/ martes 31 de enero de 2023

El maridaje de la CFE al taco acorazado del récord Guinness

Sin duda, la frase “la realidad supera a la ficción”, que se le atribuye al escritor irlandés Óscar Wilde (1854-1900), aplica con frecuencia en nuestro querido Morelos donde a diario no acabamos de salir del asombro de una noticia para entrar a otra, la mayoría de las veces, en estos tiempos, tristemente, de una mala a otra igual, o como ocurrió en menos de 24 horas el lunes, de una más o menos buena o rara –por decir lo menos- a una pésima: luego de la pírrica victoria por haber logrado otro récord Guinness por el taco acorazado más grande del mundo, encabezada por el Ayuntamiento de Cuernavaca –el anterior registro también fue de la misma institución, de 65 metros, para pasar ahora a 70.4, lo que vuelve absurdo dicho lance-, los cuernavaquenses nos enteramos que debido a un adeudo de 9 millones de pesos que el gobierno municipal tiene con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ya se cortó la energía a 10 pozos de agua con la amenaza de que se extienda a 60 de los 115 que hay en la ciudad.

Como balde de agua helada miles de hogares recibieron esta novedad, aderezada por la declaración del alcalde, José Luis Urióstegui, que ha anunciado que el municipio no cuenta con la liquidez financiera necesaria para abonar a la deuda, y que por ello no rescatará en esta ocasión al Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (SAPAC). Más claro ni el agua: vecinos de las colonias que les abastecen del vital líquido los pozos ubicados en Bugambilias, Chamilpa, Rastro, Revolución 1 y 2, Amate, Pedro de Alvarado, Chipitlán, Rosal Mirador y Ministerio, si no les está llegando el vital líquido, es cortesía de su Presidente Municipal y del director administrativo del organismo de agua, Alfredo Silva Valdez. La pelea que dieron por ustedes llegó hasta ahí, y seguimos el resto conforme la CFE vaya bajando la cuchilla y no se pueda extraer agua de los pozos. Tan, tan.

¿De verdad el Presidente Municipal pondrá en riesgo la estabilidad de las familias, de centros de trabajo, negocios y servicios que a todos nos atienden, así como al turismo y que mueven la economía de la ciudad más importante del estado porque no puede pagar 9 millones de pesos?

Más allá de los esfuerzos de negociación y ofrecimiento de 3 millones de pesos “para ir pagando” por parte de SAPAC, a los que la CFE dijo que “pago completo y se resuelve todo, o nada”, ¿José Luis Uiróstegui no tiene cómo gestionar esos recursos para que saque adelante a la ciudad?

Para ese y otros retos que enfrenta Cuernavaca la ciudadanía contrató al alcalde con el voto en 2021, no para encogerse de hombros y ver cómo el devenir de las cosas lo resuelve, o lo complica, como ya ocurre con los bloqueos y tomas de pozos que vecinos de diferentes comunidades y colonias realizan para que los trabajadores de la paraestatal no vayan a cortarles la luz al tiempo de exigir a la autoridad municipal, estatal e incluso al Gobierno Federal, en la misma figura del Presidente Andrés Manuel López Obrador, que se encuentre una salida o se pague porque se tiene que pagar.

Situaciones y decisiones como la que estamos viendo y padeciendo, con un desabasto que crece rápidamente, y para el que en esta ocasión las pipas de agua no son ni suficientes ni viables, son las que desconciertan y enfurecen a los ciudadanos porque pareciera que las prioridades de los gobernantes y de la clase política están en otros temas y lugares: como la grilla, la foto del evento, la declaración anticlimática de algo irrelevante, las reuniones de partido, la operación política, la tenebra hacia el 2024, los acuerdos “en lo oscurito”, diría el clásico, en fin, sus intereses mientras que en estos momentos las familias de Cuernavaca tratan de ver de dónde sacan un poco de agua para sus necesidades básicas y de otra índole, simplemente para sobrevivir.

Si José Luis Urióstegui y el SAPAC ya se derrotaron, ¿qué tiene que decir el Gobernador, Cuauhtémoc Blanco de una situación que aqueja a los ciudadanos del municipio donde vive y que claman su apoyo? ¿Podrá apoyar con los 9 millones de pesos para pagar el adeudo o resolver la situación hablando con el director de la CFE, Manuel Bartlett, a nombre de todos los cuernavaquenses o nos va a regatear la ayuda por conveniencia político-electoral?

¿Dónde y qué están haciendo al respecto el diputado federal Jorge Barrera Toledo y el Senador Sergio Pérez que son de esta ciudad y que tienen buena relación con funcionarios federales e incluso, dicen, con Secretarios de Estado?

Y los diputados locales panistas, Andrea Gordillo, Ángel Adame y Óscar Cano, ¿harán algo o solo le pedirán a la población que no desperdicie el agua y ya? Si anduvieron en la foto del taco acorazado que a duras penas dio de sí para alcanzar un récord por el que se pagan cerca de mil libras esterlinas según el sitio web de Guinness World Records, ojalá y estén hombro con hombro con los ciudadanos para exigir una pronta solución a la crisis del agua.

Por cierto, si quieren comer los mejores tacos acorzados de la ciudad tienen que ir a los de Doña Seve, en Chamilpa. Un verdadero manjar.


