/ jueves 22 de julio de 2021

Loma de Mejía, el basurero municipal

Durante el trienio 2007-2009, el gobierno municipal de Cuernavaca decidió privatizar el manejo de los residuos sólidos y otorgar a una empresa particular la recolección y la disposición final de la basura. Dentro del proyecto estaba la construcción de un relleno sanitario localizado al poniente de la ciudad en un sitio llamado Loma de Mejía, ubicado en tierras ejidales de San Antón, una zona de recarga natural del acuífero, entre las barrancas de la TILAPEÑA y la COLORADA, por donde escurre agua pura y cristalina proveniente de los bosques del norte de Cuernavaca. Dichas barrancas se encuentran en buen estado de conservación y son lugares biodiversos, bellísimos que permiten entre otras cosas regular el clima de la zona. No pudieron escoger un lugar menos indicado.

Hubo un gran movimiento opositor a la construcción de dicho relleno en ese lugar, del cual formé parte, sin embargo, el negocio prevaleció sobre la conservación del medio ambiente y en 2008 entró en funcionamiento.

Con el cambio de administración, el relleno fue clausurado en 2010 por no cumplir con los compromisos adquiridos en el manejo de los residuos. Desde entonces, ha permanecido abandonado, los residuos ahí vertidos pudriéndose (420 mil toneladas) y contaminando el aire con gases de efecto invernadero, las barrancas con lixiviados que se desbordan y los alrededores con olores fétidos.

En 2013 el Consejo Consultivo para el desarrollo sustentable del núcleo de Morelos emitió una recomendación para que la PROFEPA clausurara de manera definitiva el relleno, recomendó que a la empresa se le obligará a presentar un programa de remediación y a pagar los daños ambientales por el abandono del sitio.

Desconozco si el sitio fue clausurado definitivamente tal y como se recomendó por el grupo de expertos, el hecho es que hoy está abierto y recibiendo la basura del municipio.

Esto ha colocado en alerta a vecinos de Cuernavaca y sobre todo de Temixco; finalmente la pendiente natural del terreno hace que los efectos contaminantes afecten a los habitantes del sur de Cuernavaca, Temixco, Xochitepec y hacia el Sur del estado.

El manejo de la basura se ha convertido en un gran negocio de los alcaldes en turno, dejando a un lado cualquier iniciativa de manejo ambiental sustentable, simplemente la basura se recoge en las colonias, se traslada al relleno previa pepena y se deposita en el relleno.

En las principales ciudades del mundo, los residuos ya se recogen separados al menos en orgánicos e inorgánicos, se reciclan plásticos, metales, vidrio, cartón, residuos peligrosos, etcétera. Y los desechos orgánicos tienen un manejo sustentable y en algunos casos hasta se producen compostas para abono.

En Morelos no se ha avanzado en un esquema moderno de manejo de residuos, la situación en general en el estado es de emergencia ambiental. La mayoría de los municipios depositan sus residuos en tiraderos a cielo abierto con la consecuente contaminación de las aguas subterráneas y superficiales, del aire con gases de efecto invernadero (metano CH4), y de los suelos.

El costo del manejo de la basura es un rubro que ocupa una gran porción del presupuesto municipal, por consiguiente, hay negocio para alcaldes y cabildos; cuando en realidad bajo un esquema de manejo sustentable a partir de la separación y reciclado podría ser un rubro que prácticamente no le costaría al ayuntamiento y sería una fuente de empleo para muchas familias.

Uno de los efectos positivos que tiene el implementar un manejo sustentable de los residuos es la participación de la población y los efectos que esto genera en la educación ambiental y conciencia ecológica que se desarrolla entre la ciudadanía.

Recordemos que la basura la generamos principalmente en el hogar -hasta le destinamos un lugar especial- cuando mezclamos los residuos orgánicos con los inorgánicos y con todo tipo de desechos, en ese momento estamos generando basura. Si no mezclamos los diferentes tipos de residuos, no generamos basura.

Por lo pronto la apertura legal o ilegal del relleno de Loma de Mejía anuncia nubarrones y conflictos; la autoridad debe entender que hay muchas personas que conocen los efectos negativos de este relleno, los sufren en carne propia y no están dispuestos a permitir que vuelva a operar cuando fue clausurado por contaminante.

Ya es hora de implementar otra manera de gestionar la basura de los municipios, no podemos seguir rezagándonos más de las políticas ambientales globales: señores alcaldes y alcaldesas, actúen pensando en el bien común y dejen a un lado otros intereses particulares que benefician a unos cuantos y perjudican a la mayoría.

¡NO a la apertura del basurero de Loma de Mejía!

PD: EL gobierno anterior dejó 4 plantas valorizadoras de basura funcionando y 2 más prácticamente listas para funcionar; desgraciadamente el actual gobierno decidió no darle continuidad al proyecto y prefirió la política de la persecución en lugar de solucionar el tema de la basura, iniciando denuncias contra exfuncionarios y abandonando la infraestructura instalada.

