/ miércoles 2 de noviembre de 2022

Desde la curul | Educación en comunidades indígenas y pandemia

El CONEVAL presentó en octubre su estudio “Educación para la población indígena en México: el derecho a una educación intercultural y bilingüe”, aunque es nacional resulta importante destacar algunos datos y conclusiones en lo que a Morelos corresponde.

Respecto al panorama en México, el estudio señala que:

“Según datos del Censo de Población y Vivienda 2020 a cargo del INEGI (2021), para ese año había 7.4 millones de personas HLI (Hablantes de Lengua Indígena) que representaba el 6.1 % del total de la población de tres años o más en el país. El 45.5 % del total de la población HLI se concentraba en tres entidades: Chiapas, Oaxaca y Veracruz; y le siguen en importancia Puebla, Yucatán y Guerrero. A su vez, Oaxaca, Chiapas y Yucatán fueron las entidades con las más elevadas proporciones de población HLI respecto del total de su población de tres años o más; y le siguen en importancia Guerrero, Hidalgo y Quintana Roo”. Para el caso de Morelos se menciona que los habitantes de habla indígena asciende a 38 mil 110, equivalente apenas al 2 por ciento del total de dicha población nacional. El estudio busca conocer el impacto que la pandemia tuvo en la educación de los pobladores indígenas. Hay que mencionar que en general, los municipios indígenas mantienen una condición de alto o muy alto Grado de Rezago Social volviéndolos altamente vulnerables. El estudio señala que 9 de cada 10 personas “hablantes de lengua indígena” tiene al menos una carencia social.

En cuanto a analfabetismo indígena en los últimos veinte años se logró un avance sustancial al disminuir la tasa de 14.1 a 3.4, entre jóvenes de 15 a 24 años. Aún debe trabajarse mucho en la igualdad porque sigue siendo el sector femenino el más afectado.

En cuanto a la cobertura escolar primaria, secundaria y superior la asistencia registra porcentajes promedio de 90, 64 y 15 respectivamente.

Es elocuente la gráfica que presenta la cobertura de servicios básicos en las escuelas primarias indígenas. Salvo la electricidad, los demás servicios como agua potable, sanitarios e internet son muy precarios.

El estudio destaca en sus conclusiones que la principal carencia educativa durante la pandemia entre los hablantes de lengua indígena fue la falta de conectividad y acceso a equipo. Ahora se tiene el reto de recuperar lo perdido y avanzar con mayor dinamismo. Un estudio pertinente para nuestras comunidades indígenas. Bienvenido noviembre.

El CONEVAL presentó en octubre su estudio “Educación para la población indígena en México: el derecho a una educación intercultural y bilingüe”, aunque es nacional resulta importante destacar algunos datos y conclusiones en lo que a Morelos corresponde.

Respecto al panorama en México, el estudio señala que:

“Según datos del Censo de Población y Vivienda 2020 a cargo del INEGI (2021), para ese año había 7.4 millones de personas HLI (Hablantes de Lengua Indígena) que representaba el 6.1 % del total de la población de tres años o más en el país. El 45.5 % del total de la población HLI se concentraba en tres entidades: Chiapas, Oaxaca y Veracruz; y le siguen en importancia Puebla, Yucatán y Guerrero. A su vez, Oaxaca, Chiapas y Yucatán fueron las entidades con las más elevadas proporciones de población HLI respecto del total de su población de tres años o más; y le siguen en importancia Guerrero, Hidalgo y Quintana Roo”. Para el caso de Morelos se menciona que los habitantes de habla indígena asciende a 38 mil 110, equivalente apenas al 2 por ciento del total de dicha población nacional. El estudio busca conocer el impacto que la pandemia tuvo en la educación de los pobladores indígenas. Hay que mencionar que en general, los municipios indígenas mantienen una condición de alto o muy alto Grado de Rezago Social volviéndolos altamente vulnerables. El estudio señala que 9 de cada 10 personas “hablantes de lengua indígena” tiene al menos una carencia social.

En cuanto a analfabetismo indígena en los últimos veinte años se logró un avance sustancial al disminuir la tasa de 14.1 a 3.4, entre jóvenes de 15 a 24 años. Aún debe trabajarse mucho en la igualdad porque sigue siendo el sector femenino el más afectado.

En cuanto a la cobertura escolar primaria, secundaria y superior la asistencia registra porcentajes promedio de 90, 64 y 15 respectivamente.

Es elocuente la gráfica que presenta la cobertura de servicios básicos en las escuelas primarias indígenas. Salvo la electricidad, los demás servicios como agua potable, sanitarios e internet son muy precarios.

El estudio destaca en sus conclusiones que la principal carencia educativa durante la pandemia entre los hablantes de lengua indígena fue la falta de conectividad y acceso a equipo. Ahora se tiene el reto de recuperar lo perdido y avanzar con mayor dinamismo. Un estudio pertinente para nuestras comunidades indígenas. Bienvenido noviembre.