/ lunes 13 de abril de 2020

Lo que necesitamos saber de Covid-19

A pesar de la avalancha de información a la que hemos estado sometidos desde que comenzó la epidemia de Covid-19 siguen existiendo lagunas de conocimiento y esas lagunas nos generan dudas, ansiedad y escepticismo. El día de hoy trataré de atender de manera sucinta algunas de ellas.

El primer tema es saber porqué se utiliza el modelo centinela en el seguimiento de la epidemia, en qué consiste y cómo debemos interpretarlo. El modelo centinela se utiliza cuando se necesita información de alta calidad que no puede ser obtenida mediante el reporte de rutina de los médicos del sistema de salud. Para la atención del COVID-19 se decidió habilitar un grupo de 475 unidades especialmente calificadas para la identificación de la enfermedad que reportan de manera sistemática el 100% de los casos sospechosos. De estos casos se toma muestra al 100% de los casos graves y al 10% de los casos leves.

Las muestras se envían a alguno de los 66 laboratorios certificados para su diagnóstico molecular. A nivel nacional la consideración de estos dos factores de muestreo equivale, según datos oficiales, a 8.4. Esto lo debemos interpretar de la siguiente manera: por cada caso positivo reportado hay otros 8 a los que no se les realizó el diagnóstico pero que también lo son. Estas personas, aunque no cuentan con un diagnóstico confirmatorio, están siendo atendidas bajo la presunción de ser portadores de COVID-19 en sus domicilios. Al día de hoy hay 44 casos positivos en Morelos que, multiplicados por el factor de muestreo, nos arroja el número de 370.

Otro tema importante es entender qué tan grave es la enfermedad. Como sabemos, una fracción importante de los infectados no desarrollará síntomas pero quienes lo hagan tendrán dos posibles desarrollos de la enfermedad. Los pacientes con síntomas leves podrán ser atendidos en sus casas, los graves tendrán que ir a un hospital y aquellos con insuficiencia respiratoria severa serán canalizados a terapia intensiva. Como no existe cura para la enfermedad lo único que se puede hacer es proporcionar paracetamol para atenuar el intenso dolor de articulaciones y la fiebre que llega a ser tan alta como 41 grados.

La tasa de letalidad en México es de 3.6%, esto significa que 3 de cada 100 pacientes con la enfermedad no sobrevivirán. Sin embargo, aún aquellos pacientes que sobrevivan podrán desarrollar padecimientos en pulmones, corazón, riñones, tejido muscular o cerebro como consecuencia de la infección. No sabemos todavía si estos daños son reversibles ni tampoco qué tan graves serán las complicaciones que generarán a futuro.

Algo que preocupa a las personas es saber si las mascotas pueden transmitir el virus que ocasiona COVID-19. En este sentido es importante entender que la familia de los coronavirus produce el resfriado común y que normalmente hay muchos de estos virus circulando entre personas pero que también hay algunos que causan enfermedad en animales. Los virus de animales normalmente no afectan a las personas y a la fecha no existe en nuestro continente ningún reporte de COVID-19 en animales de compañía ni tampoco ningún reporte en el mundo de que se haya transmitido de mascotas a humanos. Sin embargo y dentro de la contingencia, es recomendable extender las medidas de higiene a nuestro contacto con animales lavándonos las manos inmediatamente después de tener contacto con ellos.

El último tema es saber si existe alguna manera de protegernos consumiendo alimentos o medicamentos especiales. En este sentido es importante entender que no existe ningún medicamento, de farmacia, homeopático o naturista que evite la enfermedad. Tampoco existen dietas, alimentos o prácticas diferentes a las de higiene personal basadas en agua y jabón que sirvan. Hago hincapié en evitar el uso de dióxido de cloro así como de arsénico pues estos compuestos son tóxicos y pueden causar daño hepático a largo plazo.

Las recomendaciones siguen siendo las mismas, permanecer en casa, distanciamiento social y protección con cubrebocas en caso de salir a la calle, medidas extremas de higiene basadas en el uso de agua y jabón y una alimentación saludable. Qué tan bien librados salgamos de la primera ola de la pandemia dependerá de nosotros, de nuestra serenidad y firmeza, y para eso el conocimiento es vital.


