/ lunes 1 de noviembre de 2021

Turistas se enamoran de la gastronomía tepozteca

En el mercado del pueblo mágico, los visitantes son seducidos con platillos prehispánicos, como el armadillo, el jabalí y el caldo de víbora

La comida prehispánica cobra auge en el mercado de Tepoztlán. Sobre todo el turismo extranjero ha tenido interés en probar platillos de armadillo, jabalí y caldo de víbora.

El Tlecuil, que significa Corazón de cocina y bendición de mujer, es el nombre de unos de los puestos del mercado municipal, mismo que destaca porque despierta la curiosidad por sus letreros en los cuales anuncian que venden víbora, armadillo, jabalí, venados, entre otros.

Los encargados del puesto iniciaron con la venta de comida prehispánica hace seis años, pues antes se dedicaban a montar ferias de maíz en diferentes regiones de Morelos.

Refieren que se trata de comida ancestral de cacería y comida de flores, como las tlaltelqueadas, que son tortitas elaboradas artesanalmente con amaranto, pinole de maíz en sus diferentes colores y semilla de chía, saborizadas con piedra de tequesquite, flores de campo, hierbes silvestres, semillas, hongos y algunos insectos.

Recetas heredadas por sus abuelos de la región que fue tlahuica y xochimilca, elaboradas con la mezcla de flores de las tierras de Morelos.

Quienes más consumen y valoran la cocina de caza y ancestral son los turistas extranjeros. A la población local les cuesta trabajo convencerlas de probarla, prefieren comida tradicional, como los itacates y quesadillas.

Sobre todo turistas europeos les gusta probar la cocina de flores, las tlaltequeadas, que van acompañadas con mole del miquixtli, es decir, con el mole de amaranto, en honor a los ancestros.

Respecto a la comida de caza que más les piden es venado, jabalí, caldo de serpiente de cascabel, conejo de campo. Para quienes no lo han probado, explicaron que la carne del jabalí es café y la del venado es tierna.

La carne de conejo de campo se vende en temporada de lluvias y la víbora de cascabel es cazada por mujeres cuando cosechan la zarzamora y se las llevan para cocinarla.

Las tlaltequeadas tienen un precio de 25 pesos, en platillo cuestan 60 pesos y 100 pesos, acompañadas de arroz, mole de amaranto y tortillas elaboradas de maíz, amaranto y semilla de chía.

El jabalí lo venden en taco en 100 pesos y el platillo en 150 pesos, y el plato más grande para compartir cuesta 250 pesos.

Dentro del mercado municipal existen otro puesto similar, en el cual además de vender jabalí, armadillo, búfalo, también anuncian que venden escorpiones, entre otros, así como los conocidos chapulines.

La comida prehispánica cobra auge en el mercado de Tepoztlán. Sobre todo el turismo extranjero ha tenido interés en probar platillos de armadillo, jabalí y caldo de víbora.

El Tlecuil, que significa Corazón de cocina y bendición de mujer, es el nombre de unos de los puestos del mercado municipal, mismo que destaca porque despierta la curiosidad por sus letreros en los cuales anuncian que venden víbora, armadillo, jabalí, venados, entre otros.

Los encargados del puesto iniciaron con la venta de comida prehispánica hace seis años, pues antes se dedicaban a montar ferias de maíz en diferentes regiones de Morelos.

Refieren que se trata de comida ancestral de cacería y comida de flores, como las tlaltelqueadas, que son tortitas elaboradas artesanalmente con amaranto, pinole de maíz en sus diferentes colores y semilla de chía, saborizadas con piedra de tequesquite, flores de campo, hierbes silvestres, semillas, hongos y algunos insectos.

Recetas heredadas por sus abuelos de la región que fue tlahuica y xochimilca, elaboradas con la mezcla de flores de las tierras de Morelos.

Quienes más consumen y valoran la cocina de caza y ancestral son los turistas extranjeros. A la población local les cuesta trabajo convencerlas de probarla, prefieren comida tradicional, como los itacates y quesadillas.

Sobre todo turistas europeos les gusta probar la cocina de flores, las tlaltequeadas, que van acompañadas con mole del miquixtli, es decir, con el mole de amaranto, en honor a los ancestros.

Respecto a la comida de caza que más les piden es venado, jabalí, caldo de serpiente de cascabel, conejo de campo. Para quienes no lo han probado, explicaron que la carne del jabalí es café y la del venado es tierna.

La carne de conejo de campo se vende en temporada de lluvias y la víbora de cascabel es cazada por mujeres cuando cosechan la zarzamora y se las llevan para cocinarla.

Las tlaltequeadas tienen un precio de 25 pesos, en platillo cuestan 60 pesos y 100 pesos, acompañadas de arroz, mole de amaranto y tortillas elaboradas de maíz, amaranto y semilla de chía.

El jabalí lo venden en taco en 100 pesos y el platillo en 150 pesos, y el plato más grande para compartir cuesta 250 pesos.

Dentro del mercado municipal existen otro puesto similar, en el cual además de vender jabalí, armadillo, búfalo, también anuncian que venden escorpiones, entre otros, así como los conocidos chapulines.

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