/ miércoles 31 de mayo de 2023

¿Morelos repetirá el coahuilazo?

Las elecciones en los estados de México y Coahuila presentan dos escenarios posibles en una probable alianza de izquierda para Morelos. En el primer caso Morena, Verde y el PT conciliaron y determinaron postular a quien parecía la única candidata que podría derrotar a la alianza PRI-PAN-PRD, las fuerzas internas de Morena y sus aliados se disciplinaron. En el segundo, los aspirantes de Morena se rebelaron ante lo que consideraban una imposición y ello llevó a la postulación de un candidato por cada partido de la alianza opositora. Ricardo Mejía salió de Morena y fue postulado por el PT, cuya dirigencia nacional muy tarde le ha querido retirar el apoyo. El Verde decidió postular a un ex panista, Lenin Pérez Rivera, quien también ya muy tarde en la contienda se quedó sin el apoyo de la dirigencia nacional. El resultado fue la fragmentación del voto que podría haber concentrado esa alianza y que la habría vuelto más competitiva.

Morena en Morelos está fragmentado en diversos grupos y facciones que parecen empeñados en disputar la candidatura a gobernador como si se tratara de una elección constitucional. Los grupos de Rabindranath Salazar, Lucy Meza, Margarita González, Cuauhtémoc Blanco, pelean una batalla sin cuartel que acerca más el futuro de Morena al escenario de Coahuila que al del estado de México. Un componente adicional de discordia es que, frente a una oposición aletargada y con aliados que no juntan más del 15 por ciento de la intención de voto en el mejor de los escenarios, Morena podría tener uno de esos arranques de soberbia que les dan a los poderosos y determinar ir sólo a la elección o reducir al mínimo la participación de sus aliados en candidaturas.

Frente a los escenarios planteados y aunque todos los precandidatos aseguran lealtad al partido, lo cierto es que el pronóstico para lo que podría ocurrir frente a un proceso de selección dudoso, resulta en catástrofes que van de mayor a menor según a quien corresponda la nominación. Lo cierto es que por el momento, una ruptura mayor en el partido guinda parece mucho más probable que la construcción de unidad, o mínimo el acallamiento de las disidencias.

Probablemente pocos se habían imaginado que Ricardo Mejía en Coahuila dejaría Morena. Muchos menos que el acuerdo de postular a otro candidato haría que PT y PVEM determinaran ir solos en la contienda. En el caso de Morelos, parece mucho más sencillo imaginarse que, la falta de generosidad y civilidad políticas cobrará víctimas en el partido que buscará refrendar su triunfo del 2018 y ocupar por primera vez la gubernatura del estado en el 2024.

Nadie quiere ahondar mucho en el asunto, pero hay por lo menos tres aspirantes a la nominación de Morena que bien podrían irse por otra fuerza política si se cumplen dos supuestos: primero, que el resultado de la encuesta para seleccionar candidatos sea dudoso o evidencia plena de un cochinero; segundo, que quien resulte nominado a la candidatura sea un sujeto derrotable.

Y claro que los aliados de Morena no dirían nada ahora, pero algunos de esos candidatos darían a otros partidos los votos suficientes para obtener más posiciones plurinominales que los que les estaría ofreciendo hoy el partido guinda. Si la coalición considera al PT, por ejemplo, con un treinta por ciento de la participación en la alianza, equivalente al 9 por ciento de la votación total, probablemente un nombre atractivo, que ya haya hecho campaña durante un tiempo, podría generarles entre el 12 y hasta el 15 por ciento, o en una de esas hasta resultara ganador. Cualquiera de esas posibilidades reportaría muchos más votos válidos que se traducen en mayor notoriedad de otros candidatos, espacios de representación proporcional y hasta más recursos económicos para el partido en el futuro.

Así que no resultaría extraño ver a alguno de quienes hoy pelean por figurar en las encuestas de Morena y lograr la candidatura postularse por siglas diferentes a las que hoy busca representar. Si se ve fríamente, habría más de una docena de combinaciones que resultarían en triunfos de fuerzas diferentes a Morena, lo que para muchos parece impensable en el estado.

