Durante la última semana, lo que más se escuchó en Cuautla fue el actuar un grupo de jóvenes, a quienes se les denominó "radicales", luego de que llegarán hasta el Zócalo de Cuautla para golpear con cables a los ciudadanos que transitaban en ese momento por la plaza, al tiempo de gritarles que se fueran a su casa.
Esto generó opiniones encontradas ya que algunos de los ciudadanos a través de las redes sociales manifestaron su aceptación por este tipo de acciones, señalando que sólo así se podía hacer entender a la gente que debe de estar en sus casas y no en la calle propagando el virus.
Algunos de los comentarios a "favor" fue que no justificaban la violencia pero al no entender la gente la dimensión de la pandemia en donde Cuautla ya registra defunciones, era necesario este tipo de medidas.
En contra parte, hubo aquellos que rechazaron este tipo de acciones, argumentado que parte de la gente que está en las calles es porque tiene la necesidad de salir de sus casas a trabajar.
A pesar de que hubo detenidos, surgieron más avisos en donde este grupo de jóvenes, hombres la mayoría de ellos, amenazaron con regresar, al señalar que el ayuntamiento no está haciendo nada para meter a la gente a sus casas.
Como medida urgente, el Ayuntamiento de Cuautla aprobó en Cabildo el retomar el operativo de Alerta Sanitaria, en donde participan diversas direcciones, sin embargo, aun se puede ver a una gran cantidad de gente caminando por las calles y plazas de esta ciudad.
Para el activista y defensor de los derechos humanos, José Martínez Cruz dio que este tipo de medidas que tomó un grupo de jóvenes convocando a través de redes sociales no contribuyen para nada a prevenir, sino que al contrario agudiza los niveles de tolerancia y de violencia que la sociedad ha vivido durante los últimos años, y actualmente en esta contingencia.
"¿Quién les dio la tarea y responsabilidad de golpear a la gente?, ¿quién les confirió la autoridad para hacer este tipo de acciones?, en ningún lado está autorizado en que se proceda de manera violenta, es como si se difundiera que se va a linchar a alguien. Es inaceptable y la autoridad tiene la obligación de garantizar la seguridad y derechos humanos de las personas, y no se debe de actuar, ni permitir, ni tolerar este tipo de acciones".
