/ sábado 20 de marzo de 2021

[Especial] ¿La eterna primavera, en Morelos?

Aunque para expertos en el estado hay sólo dos estaciones, sus paisajes están entre los más placenteros del mundo

El cronista Miguel Ángel Betanzos recordó que Cuernavaca, mejor conocida como "La ciudad de la eterna primavera" contaba con una vegetación arbórea, huertas familiares, piso empedrado y la ubicación de las barrancas ayudaban a mantener un clima privilegiado en la capital del estado.

Asimismo, señaló que el municipio siempre ha sido considerado así, debido a la estabilidad del clima con el que contaba, recordando que en la época prehispánica Cuauhnáhuac fue trazado exactamente igual que Xochicalco, con el eje del equinoccio de primavera de oriente a poniente. Con la diferencia de que en Xochicalco las ciudades sagradas eran amuralladas, pero en Cuauhnahuac las murallas eran las barrancas, por lo que el eje está sobre el puente de Amanalco y San Antón.

El cronista también detalló que las barrancas aportan el clima, la frescura y estabilidad a la ciudad, mismas que no han perdido su vegetación, sin embargo se encuentran sumamente sucias.

Betanzos indicó que de acuerdo con los registros que se tienen, como en la primera foto aérea que mandó tomar Maximiliano de Habsburgo a su llegada a Cuernavaca, se puede apreciar que en la capital no existía vegetación alta, sino que el clima dependía de la vegetación arbórea y el agua corriente que venía de las lomas o de la parte de Gualupita y Tlaltenango.

También contó que en la foto aérea de 1866 se hicieron dos planos, uno que marcó las calles y pocas casas que existían, y otro que marcaba casas muy pequeñas, huertas familiares las cuales contaban con árboles pequeños frutales de guayaba, zapote y limón. Y a partir de 1930 fue cuando comenzaron a pavimentar los caminos, ya que Cuernavaca era un lugar empedrado, en el cual se podía filtrar el agua y mantener el clima.

El cronista dijo que sin duda ir pavimentando las calles afectó considerablemente el clima, además se dejaron de sembrar árboles frutales y jacarandas, los cuales tenían la capacidad completa de retener la humedad; no obstante se sembró el ficus y laureles que sólo generan plaga y requieren de bastante agua.

Indicó que existen muchas teorías sobre el porqué Cuernavaca fue denominada La ciudad de la eterna primavera, pero a su parecer proviene del breve paso que hizo Alexander Von Humboldt en la capital, quedó impresionado con la flora y terceras personas aseguran que dio dicho término.

“Yo creo que el término de Eterna primavera viene después de la Revolución, cuando varios expresidentes como Calles vienen a vivir aquí por el clima y porque era una ciudad cosmopolita”.

El problema de deforestación

Pare el biólogo e investigador de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), Óscar Dorado Ramírez, existen situaciones cotidianas que han afectado a Morelos más allá del cambio climático.

Si bien esta situación ha causado afectaciones, cambios en la naturaleza, y demás, para él existen prácticas cotidianas que han hecho daño y sin duda han repercutido en el clima. Por lo que lamentó que no se esté haciendo nada al respecto, un gran ejemplo es el tema de la basura, el cual consideró el más grande, al igual que la deforestación.

El investigador aseguró que se puede contribuir en el cuidado de la naturaleza y en la conservación de la biodiversidad.

Dorado indicó que la deforestación es un tema complicado y otro punto que se debe realizar es construir menos casas, ya que estas acciones afectan el cambio del uso de suelo.

Hace 20 años Morelos no había la deforestación que existe hoy en día; en los últimos 10 años se ha hecho mucho daño y por lo tanto hay menos biodiversidad, y menos animales.

En el caso de la flora, cada vez hay más especies exóticas, plantas que no son del país, que no son nativas de Morelos, lo que contribuye al calentamiento global, sumado al hecho de que no no hay biodiversidad nativa, señaló.

La primavera no existe

Dorado Ramírez indicó que realmente no hay primavera en Cuernavaca, sino que existen dos épocas del año en la capital como en muchos estados de la república: sequía y lluvias.

Las estaciones del año no son marcadas o como deberían ser. De hecho nos encontramos en la época más seca de México, lo que no se acerca para nada a lo que debería ser la primavera, aseguró.

“La primavera es un invento de nosotros, los mexicanos, lo copiamos de otros países del mundo, como Europa”, finalizó.

