El público se dio cita en la sala Manuel M. Ponce del Centro Cultural Jardín Borda para disfrutar el grandioso concierto de piano, a cargo del músico mexicano Armando Merino como homenaje al compositor polaco Frédéric Chopin a 170 años de su muerte.
Cabe destacar que este concierto se realizó en el marco de la celebración de los 30 años de Amigos de la Música A.C., en recuerdo de Shigeko Watson, fundadora de este, fundadora de esta asociación; en colaboración con la Coordinación Nacional de Música y Ópera del INBAL.
Tras escuchar la tercera llamada, el músico arribó al escenario para dar la bienvenida a los asistentes y dar un breve contexto sobre el programa que tenía preparado para deleitar esa noche.
Con el tiempo, las obras de Chopin han probado ser obras capitales del repertorio pianístico, todas son muy conocidas, conmovedoras e intensas
El concierto inició con la pieza Nocturno en La bemol mayor, Op. 32, núm. 2, seguida de la Sonata en si bemol menor, Op. 35 que está integrada por varios movimientos muy cautivadores.
Después de un breve intermedio, la noche musical continuó con la obra Balada en sol menor, Op. 23 y siguió con una serie de magníficos valses donde el pianista conmovió a los presentes con las piezas Gran vals brillante en Mi bemol mayor, Op. 18, Vals brillante en La bemol mayor, Op. 34, núm. 1 y Vals brillante en Fa mayor, Op. 34, núm. 3.
Finalmente, el músico mexicano Armando Merino cerró la gran noche con la pieza Scherzo en Si bemol mayor, Op. 31 despidiéndose del público entre una ola de aplausos y ovaciones.
Armando Merino tiene una formación pianística con la tutoría de grandes maestros, como Néstor Castañeda, Guadalupe Parrondo, Nina Svetlanova y Michel Blok. En 1984, obtuvo la mención honorifica del Premio Nacional de la Juventud por parte del gobierno mexicano.
Con el tiempo, las obras de Chopin han probado ser obras capitales del repertorio pianístico, todas son muy conocidas, conmovedoras e intensas Armando Merino, músico mexicano