Durante el trienio 2007-2009, el gobierno municipal de Cuernavaca decidió privatizar el manejo de los residuos sólidos y otorgar a una empresa particular la recolección y la disposición final de la basura. Dentro del proyecto estaba la construcción de un relleno sanitario localizado al poniente de la ciudad en un sitio llamado Loma de Mejía, ubicado en tierras ejidales de San Antón, una zona de recarga natural del acuífero, entre las barrancas de la TILAPEÑA y la COLORADA, por donde escurre agua pura y cristalina proveniente de los bosques del norte de Cuernavaca. Dichas barrancas se encuentran en buen estado de conservación y son lugares biodiversos, bellísimos que permiten entre otras cosas regular el clima de la zona. No pudieron escoger un lugar menos indicado.

Hubo un gran movimiento opositor a la construcción de dicho relleno en ese lugar, del cual formé parte, sin embargo, el negocio prevaleció sobre la conservación del medio ambiente y en 2008 entró en funcionamiento.

Con el cambio de administración, el relleno fue clausurado en 2010 por no cumplir con los compromisos adquiridos en el manejo de los residuos. Desde entonces, ha permanecido abandonado, los residuos ahí vertidos pudriéndose (420 mil toneladas) y contaminando el aire con gases de efecto invernadero, las barrancas con lixiviados que se desbordan y los alrededores con olores fétidos.

En 2013 el Consejo Consultivo para el desarrollo sustentable del núcleo de Morelos emitió una recomendación para que la PROFEPA clausurara de manera definitiva el relleno, recomendó que a la empresa se le obligará a presentar un programa de remediación y a pagar los daños ambientales por el abandono del sitio.

Desconozco si el sitio fue clausurado definitivamente tal y como se recomendó por el grupo de expertos, el hecho es que hoy está abierto y recibiendo la basura del municipio.

Esto ha colocado en alerta a vecinos de Cuernavaca y sobre todo de Temixco; finalmente la pendiente natural del terreno hace que los efectos contaminantes afecten a los habitantes del sur de Cuernavaca, Temixco, Xochitepec y hacia el Sur del estado.

El manejo de la basura se ha convertido en un gran negocio de los alcaldes en turno, dejando a un lado cualquier iniciativa de manejo ambiental sustentable, simplemente la basura se recoge en las colonias, se traslada al relleno previa pepena y se deposita en el relleno.

En las principales ciudades del mundo, los residuos ya se recogen separados al menos en orgánicos e inorgánicos, se reciclan plásticos, metales, vidrio, cartón, residuos peligrosos, etcétera. Y los desechos orgánicos tienen un manejo sustentable y en algunos casos hasta se producen compostas para abono.

En Morelos no se ha avanzado en un esquema moderno de manejo de residuos, la situación en general en el estado es de emergencia ambiental. La mayoría de los municipios depositan sus residuos en tiraderos a cielo abierto con la consecuente contaminación de las aguas subterráneas y superficiales, del aire con gases de efecto invernadero (metano CH4), y de los suelos.

El costo del manejo de la basura es un rubro que ocupa una gran porción del presupuesto municipal, por consiguiente, hay negocio para alcaldes y cabildos; cuando en realidad bajo un esquema de manejo sustentable a partir de la separación y reciclado podría ser un rubro que prácticamente no le costaría al ayuntamiento y sería una fuente de empleo para muchas familias.

Uno de los efectos positivos que tiene el implementar un manejo sustentable de los residuos es la participación de la población y los efectos que esto genera en la educación ambiental y conciencia ecológica que se desarrolla entre la ciudadanía.

Recordemos que la basura la generamos principalmente en el hogar -hasta le destinamos un lugar especial- cuando mezclamos los residuos orgánicos con los inorgánicos y con todo tipo de desechos, en ese momento estamos generando basura. Si no mezclamos los diferentes tipos de residuos, no generamos basura.

Por lo pronto la apertura legal o ilegal del relleno de Loma de Mejía anuncia nubarrones y conflictos; la autoridad debe entender que hay muchas personas que conocen los efectos negativos de este relleno, los sufren en carne propia y no están dispuestos a permitir que vuelva a operar cuando fue clausurado por contaminante.

Ya es hora de implementar otra manera de gestionar la basura de los municipios, no podemos seguir rezagándonos más de las políticas ambientales globales: señores alcaldes y alcaldesas, actúen pensando en el bien común y dejen a un lado otros intereses particulares que benefician a unos cuantos y perjudican a la mayoría.

¡NO a la apertura del basurero de Loma de Mejía!

PD: EL gobierno anterior dejó 4 plantas valorizadoras de basura funcionando y 2 más prácticamente listas para funcionar; desgraciadamente el actual gobierno decidió no darle continuidad al proyecto y prefirió la política de la persecución en lugar de solucionar el tema de la basura, iniciando denuncias contra exfuncionarios y abandonando la infraestructura instalada.

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