/ viernes 10 de mayo de 2024

La gestión como parte del éxito

Por Belen García Moreno

Estar al frente de una institución representa una responsabilidad muy grande, no solo por el impacto y el esfuerzo sostenido que se tiene por ver crecer el proyecto en el que pones alma, vida y corazón, sino porque ese impacto, cualquiera que sea, llega directamente a quienes han apostado todo por desarrollar y ver crecer el propio proyecto.

Sin embargo, es importante resaltar que los proyectos no llegan solos ni se desarrollan de manera unilateral o por el simple hecho de que a alguien se le ocurrió una idea. De hecho, existe todo un cúmulo de situaciones que, en su conjunto, apoyan al desarrollo del proyecto, pero siempre basado en una palabra clave: gestión.

Y es aquí donde quisiera profundizar pues considero que la gestión es una de las definiciones más amplias y con mayor sentido en el desarrollo de las sociedades y, por su puesto, de los centros educativos a todos los niveles. Es más, si consideráramos el postulado propuesto por Pozner a inicios del siglo, tendríamos que reconocer que la gestión no es una simple definición, sino que, entre otras cosas, refiere a la innovación, la exploración, la mejora continua, la profesionalización, la identificación de fortalezas y debilidades, el pensamiento útil para la acción, el liderazgo, la visión de futuro y la construcción de redes, entre muchas otras cosas que hacen de quien la aplica, un líder integral que se preocupa por el desarrollo y bienestar de todos aquellos que participan en el proyecto.

Incluso, la concepción de la gestión, pero en temas educativos, tiene que ver con procesos teórico-prácticos que se representan tanto horizontal como verticalmente dentro del sistema educativo. La propia Pilar Pozner sugiere que quienes llevan a cabo acciones de gestión educativa deben considerar como prioritario el uso del liderazgo, el trabajo en equipo y la comunicación, pues la gestión educativa no solo tiene que ver con quienes llevan trabajo pedagógico y áulico, sino con todos aquellos que se preocupan por conseguir los recursos necesarios para que la educación se concrete conforme a las políticas institucionales y normativas a nivel federal.

En este orden de ideas, se debe recordar que la gestión educativa trabaja como acción para el diseño de políticas que apoyen a quienes se benefician del desarrollo académico de los centros educativos, situación que no siempre se consigue fácilmente pues los elementos que integran un centro educativos presentan, por su propia naturaleza, asimetrías que retrasan la concreción de los objetivos pero que, a su vez, fomentan el diálogo y la discusión que, al final, es la esencia de la educación.

Es por todo ello que, en el Centro Universitario Humanista en Educación tenemos la visión permanente de desarrollar y vivir con la gestión educativa como un elemento neurálgico para que todos ganemos: desde quienes acuden como estudiantes buscando experiencias innovadoras que puedan poner en práctica en su quehacer laboral, hasta quienes participamos como docentes, administrativos o directivos que, sin miedo a equivocarme, también obtenemos beneficios profesionales y personales basados en una buena gestión educativa.

Es así que resulta necesario concretar que la gestión educativa no sustituye a ninguno de los elementos del proceso administrativo, sino que, al contrario, busca complementar de manera integral el desarrollo de este proceso para obtener mejores resultados, porque cuando hablamos de gestión educativa no podemos olvidar que esta también se refiere a la gobernabilidad y a la unión que existe entre lo técnico y lo político, pues los miembros del cuerpo docente, administrativo y directivo actúan como un solo ente que tiene claros los objetivos a desarrollar y que, a su vez, garantizan el desarrollo de las políticas públicas aplicadas en los centros educativos.

Finalmente, quisiera mencionar que los esfuerzos que se realizan desde quienes dirigen y lideran los centros educativos tienen que ver con el diseño y la ejecución de estrategias que den mejores oportunidades a todos los involucrados en el proceso educativo, desde lo pedagógico hasta lo administrativo. Es así que los que compartimos la responsabilidad de gestionar algún centro educativo de alto rendimiento, como lo es CUHE, debemos trabajar todos los días para que tanto el diseño como la ejecución avancen al mismo tiempo y orientados hacia el mismo proyecto, considerando siempre las necesidades que el entorno y la cultura de la sociedad demandan, es decir, se trata de crear una estrategia de ayuda social a partir de una buena gestión.

BELEN GARCÍA MORENO es Doctora en Educación por el Centro Universitario Cuautitlán Izcalli. Se ha desempeñado como Docente de Preescolar, Preparatoria abierta, Directora Escolar de Preescolar y Secundaria. Actualmente es Coordinadora Académica del Centro Universitario Humanista en Educación (CUHE).