Información adicional de éste y otros temas de interés http://reivindicandoapluton.blogspot.mx

A pesar de la avalancha de información a la que hemos estado sometidos desde que comenzó la epidemia de Covid-19 siguen existiendo lagunas de conocimiento y esas lagunas nos generan dudas, ansiedad y escepticismo. El día de hoy trataré de atender de manera sucinta algunas de ellas.

El primer tema es saber porqué se utiliza el modelo centinela en el seguimiento de la epidemia, en qué consiste y cómo debemos interpretarlo. El modelo centinela se utiliza cuando se necesita información de alta calidad que no puede ser obtenida mediante el reporte de rutina de los médicos del sistema de salud. Para la atención del COVID-19 se decidió habilitar un grupo de 475 unidades especialmente calificadas para la identificación de la enfermedad que reportan de manera sistemática el 100% de los casos sospechosos. De estos casos se toma muestra al 100% de los casos graves y al 10% de los casos leves.

Las muestras se envían a alguno de los 66 laboratorios certificados para su diagnóstico molecular. A nivel nacional la consideración de estos dos factores de muestreo equivale, según datos oficiales, a 8.4. Esto lo debemos interpretar de la siguiente manera: por cada caso positivo reportado hay otros 8 a los que no se les realizó el diagnóstico pero que también lo son. Estas personas, aunque no cuentan con un diagnóstico confirmatorio, están siendo atendidas bajo la presunción de ser portadores de COVID-19 en sus domicilios. Al día de hoy hay 44 casos positivos en Morelos que, multiplicados por el factor de muestreo, nos arroja el número de 370.

Otro tema importante es entender qué tan grave es la enfermedad. Como sabemos, una fracción importante de los infectados no desarrollará síntomas pero quienes lo hagan tendrán dos posibles desarrollos de la enfermedad. Los pacientes con síntomas leves podrán ser atendidos en sus casas, los graves tendrán que ir a un hospital y aquellos con insuficiencia respiratoria severa serán canalizados a terapia intensiva. Como no existe cura para la enfermedad lo único que se puede hacer es proporcionar paracetamol para atenuar el intenso dolor de articulaciones y la fiebre que llega a ser tan alta como 41 grados.

La tasa de letalidad en México es de 3.6%, esto significa que 3 de cada 100 pacientes con la enfermedad no sobrevivirán. Sin embargo, aún aquellos pacientes que sobrevivan podrán desarrollar padecimientos en pulmones, corazón, riñones, tejido muscular o cerebro como consecuencia de la infección. No sabemos todavía si estos daños son reversibles ni tampoco qué tan graves serán las complicaciones que generarán a futuro.

Algo que preocupa a las personas es saber si las mascotas pueden transmitir el virus que ocasiona COVID-19. En este sentido es importante entender que la familia de los coronavirus produce el resfriado común y que normalmente hay muchos de estos virus circulando entre personas pero que también hay algunos que causan enfermedad en animales. Los virus de animales normalmente no afectan a las personas y a la fecha no existe en nuestro continente ningún reporte de COVID-19 en animales de compañía ni tampoco ningún reporte en el mundo de que se haya transmitido de mascotas a humanos. Sin embargo y dentro de la contingencia, es recomendable extender las medidas de higiene a nuestro contacto con animales lavándonos las manos inmediatamente después de tener contacto con ellos.

El último tema es saber si existe alguna manera de protegernos consumiendo alimentos o medicamentos especiales. En este sentido es importante entender que no existe ningún medicamento, de farmacia, homeopático o naturista que evite la enfermedad. Tampoco existen dietas, alimentos o prácticas diferentes a las de higiene personal basadas en agua y jabón que sirvan. Hago hincapié en evitar el uso de dióxido de cloro así como de arsénico pues estos compuestos son tóxicos y pueden causar daño hepático a largo plazo.

Las recomendaciones siguen siendo las mismas, permanecer en casa, distanciamiento social y protección con cubrebocas en caso de salir a la calle, medidas extremas de higiene basadas en el uso de agua y jabón y una alimentación saludable. Qué tan bien librados salgamos de la primera ola de la pandemia dependerá de nosotros, de nuestra serenidad y firmeza, y para eso el conocimiento es vital.


Información adicional de éste y otros temas de interés http://reivindicandoapluton.blogspot.mx