Sin duda, la frase “la realidad supera a la ficción”, que se le atribuye al escritor irlandés Óscar Wilde (1854-1900), aplica con frecuencia en nuestro querido Morelos donde a diario no acabamos de salir del asombro de una noticia para entrar a otra, la mayoría de las veces, en estos tiempos, tristemente, de una mala a otra igual, o como ocurrió en menos de 24 horas el lunes, de una más o menos buena o rara –por decir lo menos- a una pésima: luego de la pírrica victoria por haber logrado otro récord Guinness por el taco acorazado más grande del mundo, encabezada por el Ayuntamiento de Cuernavaca –el anterior registro también fue de la misma institución, de 65 metros, para pasar ahora a 70.4, lo que vuelve absurdo dicho lance-, los cuernavaquenses nos enteramos que debido a un adeudo de 9 millones de pesos que el gobierno municipal tiene con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ya se cortó la energía a 10 pozos de agua con la amenaza de que se extienda a 60 de los 115 que hay en la ciudad.

Como balde de agua helada miles de hogares recibieron esta novedad, aderezada por la declaración del alcalde, José Luis Urióstegui, que ha anunciado que el municipio no cuenta con la liquidez financiera necesaria para abonar a la deuda, y que por ello no rescatará en esta ocasión al Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (SAPAC). Más claro ni el agua: vecinos de las colonias que les abastecen del vital líquido los pozos ubicados en Bugambilias, Chamilpa, Rastro, Revolución 1 y 2, Amate, Pedro de Alvarado, Chipitlán, Rosal Mirador y Ministerio, si no les está llegando el vital líquido, es cortesía de su Presidente Municipal y del director administrativo del organismo de agua, Alfredo Silva Valdez. La pelea que dieron por ustedes llegó hasta ahí, y seguimos el resto conforme la CFE vaya bajando la cuchilla y no se pueda extraer agua de los pozos. Tan, tan.

¿De verdad el Presidente Municipal pondrá en riesgo la estabilidad de las familias, de centros de trabajo, negocios y servicios que a todos nos atienden, así como al turismo y que mueven la economía de la ciudad más importante del estado porque no puede pagar 9 millones de pesos?

Más allá de los esfuerzos de negociación y ofrecimiento de 3 millones de pesos “para ir pagando” por parte de SAPAC, a los que la CFE dijo que “pago completo y se resuelve todo, o nada”, ¿José Luis Uiróstegui no tiene cómo gestionar esos recursos para que saque adelante a la ciudad?

Para ese y otros retos que enfrenta Cuernavaca la ciudadanía contrató al alcalde con el voto en 2021, no para encogerse de hombros y ver cómo el devenir de las cosas lo resuelve, o lo complica, como ya ocurre con los bloqueos y tomas de pozos que vecinos de diferentes comunidades y colonias realizan para que los trabajadores de la paraestatal no vayan a cortarles la luz al tiempo de exigir a la autoridad municipal, estatal e incluso al Gobierno Federal, en la misma figura del Presidente Andrés Manuel López Obrador, que se encuentre una salida o se pague porque se tiene que pagar.

Situaciones y decisiones como la que estamos viendo y padeciendo, con un desabasto que crece rápidamente, y para el que en esta ocasión las pipas de agua no son ni suficientes ni viables, son las que desconciertan y enfurecen a los ciudadanos porque pareciera que las prioridades de los gobernantes y de la clase política están en otros temas y lugares: como la grilla, la foto del evento, la declaración anticlimática de algo irrelevante, las reuniones de partido, la operación política, la tenebra hacia el 2024, los acuerdos “en lo oscurito”, diría el clásico, en fin, sus intereses mientras que en estos momentos las familias de Cuernavaca tratan de ver de dónde sacan un poco de agua para sus necesidades básicas y de otra índole, simplemente para sobrevivir.

Si José Luis Urióstegui y el SAPAC ya se derrotaron, ¿qué tiene que decir el Gobernador, Cuauhtémoc Blanco de una situación que aqueja a los ciudadanos del municipio donde vive y que claman su apoyo? ¿Podrá apoyar con los 9 millones de pesos para pagar el adeudo o resolver la situación hablando con el director de la CFE, Manuel Bartlett, a nombre de todos los cuernavaquenses o nos va a regatear la ayuda por conveniencia político-electoral?

¿Dónde y qué están haciendo al respecto el diputado federal Jorge Barrera Toledo y el Senador Sergio Pérez que son de esta ciudad y que tienen buena relación con funcionarios federales e incluso, dicen, con Secretarios de Estado?

Y los diputados locales panistas, Andrea Gordillo, Ángel Adame y Óscar Cano, ¿harán algo o solo le pedirán a la población que no desperdicie el agua y ya? Si anduvieron en la foto del taco acorazado que a duras penas dio de sí para alcanzar un récord por el que se pagan cerca de mil libras esterlinas según el sitio web de Guinness World Records, ojalá y estén hombro con hombro con los ciudadanos para exigir una pronta solución a la crisis del agua.

Por cierto, si quieren comer los mejores tacos acorzados de la ciudad tienen que ir a los de Doña Seve, en Chamilpa. Un verdadero manjar.