Trabajadores de las casetas de Caminos y Puentes Federales (Capufe) se sienten expuestos ante hechos delictivos, como los acontecidos recientemente en las plazas de cobro de la autopista México-Acapulco, a la altura de Xochitepec y Emiliano Zapata.
Así lo declaró el secretario general del sindicato de trabajadores de la paraestatal, Martín Curiel Gallegos, quien señaló que todos los puntos están expuestos ante la falta de seguridad por parte de la Guardia Nacional, lo que derivó en que en 2023 se registraran al menos 45 asaltos en casetas de diversos puntos carreteros en el país.
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“Pues sí, efectivamente se suscitaron estos eventos ahí en estas plazas de cobro que fueron Zapata y Aeropuerto, y nuestra gente está muy preocupada por la inseguridad que está permeando en cada centro de trabajo”.
Curiel Gallegos indicó que Capufe contrató a una empresa de seguridad privada para vigilar las casetas; sin embargo, no ha sido suficiente para frenar este tipo de actos delictivos.
“Creemos que no reúne el requisito ni nos ofrece ninguna garantía, por lo cual la gente está muy preocupada”.
Señaló que cada punto puede convertirse en un foco rojo por estos actos, pero particularmente en Morelos han identificado dos tramos de la carretera México-Acapulco, uno a la altura de Tres Marías y el siguiente en los límites con el estado de Guerrero.
“Híjole, es que ya podemos pensar o decir cuál es el foco rojo, porque el hecho de que se susciten asaltos en diferentes lados, pues para mí, foco rojo es todo. Van moviéndose, van haciendo o buscando dónde pueden llegar”.
Asimismo, dijo que en el estado de Puebla, trabajadores han reportado haber sido víctimas de al menos 20 asaltos y en uno de estos, un trabajador resultó herido de un disparo de arma de fuego.
Está expuesta la vida y la integridad física de todos nuestros trabajadores
Agregó que, a pesar de haber solicitado el apoyo de la Guardia Nacional para cuidar a los trabajadores, se les ha negado por falta de elementos.
“Nos dicen que la Guardia Nacional no tiene cobertura nacional o de estar presentes en todas las plazas de cobro. Hace muchos años había militares, había policía federal, había la PIBA y, como quiera que sea, estábamos un poco más protegidos; ahora sí estamos muy expuestos”.
De igual forma, señaló que esto ha traído como consecuencias daño psicológico a los trabajadores que han estado en este tipo de hechos, en los cuales son sometidos por los delincuentes para quitarles el dinero recaudado.
Hay enfermedades de carácter psicológico, hay problemas ya que, al estar laborando, nos preocupa la inseguridad
Finalmente, dijo que aún se desconoce el monto de lo robado en las referidas casetas de Morelos, los cuales son de los primeros actos de esta naturaleza registrados en 2024.
