Ayer, desde a las 6:00 horas comenzó el día para las familias cuernavacenses, quienes debían preparar todo para acompañar a sus hijos a su primer día de regreso a clases. En la ciudad se veía un poco de caos pero no el esperado, puesto que a la gran mayoría de los alumnos se les hizo un poco tarde, algunos acompañados de sus padres, otros de sus abuelos o hasta tíos y primos.
En nivel preescolar recibieron la bienvenida por parte de la directora, quien les explicó el procedimiento para dejar a sus niños en los salones, así como evitar que lloraran frente a sus hijos que entre lágrimas empezaron este nuevo ciclo escolar. Los alumnos portaban una gran mochila o su lonchera, un gafete con su nombre y algún dibujo, además de su uniforme planchado y muy limpio, así como bien peinados.
Yolanda Olivia, ama de casa, expresó que después de una larga jornada de descanso, pero al mismo tiempo de buscar los mejores precios para los útiles escolares, se encontraban listos para iniciar este ciclo escolar.
Junto con su pequeño hijo tuvieron que levantarse muy temprano, pues también lleva a su hija a la primaria; "es complicado porque la niña está grande y el chiquito es el primer año que entra, pero espero que todo salga bien en este curso sin complicaciones que no pase nada" precisó.
A pesar de haber iniciado el ciclo, se podía observar como varios inscribían a sus hijos, ya que portaban documentos y estaban en espera de los directores, quienes indicaron que había sido por falta de tiempo, indecisión o al mudarse a Cuernavaca.
Como el caso de Cinthia García Velázquez, ama de casa, que apenas estaba buscando registrar a su pequeña hija en el kínder, pero no había comprado tampoco ningún material al haberse cambiado a la ciudad hace poco tiempo; "nos levantamos y vengo a ver la inscripción, porque no había podido solicitar datos, pero mi hija está preparada", señaló.
Mientras que a nivel primaria y secundaria, los alumnos comenzaron con cara medio dormidos aunque ansiosos por volver a ver a sus compañeros, aseguró Ana Rivera, estudiante de primero de secundaria, quien a pesar de pararse muy temprano, se le hizo tarde.
Con un poco de flojera y desvelo, al dormir tarde el día siguiente, se presentó en su nuevo centro educativo en busca de sus amigas, razón que la motivó a asistir; "tenía mucha flojera y llegué un poco después de lo que planee, me dormí tarde por el nervio y la ansiedad de empezar otra vez", comentó.
Por su parte, los padres de familia señalaron diversas irregularidades que se suscitaron. De acuerdo con Martha, ama de casa, la directora Norma "N" de la primaria Cuauhnáhuac, turno vespertino, en la colonia Lomas de Cortes, de Cuernavaca, los obliga a comprar los uniformes escolares que ofrece dentro del centro educativo.
Sin embargo, refirió que no aplica para los estudiantes de segundo a sexto año con la excusa de que sólo han cambiado las reglas para los de primero y deben comprarlos, aunque algunos los adquirieron desde hace varias semanas; "todo fue decisión de la maestra. Le dijimos que lo habíamos comprado y contestó que para qué nos habíamos adelantando. No sé me hace justo, es una decisión arbitraria que ella quiere vender exclusivamente los uniformes, es un negocio para ella", expuso.
