Expertos en materia de salud pública opinaron que el estancamiento político que se vive en México tienen prácticamente “estancados” los usos potenciales de la cannabis, uso el medicinal y otro el industrial, mismos que no producen un efecto psicodélico pero que sí ayudarán mucho en la salud de las personas que así lo requieren, la intención de continuar criminalizando a quien la consume es un método cíclico en donde las iniciativas de ley se suelen “reciclar”.
Emanuel Orozco Núñez, investigador del Instituto Naciona de Salud Pública (INSP), participó en el foro “Regulación del cannabis en México: Salud, derechos humanos y legislación”, organizado por la Escuela de Salud Pública de México; ahí urgió a que las y los diputados y senadores discutan sobre la iniciativa de Ley General que lleva ya varios años detenida, incluso desde 2017.
Recordó que en junio de 2021 la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declaró que la cannabis no es peligrosa, derivando la iniciativa de ley que no ha podido discutirse o que “se recicla, se medio discute, y luego se vuelve a archivar”.
La regulación del consumo y la comercialización tiene que ver con aspectos de justicia y salud pública, sin embargo, son los intereses comerciales y una política prohibicionistas los que podrían estar deteniendo la regulación “en México es un 10 por ciento de la población ha reconocido haber usado la cannabis, a diferencia de Estados Unidos en donde respondió el 80 por ciento, en Holanda que está permitido un 40 por ciento; en el país ha aumentado entre un 4 y un 5 puntos porcentuales, es decir, va en aumento”.
Si bien reconoce que el uso más conocido de la cannabis es “el personal en donde se alteran los sentidos”, y en los que ya se derivan pastas, aceites, golosinas, como alternatia de consumo, pero también existen otros usos como los medicinales que no producen efectos psicodélicos, otro es el uso en la investigación, la industria cosmética “problemas músculo-esqueléticos, trastornos en salud mental como depresión y Alzheimer, atender efectos en persona que viven con VIH, glaucomas, reumas”, entre otras.
“No podemos trivializar el tema”, dijo Orozco, pues al igual que otras sustancias que se consumen en exceso como el café y el alcohol, también tienen aspectos negativos pues se ha demostrado que en ciudades en las que se permite el consumo se dan más accidentes de tránsito, “riesgos no solo para quien lo consume, sino para terceros”.
Menores de 21 años pueden tener efectos negativos en materia de salud mental como el destacar esquizofrenia, o depresión por eso es que no se debe permitir en menores de edad, o solo por prescripción médica.
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