solo en el 2023. Triste y alarmante para alguien que quiere ir a terminar problemas a 5,000 kilómetros de distancia, pero que no se ha percatado de los que están dentro de sus fronteras.

Otro tema que ha significado terror para la sociedad y los afectados, pero también para el gobierno mexicano, tiene que ver con el paso del huracán Otis por Acapulco y la destrucción que ha dejado pues esto no solo ha afectado a los que lo vivieron en carne propia, sino al gobierno que no ha reaccionado como debería y que pareciera que no entiende cómo actuar en situaciones tan tristes y de emergencia como lo vivido en las costas de Guerrero.

Pero es que no es todo lo terrorífico que le pasa al gobierno mexicano, sino que, además, tiene que lidiar con los acuerdos que celebró en la Conferencia “por una vecindad fraterna y con bienestar” celebrada hace unos días en Palenque, Chiapas pues el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se ha comprometido con programas sociales tales como Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro en países como Belice, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití y Panamá debido al gran flujo migratorio ilegal que viene desde esas zonas y que se pretende detener.

El problema para el gobierno mexicano, que vive una pesadilla de terror, no son solo los miles de migrantes varados en la México y los otros miles que vienen en camino desde Colombia a través del Darién, sino que además le toca reconstruir un puerto tan importante como lo es Acapulco, donde ninguno de sus programas será suficiente para los que sufrieron los efectos del huracán.

Este mes del terror puede darse por terminado comentando que, en la reunión celebrada en Palenque, apenas estuvieron los presidentes de Colombia, Cuba, Honduras y Venezuela, quienes sus ciudadanos son parte de esta ruta del terror que cruza todo Centroamérica en busca del sueño americano en los Estados Unidos.

El terror sigue porque, aunque es constante, la violencia sigue presente en múltiples regiones del mundo que, como los casos de los tiroteos en Estados Unidos o la invasión rusa en Ucrania, se han vuelto tan cotidianos que ya no los vemos como eventos extraordinarios que merezcan de nuestra ayuda y colaboración. De hecho, si hiciéramos la analogía del típico asesino serial que persigue al desamparado en la película de terror, Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia e Israel serían los candidatos al premio Oscar como villanos, mientras que la ONU observa estos y más problemas mientras come palomitas disfrutando de la película.

Finalmente, no hay que olvidar que en Argentina todavía puede ser presidente Javier Milei. Así las cosas, de miedo.

FERNANDO ABREGO CAMARILLO es Doctor en Ciencias Administrativas por el IPN. Profesor de telesecundaria en los SEIEM además de investigador y catedrático de tiempo completo en la academia de Bloques Regionales de la Escuela Superior de Comercio y Administración Unidad Santo Tomás en el IPN. Asociado COMEXI. Sígalo en @fabrecam