/ lunes 23 de agosto de 2021

Filippo Lippi, el pintor de las vírgenes coronadas

Lucrecia y Sofia Spinetta llegaron al Convento de Santa Margherita en Prato Italia a principios de Julio de 1456, en donde era capellán del Convento San Filippo Lippi renombrado pintor y monje que había alcanzado mucha fama en pintar las mas hermosas Madonas con una elegancia de líneas y delicadas transparencias cromáticas.

Filippo estaba plantado enfrente de su caballete mirando la tabla en la que llevaba días trabajando era un encargo de Ottavio de Valenti el personaje más acaudalado de Prato.

Era una virgen sentada en un maravilloso trono reproducido con piedras preciosas. Su manto era del más fino lapislázuli, pero no había cara¡ Filippo no encontraba una cara para pintarle a la virgen.

Cuando Fra Filippo vio a la nueva novicia Lucrecia quedó encantado de su belleza. Hermana Lucrecia le dijo con delicadeza, es una auténtica bendición tenerla aquí, cuando tan necesitado estoy de lograr algo verdaderamente magnífico y hermoso para mí mecenas.

Apoyado el pintor por el Gran Cosimo de Medici, logró que le permitieran a la joven novicia ir a su estudio para que fuera su modelo.

La relación entre Lucrecia Butti y el famoso Filippo Lippi tendría consecuencias insospechadas, poco después artista y musa se convirtieron en amantes y se vieron envueltos en un romance escandaloso que amenazaba con destruir sus vidas.

Esto sucedía en la época del Renacimiento Italiano, un periodo de la historia en donde existía un mundo lleno de pasión ilícita, injusticias terribles, y abusos en la vida monástica.

Filippo fue uno de los pintores más importantes del siglo XV.

Actualmente en la sala ocho de Galerías Uffizi está dedicada al pintor Filippo Lippi.


galeriamayra2@gmail.com

www.mayragalleryart.com

YouTube: Mayra Gallery Art

Lucrecia y Sofia Spinetta llegaron al Convento de Santa Margherita en Prato Italia a principios de Julio de 1456, en donde era capellán del Convento San Filippo Lippi renombrado pintor y monje que había alcanzado mucha fama en pintar las mas hermosas Madonas con una elegancia de líneas y delicadas transparencias cromáticas.

Filippo estaba plantado enfrente de su caballete mirando la tabla en la que llevaba días trabajando era un encargo de Ottavio de Valenti el personaje más acaudalado de Prato.

Era una virgen sentada en un maravilloso trono reproducido con piedras preciosas. Su manto era del más fino lapislázuli, pero no había cara¡ Filippo no encontraba una cara para pintarle a la virgen.

Cuando Fra Filippo vio a la nueva novicia Lucrecia quedó encantado de su belleza. Hermana Lucrecia le dijo con delicadeza, es una auténtica bendición tenerla aquí, cuando tan necesitado estoy de lograr algo verdaderamente magnífico y hermoso para mí mecenas.

Apoyado el pintor por el Gran Cosimo de Medici, logró que le permitieran a la joven novicia ir a su estudio para que fuera su modelo.

La relación entre Lucrecia Butti y el famoso Filippo Lippi tendría consecuencias insospechadas, poco después artista y musa se convirtieron en amantes y se vieron envueltos en un romance escandaloso que amenazaba con destruir sus vidas.

Esto sucedía en la época del Renacimiento Italiano, un periodo de la historia en donde existía un mundo lleno de pasión ilícita, injusticias terribles, y abusos en la vida monástica.

Filippo fue uno de los pintores más importantes del siglo XV.

Actualmente en la sala ocho de Galerías Uffizi está dedicada al pintor Filippo Lippi.


galeriamayra2@gmail.com

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