El cabello en los humanos había sido considerado como un potente elemento mágico o ceremonial, incluso en algunas de las llamadas culturas primitivas, creían que el alma de cada persona se encontraba en su cabellera.
Aún en Cuernavaca prevalecen estos lugares, hoy más modernos con sus anuncios distintivos de color blanco, azul y rojo.
Los peluqueros y las peluquerías datan desde la edad antigua, sin embargo ha tenido como todo, diferentes aceptaciones y desarrollo. Con el paso de los años, las peluquerías, se llegaron a confundir con salones de belleza o estéticas.
En Cuernavaca, de los primeros peluqueros que siguen la tradición es sin duda la peluquería El Ranflas, con Adolfo Ranfla Castro, cuyo negocio comenzó en el año de 1945, su padre Adolfo Ranfla Cosío, comenzó abriendo la peluquería La Moderna al interior del hotel España que se encuentra en la calle Guerrero.
Sus familiares cuentan que con mucho esfuerzo, la familia logró pasar esa peluquería sobre la calle Lerdo de Tejada 4, frente al banco que se ubica en esa esquina hoy llamado BBVA, y antes Bancomer.
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Ya en el 2012 llegó a Lerdo de Tejada número 99, donde hasta la fecha se encuentra esa peluquería, a la que van desde funcionarios públicos, como gobernadores en funciones, diputados y cuernavacos que lo han visto trabajar con su familia durante 74 años.
"En mi tiempo, no existían tantos comercios de este corte, a lo mucho, unas cuatro por colonia en la ciudad capital, pero ahorita han surgido muchas; pero eso no está mal, cada quien se gana la vida como puede".
Y si bien hubo otras de igual tradición, sin duda la más representativa de Cuernavaca es la de Don Adolfo Ranfla Cosio, que ha visto mucho de la moda en los cortes de cabello, aunque ahora se llama tendencia, la gente tiene la libertad de elegir el color, la textura, el largo que más le plazca, ya sea hombre o mujer. Esta forma de pensar y de actuar, dijo, tiene de positivo que les permite a los peluqueros desplegar toda la creatividad que deseen para elaborar verdaderas obras de arte, siempre pensando en el cliente del mundo actual más exigente que ninguno de otras épocas sin embargo, los clientes siguen llegando.
En Cuernavaca prevalecen estos lugares, hoy más modernos con sus anuncios distintivos de color blanco, azul y rojo.
