La catedral de Cuernavaca se llenó de celebración este Domingo de Ramos con aproximadamente 30 artesanos de distintos municipios de Morelos, quienes tejían palma verde para elaborar cruces y ramos de distintos tamaños.
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La señora Georgina Jiménez es una de las artesanas que viajó desde Temixco para vender sus ramos; esta tradición da trabajo a las familias morelenses, y aún es un punto donde los fieles católicos se reúnen.
"Nos lleva entre 5 y 15 minutos armar las piezas, incluso podemos hacerlo sin ver lo que estamos haciendo; llevamos tantos años haciéndolo que es automático", comentó Jiménez.
¿Cómo fue la ceremonia de Bendición de Ramos?
El obispo de Cuernavaca, Ramón Castro Castro encabezó la ceremonia de Bendición de Ramos donde los fieles recibieron el agua bendita. Durante el sermón dominical invitó a la ciudadanía a reflexionar sobre la profundidad de la celebración de Semana Santa.
“Por diferentes circunstancias el ser humano ha endurecido su corazón, su relación con Dios, es este bellísimo momento de Semana Santa donde podemos romper esa dureza... por eso no tomemos a la ligera la profundidad de estas celebraciones“, enfatizó el obispo.
Artesanos de Guerrero y Puebla llegan a la zona sur de Morelos
Artesanos originarios de Guerrero, Puebla y Morelos llegaron a Jojutla y Zacatepec para vender sus creaciones hechas a base de palma en las celebraciones de la Iglesia.
La iglesia de Santiago Apóstol en Zacatepec recibió a los vendedores de la comunidad Tlamacazapán del municipio de Taxco, en Guerrero. Sus ramos de entre 25 a 10 pesos son elaborados con palma que ellos mismos cosechan y son característicos por las flores coloridas que agregan.
De igual manera en Jojutla, hubo artesanos de Tepeaca en Puebla quienes trajeron diseños más producidos como el Jesús en la cruz, y figuras hechas con paja de trigo, las cuales, rondaban entre los 50 a 20 pesos.
Finalmente, los artesanos de Cuentepec, en Morelos decoraron sus ramos con hojas de laurel, romero y manzanilla, para darles un toque medicinal.
Con información de Valeria Díaz y Angelina Albarrán