El pavimento en las calles afectó considerablemente el clima; se dejaron de sembrar árboles frutales.

El cronista Miguel Ángel Betanzos recordó que Cuernavaca, mejor conocida como "La ciudad de la eterna primavera" contaba con una vegetación arbórea, huertas familiares, piso empedrado y la ubicación de las barrancas ayudaban a mantener un clima privilegiado en la capital del estado.

Asimismo, señaló que el municipio siempre ha sido considerado así, debido a la estabilidad del clima con el que contaba, recordando que en la época prehispánica Cuauhnáhuac fue trazado exactamente igual que Xochicalco, con el eje del equinoccio de primavera de oriente a poniente. Con la diferencia de que en Xochicalco las ciudades sagradas eran amuralladas, pero en Cuauhnahuac las murallas eran las barrancas, por lo que el eje está sobre el puente de Amanalco y San Antón.

El cronista también detalló que las barrancas aportan el clima, la frescura y estabilidad a la ciudad, mismas que no han perdido su vegetación, sin embargo se encuentran sumamente sucias.

Betanzos indicó que de acuerdo con los registros que se tienen, como en la primera foto aérea que mandó tomar Maximiliano de Habsburgo a su llegada a Cuernavaca, se puede apreciar que en la capital no existía vegetación alta, sino que el clima dependía de la vegetación arbórea y el agua corriente que venía de las lomas o de la parte de Gualupita y Tlaltenango.

También contó que en la foto aérea de 1866 se hicieron dos planos, uno que marcó las calles y pocas casas que existían, y otro que marcaba casas muy pequeñas, huertas familiares las cuales contaban con árboles pequeños frutales de guayaba, zapote y limón. Y a partir de 1930 fue cuando comenzaron a pavimentar los caminos, ya que Cuernavaca era un lugar empedrado, en el cual se podía filtrar el agua y mantener el clima.

El cronista dijo que sin duda ir pavimentando las calles afectó considerablemente el clima, además se dejaron de sembrar árboles frutales y jacarandas, los cuales tenían la capacidad completa de retener la humedad; no obstante se sembró el ficus y laureles que sólo generan plaga y requieren de bastante agua.

Indicó que existen muchas teorías sobre el porqué Cuernavaca fue denominada La ciudad de la eterna primavera, pero a su parecer proviene del breve paso que hizo Alexander Von Humboldt en la capital, quedó impresionado con la flora y terceras personas aseguran que dio dicho término.

“Yo creo que el término de Eterna primavera viene después de la Revolución, cuando varios expresidentes como Calles vienen a vivir aquí por el clima y porque era una ciudad cosmopolita”.

El problema de deforestación

Pare el biólogo e investigador de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), Óscar Dorado Ramírez, existen situaciones cotidianas que han afectado a Morelos más allá del cambio climático.

Si bien esta situación ha causado afectaciones, cambios en la naturaleza, y demás, para él existen prácticas cotidianas que han hecho daño y sin duda han repercutido en el clima. Por lo que lamentó que no se esté haciendo nada al respecto, un gran ejemplo es el tema de la basura, el cual consideró el más grande, al igual que la deforestación.

El investigador aseguró que se puede contribuir en el cuidado de la naturaleza y en la conservación de la biodiversidad.

Dorado indicó que la deforestación es un tema complicado y otro punto que se debe realizar es construir menos casas, ya que estas acciones afectan el cambio del uso de suelo.

Hace 20 años Morelos no había la deforestación que existe hoy en día; en los últimos 10 años se ha hecho mucho daño y por lo tanto hay menos biodiversidad, y menos animales.

En el caso de la flora, cada vez hay más especies exóticas, plantas que no son del país, que no son nativas de Morelos, lo que contribuye al calentamiento global, sumado al hecho de que no no hay biodiversidad nativa, señaló.

La primavera no existe

Dorado Ramírez indicó que realmente no hay primavera en Cuernavaca, sino que existen dos épocas del año en la capital como en muchos estados de la república: sequía y lluvias.

Las estaciones del año no son marcadas o como deberían ser. De hecho nos encontramos en la época más seca de México, lo que no se acerca para nada a lo que debería ser la primavera, aseguró.

“La primavera es un invento de nosotros, los mexicanos, lo copiamos de otros países del mundo, como Europa”, finalizó.

El pavimento en las calles afectó considerablemente el clima; se dejaron de sembrar árboles frutales.

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