Por Belen García Moreno

Estar al frente de una institución representa una responsabilidad muy grande, no solo por el impacto y el esfuerzo sostenido que se tiene por ver crecer el proyecto en el que pones alma, vida y corazón, sino porque ese impacto, cualquiera que sea, llega directamente a quienes han apostado todo por desarrollar y ver crecer el propio proyecto.

Sin embargo, es importante resaltar que los proyectos no llegan solos ni se desarrollan de manera unilateral o por el simple hecho de que a alguien se le ocurrió una idea. De hecho, existe todo un cúmulo de situaciones que, en su conjunto, apoyan al desarrollo del proyecto, pero siempre basado en una palabra clave: gestión.

Y es aquí donde quisiera profundizar pues considero que la gestión es una de las definiciones más amplias y con mayor sentido en el desarrollo de las sociedades y, por su puesto, de los centros educativos a todos los niveles. Es más, si consideráramos el postulado propuesto por Pozner a inicios del siglo, tendríamos que reconocer que la gestión no es una simple definición, sino que, entre otras cosas, refiere a la innovación, la exploración, la mejora continua, la profesionalización, la identificación de fortalezas y debilidades, el pensamiento útil para la acción, el liderazgo, la visión de futuro y la construcción de redes, entre muchas otras cosas que hacen de quien la aplica, un líder integral que se preocupa por el desarrollo y bienestar de todos aquellos que participan en el proyecto.

Incluso, la concepción de la gestión, pero en temas educativos, tiene que ver con procesos teórico-prácticos que se representan tanto horizontal como verticalmente dentro del sistema educativo. La propia Pilar Pozner sugiere que quienes llevan a cabo acciones de gestión educativa deben considerar como prioritario el uso del liderazgo, el trabajo en equipo y la comunicación, pues la gestión educativa no solo tiene que ver con quienes llevan trabajo pedagógico y áulico, sino con todos aquellos que se preocupan por conseguir los recursos necesarios para que la educación se concrete conforme a las políticas institucionales y normativas a nivel federal.

En este orden de ideas, se debe recordar que la gestión educativa trabaja como acción para el diseño de políticas que apoyen a quienes se benefician del desarrollo académico de los centros educativos, situación que no siempre se consigue fácilmente pues los elementos que integran un centro educativos presentan, por su propia naturaleza, asimetrías que retrasan la concreción de los objetivos pero que, a su vez, fomentan el diálogo y la discusión que, al final, es la esencia de la educación.

Es por todo ello que, en el Centro Universitario Humanista en Educación tenemos la visión permanente de desarrollar y vivir con la gestión educativa como un elemento neurálgico para que todos ganemos: desde quienes acuden como estudiantes buscando experiencias innovadoras que puedan poner en práctica en su quehacer laboral, hasta quienes participamos como docentes, administrativos o directivos que, sin miedo a equivocarme, también obtenemos beneficios profesionales y personales basados en una buena gestión educativa.

Es así que resulta necesario concretar que la gestión educativa no sustituye a ninguno de los elementos del proceso administrativo, sino que, al contrario, busca complementar de manera integral el desarrollo de este proceso para obtener mejores resultados, porque cuando hablamos de gestión educativa no podemos olvidar que esta también se refiere a la gobernabilidad y a la unión que existe entre lo técnico y lo político, pues los miembros del cuerpo docente, administrativo y directivo actúan como un solo ente que tiene claros los objetivos a desarrollar y que, a su vez, garantizan el desarrollo de las políticas públicas aplicadas en los centros educativos.

Finalmente, quisiera mencionar que los esfuerzos que se realizan desde quienes dirigen y lideran los centros educativos tienen que ver con el diseño y la ejecución de estrategias que den mejores oportunidades a todos los involucrados en el proceso educativo, desde lo pedagógico hasta lo administrativo. Es así que los que compartimos la responsabilidad de gestionar algún centro educativo de alto rendimiento, como lo es CUHE, debemos trabajar todos los días para que tanto el diseño como la ejecución avancen al mismo tiempo y orientados hacia el mismo proyecto, considerando siempre las necesidades que el entorno y la cultura de la sociedad demandan, es decir, se trata de crear una estrategia de ayuda social a partir de una buena gestión.

BELEN GARCÍA MORENO es Doctora en Educación por el Centro Universitario Cuautitlán Izcalli. Se ha desempeñado como Docente de Preescolar, Preparatoria abierta, Directora Escolar de Preescolar y Secundaria. Actualmente es Coordinadora Académica del Centro Universitario Humanista en Educación (CUHE).