/ lunes 11 de septiembre de 2023

Bastón de Mando, máximo símbolo indígena (I)

Fíjense, queridos lectores, que a través de las reuniones de trabajo con integrantes del Señorío de los 12 pueblos de Cuauhnáhuac; claro, desde que me concedieron el honor de integrarme a ellos, he aprendido muchas cosas, entre ellas, lo que significa un Bastón de Mando, su entrega-recepción y, sobre todo, lo más importante, lo que simboliza este acto.

Para ello, les explicaré un poco acerca de su uso ancestral y al hacerlo nos tendremos que sumergir en la historia formidable del México Antiguo, no solo de Morelos, ya que un Bastón de Mando no tiene su origen en un lugar en especial, sino que ha sido y es un elemento importante en varias culturas étnicas o indígenas como la de los Chichimecas –Otomíes--, representados por los danzantes Concheros del estado de Querétaro así como en varios Señoríos de Morelos, por ejemplo el de Xoxocotla, y ahora ya constituido legalmente en el Señorío de Cuauhnáhuac también.

El Bastón de Mando por lo general lo entrega una comunidad indígena a una autoridad que ha trabajado arduamente por ellos, por lo que en agradecimiento se le concede tal distinción, lo que significa que la comunidad le reconoce a la máxima autoridad tanto su capacidad espiritual, más que política, como un auténtico servidor público. Pero ¡ojo!, su entrega simboliza sometimiento a la autoridad que lo distingue, en lo que concierne a las necesidades de la comunidad, ya que la entrega denota la confianza que la comunidad deposita en quien ha sido elegido por la asamblea, no por una sola persona. Asimismo, se espera que quien lo reciba acatará la voluntad de la comunidad de acuerdo con los usos y costumbres de origen ancestral, no político. En otras palabras, la entrega de un Bastón de Mando es un complemento protocolario que denota en la persona que lo porta, autoridad o mando sobre el grupo o colectivo identitario al que se le otorga.

Su origen es incierto, hay quien asegura que su uso inició por primera vez entre los 68 pueblos indígenas, sobre todo de los valles centrales de Oaxaca y en la zona Mixe del mismo estado. Otros señalan su origen en Tlaxcala. Pero lo que sí es un hecho es que su apariencia, al menos en México, porque existen en varios lugares del mundo, es la misma: Mide alrededor de un metro de altura, los hay de cedro, de ahuehuete, de castaño, fresno, sauce, olmo, níspero, etc., y sea del material que sea, representa lo mismo: el punto de unión de elementos opuestos integrados para que la naturaleza funcione y que otorgue el equilibrio, la armonía, la fortaleza y la unidad que esperan que guíe a un gobernante o a quien lo reciba, aunque esto desafortunadamente no ha sido cumplido por muchos, porque en ocasiones quien lo recibe no entiende ni la importancia que tiene, así como tampoco las responsabilidad que se adquieren al recibirlo.

Adicionalmente el bastón está ornamentado con listones de diversos colores en la punta, representando las tradiciones y el simbolismo del pueblo o los pueblos que lo integran y que forman parte de la cosmovisión de los pueblos originarios. Quienes los fabrican aseguran que un factor importante en su elaboración además de su contenido de savia del árbol, son las fases lunares, siendo por lo tanto más adecuado elaborarlo durante las fases de luna menguante.

En la última reunión efectuada aquí en Cuauhnáhuac la semana pasada, representada por sus máximas autoridades: el Tekutli Manuel Gómez Vázquez y la Nanantzin Martha Solé Valois, así como de la mayoría de los pueblos que la integran, se tomaron varias decisiones: la primera, los pueblos de origen prehispánico como el de Cuauhnáhuac (hoy Cuernavaca) quieren y reconocerán un bastón de mando que realmente sea entregado a quien forme parte de una comunidad indígena, que represente al resto de los pueblos conforme a sus usos y costumbres o, bien, que haya demostrado empatía y solidaridad con los pueblos y, en tal sentido, lo otorgarán solo a quien realmente los represente.

A su vez, el Consejo Nacional de Pueblos Originarios y Comunidades Indígenas, en un comunicado que nos compartió el Dr. Juan Blechen, gran apoyador en materia de salud de las comunidades nahuablantes, confirma que “el Bastón de Mando indígena es un símbolo espiritual de reconocimiento a la dignidad de quien lo recibe, mismo que es otorgado mediante asamblea con diversos pueblos indígenas. Este símbolo no es objeto de decisiones políticas o económicas, por lo que no puede ni debe ser comprado con dinero o favores de ninguna índole”. Y seguimos con el tema porque hay todavía más información.