@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

Las elecciones en los estados de México y Coahuila presentan dos escenarios posibles en una probable alianza de izquierda para Morelos. En el primer caso Morena, Verde y el PT conciliaron y determinaron postular a quien parecía la única candidata que podría derrotar a la alianza PRI-PAN-PRD, las fuerzas internas de Morena y sus aliados se disciplinaron. En el segundo, los aspirantes de Morena se rebelaron ante lo que consideraban una imposición y ello llevó a la postulación de un candidato por cada partido de la alianza opositora. Ricardo Mejía salió de Morena y fue postulado por el PT, cuya dirigencia nacional muy tarde le ha querido retirar el apoyo. El Verde decidió postular a un ex panista, Lenin Pérez Rivera, quien también ya muy tarde en la contienda se quedó sin el apoyo de la dirigencia nacional. El resultado fue la fragmentación del voto que podría haber concentrado esa alianza y que la habría vuelto más competitiva.

Morena en Morelos está fragmentado en diversos grupos y facciones que parecen empeñados en disputar la candidatura a gobernador como si se tratara de una elección constitucional. Los grupos de Rabindranath Salazar, Lucy Meza, Margarita González, Cuauhtémoc Blanco, pelean una batalla sin cuartel que acerca más el futuro de Morena al escenario de Coahuila que al del estado de México. Un componente adicional de discordia es que, frente a una oposición aletargada y con aliados que no juntan más del 15 por ciento de la intención de voto en el mejor de los escenarios, Morena podría tener uno de esos arranques de soberbia que les dan a los poderosos y determinar ir sólo a la elección o reducir al mínimo la participación de sus aliados en candidaturas.

Frente a los escenarios planteados y aunque todos los precandidatos aseguran lealtad al partido, lo cierto es que el pronóstico para lo que podría ocurrir frente a un proceso de selección dudoso, resulta en catástrofes que van de mayor a menor según a quien corresponda la nominación. Lo cierto es que por el momento, una ruptura mayor en el partido guinda parece mucho más probable que la construcción de unidad, o mínimo el acallamiento de las disidencias.

Probablemente pocos se habían imaginado que Ricardo Mejía en Coahuila dejaría Morena. Muchos menos que el acuerdo de postular a otro candidato haría que PT y PVEM determinaran ir solos en la contienda. En el caso de Morelos, parece mucho más sencillo imaginarse que, la falta de generosidad y civilidad políticas cobrará víctimas en el partido que buscará refrendar su triunfo del 2018 y ocupar por primera vez la gubernatura del estado en el 2024.

Nadie quiere ahondar mucho en el asunto, pero hay por lo menos tres aspirantes a la nominación de Morena que bien podrían irse por otra fuerza política si se cumplen dos supuestos: primero, que el resultado de la encuesta para seleccionar candidatos sea dudoso o evidencia plena de un cochinero; segundo, que quien resulte nominado a la candidatura sea un sujeto derrotable.

Y claro que los aliados de Morena no dirían nada ahora, pero algunos de esos candidatos darían a otros partidos los votos suficientes para obtener más posiciones plurinominales que los que les estaría ofreciendo hoy el partido guinda. Si la coalición considera al PT, por ejemplo, con un treinta por ciento de la participación en la alianza, equivalente al 9 por ciento de la votación total, probablemente un nombre atractivo, que ya haya hecho campaña durante un tiempo, podría generarles entre el 12 y hasta el 15 por ciento, o en una de esas hasta resultara ganador. Cualquiera de esas posibilidades reportaría muchos más votos válidos que se traducen en mayor notoriedad de otros candidatos, espacios de representación proporcional y hasta más recursos económicos para el partido en el futuro.

Así que no resultaría extraño ver a alguno de quienes hoy pelean por figurar en las encuestas de Morena y lograr la candidatura postularse por siglas diferentes a las que hoy busca representar. Si se ve fríamente, habría más de una docena de combinaciones que resultarían en triunfos de fuerzas diferentes a Morena, lo que para muchos parece impensable en el estado.

@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx