En el 2021 Morelos ya cuenta con el compromiso de empresas de base tecnológica orientada al desarrollo de tecnología e innovaciones, desde clúster salud hasta la investigación comunitaria. De acuerdo al informe que presentó el Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Morelos (CCyTEM) sobre los avances y resultados de los proyectos gestionados en 2020, y a pesar de la pandemia, el sector pudo conservar los empleos e incluso abrir más de cien nuevos.
En presencia de la secretaria de Desarrollo Económico y del Trabajo, Ana Cecilia Rodríguez González, José Francisco Pulido Macías, director general de CCyTEM, destacó que el proyecto relevante fue buscar soluciones a los efectos de la emergencia sanitaria por la Covid-19, para tal efecto se lanzó una convocatoria de desarrollo tecnológico e innovación por dos millones de pesos, monto que en su totalidad se asignó a seis proyectos, cuatro empresariales y dos de institutos de investigación, todos ellos morelenses.
De igual manera realizaron trabajos para la primera fase del proyecto de reconversión del Parque Ecológico San Miguel Acapantzingo, y se renovó parte de la infraestructura, se podaron, arreglaron y fumigaron las áreas verdes y se sembraron plantas de ornato que sirven como agentes polinizadores.
Asimismo destacó las inversiones de empresas de base tecnológica y de centros de investigación, por un poco más de 140 millones de pesos, asentadas en el Parque Científico y Tecnológico de Morelos, con el objeto de impulsar y reorientar la economía del estado hacia una economía basada en el conocimiento. A lo largo del año las empresas mantuvieron 115 empleos y se generaron 117 nuevos, todos de calidad; no obstante que el lugar prácticamente estuvo abandonado en el último año de la pasada administración estatal.
Otro avance en este rubro, fue la conclusión de la construcción del Centro de Investigación en Ciencia Aplicada y Tecnología Avanzada (CICATA), del Instituto Politécnico Nacional (IPN), mismo que se ubica dentro de la reserva del Parque Científico, la obra tiene mil 982 metros cuadrados construidos en total, dividida en tres niveles con más de seis laboratorios, que se dedicarán a temas de salud humana.
A pesar de las restricciones en materia de salud, hubo temas de divulgación y apropiación social de la Ciencia, el Consejo implementó múltiples actividades de educación no formal para divulgar la ciencia de manera creativa, en espacios museográficos fijos, itinerantes y virtuales, mediante equipos, herramientas e instrumentos de ciencia y tecnología sobre temas de distintas disciplinas y de interés general.
Incluso hubo talleres y demostraciones (casi todos digitales) como complemento a las visitas a dichos espacios, cursos de verano, encuentros infantiles y juveniles de ciencia y tecnología, para el disfrute de la población en general.
En el ánimo de fortalecer el ecosistema de Innovación, en donde los actores como empresas, centros e institutos de investigación y gobiernos locales, colaboren y se beneficien de los desarrollos tecnológicos e innovación de la región. Algunos de los proyectos sobresalientes que se gestionaron fueron modelos de incubación para empresas y de transferencia tecnológica.