En Zacatepec la producción e industria de la caña de azúcar enfrenta una severa crisis, además de tener una producción mínima, muy pocos cortadores de caña están dispuestos a seguir con este oficio.
Aunque en otros años representaba una buena fuente de ingresos, actualmente los cortadores no perciben más de mil a mil 200 pesos.
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De igual manera, los albergues cañeros no tienen la misma población que en otros periodos de zafra. Cada vez hay menos mano de obra para el corte de caña, y las nuevas generaciones prefieren migrar en busca de otras oportunidades.
Organizaciones cañeras afectadas
Hay dos grupos de cortadores, uno administrado por la Unión Local de Productores de Caña de azúcar (ULPC) que preside Amado Orihuela Trejo y otro grupo es del nuevo albergue que administra la Asociación Local de Productores de Caña de Azúcar (ALPC) de la CNPR que encabeza Pedro Ocampo Álvarez, quienes van a las poblaciones de la montaña del estado de Guerrero y Puebla a contratar “jornaleros”, y en los últimos tres años tienen que buscar “jornaleros” al estado de Chiapas.
Las organizaciones cañeras les garantizan un cuarto como albergue, servicios como agua potable, baños, energía eléctrica y en el albergue Emiliano Zapata tienen una cocina comunitaria. Esto no es suficiente, ya que los jornaleros deben asegurar la compra de sus alimentos, escuela de sus hijos, productos de aseo personal, entre otras cosas.
El corte de la tonelada de caña se les paga en un promedio a 35 pesos, y año con año ha bajado la producción, cada vez son menos toneladas, este año la producción fue muy escasa por falta de lluvias. Cuando en otros periodos de zafra sacaban de siete a ocho camiones de 15 a 18 toneladas, ahora sólo son 4 a 6 toneladas.
El señor Ricardo García lleva años dedicándose al corte de caña con su familia, de una localidad del estado de Puebla, reconoce que sus hijos prefieren migrar “al norte”, y no seguir con este oficio.
