Debido a las recomendaciones que Protección Civil de Cuernavaca hizo sobre el panteón de La Paz, se cerró al público del 29 de octubre al 2 de noviembre, esto para evitar aglomeraciones y sobre todo que el movimiento de los autos pudiera provocar vibraciones que pusieran en riesgo la estructura del suelo.
En cuanto se volvió a tener el acceso, las familias acudieron al lugar, sin embargo, la afluencia fue baja, debido a que ya no son días de asueto, y que durante los días que se mantuvo cerrado, algunos visitantes señalaron que volverían durante el fin de semana.
Aunque este no fue impedimento para que los visitantes llevaran ramos de cempasúchil y adornaran las tumbas de sus seres queridos; el camposanto concentró a una pequeña cantidad de personas, por lo que no se tuvo que recurrir a desalojarlas o negar el acceso.
Por otra parte, se dijo que las secciones que se encontraban acordonadas estarían restringidas por la inestabilidad del suelo y las tumbas que se encontraban ahí no podían ser visitadas, sin embargo, pese a las peticiones de las autoridades municipales, algunas familias llevaron adornos y flores a sus difuntos.
Tal fue el caso de la señora Margarita Lugo, quién dijo que el cierre del panteón en Día de Muertos no fue justo, ya que no recibieron aviso, por lo que algunos familiares que venían de fuera se tuvieron que regresar con todas sus pertenencias, asimismo, señaló que no fueron avisados que sus seres queridos se encontraban en la zona de riesgo.
“Estamos en riesgo, pero hay más personas también (…) Lo más importante es visitar a nuestros familiares… Le pediríamos a las autoridades que pongan más atención a todos los panteones porque están muy mal”, explicó doña Margarita.
O tal fue el caso del señor Antonio Valladares, quién su difunta esposa se encuentra sepultada a escasos metros del paredón que se derrumbó, aunque las recomendaciones fueron claras, no quiso dejar de visitar la tumba de su amada.
Al ser cuestionado sobre si el derrumbe del pasado 14 de septiembre no pone en riesgo su patrimonio y su integridad física al visitar a su ser querido, don Antonio mencionó que no tiene otra opción, por lo que pidió a las autoridades darle una pronta respuesta en cuanto al tema de reubicación.
“Que nos den una reubicación, a donde esté más seguro y con mucho gusto no pondría ningún obstáculo para cambiarla de lugar, siempre y cuándo sea aquí (La Paz)”, explicó.
Reconoció que las autoridades no se acercaron para analizar su situación, y que mucho menos lo previnieron de la inestabilidad de la tierra antes de comprar su predio, puesto que hace cuatro años que falleció su esposa, por la premura nadie le explicó los riesgos.
Únete a nuestro canal de YouTube
➡️ Recibe la información relevante en tu correo a través del Newsletter