Y hasta el próximo lunes.

Fíjense, queridos lectores, que a través de las reuniones de trabajo con integrantes del Señorío de los 12 pueblos de Cuauhnáhuac; claro, desde que me concedieron el honor de integrarme a ellos, he aprendido muchas cosas, entre ellas, lo que significa un Bastón de Mando, su entrega-recepción y, sobre todo, lo más importante, lo que simboliza este acto.

Para ello, les explicaré un poco acerca de su uso ancestral y al hacerlo nos tendremos que sumergir en la historia formidable del México Antiguo, no solo de Morelos, ya que un Bastón de Mando no tiene su origen en un lugar en especial, sino que ha sido y es un elemento importante en varias culturas étnicas o indígenas como la de los Chichimecas –Otomíes--, representados por los danzantes Concheros del estado de Querétaro así como en varios Señoríos de Morelos, por ejemplo el de Xoxocotla, y ahora ya constituido legalmente en el Señorío de Cuauhnáhuac también.

El Bastón de Mando por lo general lo entrega una comunidad indígena a una autoridad que ha trabajado arduamente por ellos, por lo que en agradecimiento se le concede tal distinción, lo que significa que la comunidad le reconoce a la máxima autoridad tanto su capacidad espiritual, más que política, como un auténtico servidor público. Pero ¡ojo!, su entrega simboliza sometimiento a la autoridad que lo distingue, en lo que concierne a las necesidades de la comunidad, ya que la entrega denota la confianza que la comunidad deposita en quien ha sido elegido por la asamblea, no por una sola persona. Asimismo, se espera que quien lo reciba acatará la voluntad de la comunidad de acuerdo con los usos y costumbres de origen ancestral, no político. En otras palabras, la entrega de un Bastón de Mando es un complemento protocolario que denota en la persona que lo porta, autoridad o mando sobre el grupo o colectivo identitario al que se le otorga.

Su origen es incierto, hay quien asegura que su uso inició por primera vez entre los 68 pueblos indígenas, sobre todo de los valles centrales de Oaxaca y en la zona Mixe del mismo estado. Otros señalan su origen en Tlaxcala. Pero lo que sí es un hecho es que su apariencia, al menos en México, porque existen en varios lugares del mundo, es la misma: Mide alrededor de un metro de altura, los hay de cedro, de ahuehuete, de castaño, fresno, sauce, olmo, níspero, etc., y sea del material que sea, representa lo mismo: el punto de unión de elementos opuestos integrados para que la naturaleza funcione y que otorgue el equilibrio, la armonía, la fortaleza y la unidad que esperan que guíe a un gobernante o a quien lo reciba, aunque esto desafortunadamente no ha sido cumplido por muchos, porque en ocasiones quien lo recibe no entiende ni la importancia que tiene, así como tampoco las responsabilidad que se adquieren al recibirlo.

Adicionalmente el bastón está ornamentado con listones de diversos colores en la punta, representando las tradiciones y el simbolismo del pueblo o los pueblos que lo integran y que forman parte de la cosmovisión de los pueblos originarios. Quienes los fabrican aseguran que un factor importante en su elaboración además de su contenido de savia del árbol, son las fases lunares, siendo por lo tanto más adecuado elaborarlo durante las fases de luna menguante.

En la última reunión efectuada aquí en Cuauhnáhuac la semana pasada, representada por sus máximas autoridades: el Tekutli Manuel Gómez Vázquez y la Nanantzin Martha Solé Valois, así como de la mayoría de los pueblos que la integran, se tomaron varias decisiones: la primera, los pueblos de origen prehispánico como el de Cuauhnáhuac (hoy Cuernavaca) quieren y reconocerán un bastón de mando que realmente sea entregado a quien forme parte de una comunidad indígena, que represente al resto de los pueblos conforme a sus usos y costumbres o, bien, que haya demostrado empatía y solidaridad con los pueblos y, en tal sentido, lo otorgarán solo a quien realmente los represente.

A su vez, el Consejo Nacional de Pueblos Originarios y Comunidades Indígenas, en un comunicado que nos compartió el Dr. Juan Blechen, gran apoyador en materia de salud de las comunidades nahuablantes, confirma que “el Bastón de Mando indígena es un símbolo espiritual de reconocimiento a la dignidad de quien lo recibe, mismo que es otorgado mediante asamblea con diversos pueblos indígenas. Este símbolo no es objeto de decisiones políticas o económicas, por lo que no puede ni debe ser comprado con dinero o favores de ninguna índole”. Y seguimos con el tema porque hay todavía más información.

Y hasta el próximo lunes.