/ miércoles 24 de mayo de 2023

Así es vivir bajo la sombra del Popocatépetl

En la segunda década del siglo XX, a partir de 1912, el volcán Popocatépetl tuvo otro de sus periodos de mayor actividad

Tenía diez años cuando el Popocatépetl la obligó a abandonar su casa junto a su familia. La memoria de Josefina Cazales, habitante de Tetela del Volcán, retiene el recuerdo de la evacuación del año 2000 como una reliquia de la niñez, una cicatriz que se desvaneció con el tiempo, pero que no se curó del todo. Dos décadas después, Josefina vive de nuevo bajo la sombra de aquel recuerdo, sabiendo que podría volver a experimentarlo.

"Yo lo viví y al principio sí me dio miedo", confiesa Josefina en uno de los puntos más altos del pueblo, a 18 kilómetros del volcán, donde, junto a otras mujeres de su edad, trabaja en la cocina del hotel Xantico Palace.

➡️ ¿Ya recibes las noticias en WhatsApp? ¡ES GRATIS!

En la mitología náhuatl, Xantico era la diosa de los volcanes, los hornos y el fuego del hogar, una divinidad apropiada para resguardar a quienes aprendieron a vivir cerca de la montaña humeante. En la entrada principal del hotel Xantico Palace, una escultura de la diosa recibe a los visitantes dándole la espalda al coloso.

Es lunes y el cielo está nublado. Ahora mismo el volcán no se deja ver, pero anoche, cuando la lluvia deshizo las nubes que lo cubrían, mantuvo en vela a las madres de familia. Josefina despertó a Suri, su hija, y le mostró el volcán en el momento en que el material incandescente, "la lumbre", como ella lo llama, se deslizaba en las laderas.

En la entrada principal del hotel Xantico Palace, una escultura de la diosa Xantico recibe a los visitantes. / Emmanuel Ruiz | El Sol de Cuautla

"Le dije que no se espante, que es algo de la naturaleza y que sí puede llegar a haber una erupción, pero que no es peligroso", repite, como si se lo repitiera ella misma para darse valor.

Suri tiene la misma edad que ella cuando fue evacuada. En aquel diciembre, más de tres mil 500 personas de Tetela del Volcán y Ocuituco fueron ubicadas en los albergues que se habilitaron en Cuernavaca, Jiutepec y Temixco. La familia de Josefina fue asignada a Cuernavaca y permaneció ahí durante una semana, hasta que el panorama se tranquilizó.

"Hubo carros del gobierno que nos estuvieron evacuando, pero también hubo gente que se quedó", recuerda.

El recuerdo de los más grandes

En los pueblos morelenses cercanos al volcán no todos los testimonios son idénticos. En Hueyapan, Héctor Huertas comparte la experiencia de vivir bajo la sombra de Don Goyo, pero su relación con el volcán tiene raíces aún más profundas, en las historias que su abuelo Narciso le contaba, originadas tiempo antes de que existiera la televisión y la radio, cuando la gente se refería a la caída de ceniza con el vocablo náhuatl xalquiuhitl y muchos ignoraban de dónde venía la lluvia de arena, aunque el temor siempre estuvo presente:

"Los abuelitos sabían que había xalquiuhitl, que es lluvia de arena, pero no sabían de dónde venía, y rugía y temblaba, pero entonces no había carros ni nada, la gente iba caminando a todas partes, regresaban, platicaban con sus hijos, y decían vamos a comer a lo mejor por última vez, porque no sabemos al rato o mañana qué es lo que va a pasar, si vamos a estar o ya no", narra el anciano, con su sudadera que dice New York y su sombrero de palma.

Héctor Huertas, habitante de Hueyapan. / Emmanuel Ruiz | El Sol de Cuautla

En la segunda década del siglo XX, a partir de 1912, el volcán Popocatépetl tuvo otro de sus periodos de mayor actividad, con explosiones en el cráter y emisiones de ceniza y piedra pómez. En una época que, comparada con la actual, parecería prehistórica, los habitantes de los pueblos cercanos poco sabían acerca del peligroso vecino. No sabían que medía más de cinco mil metros de altura. Ignoraban que las emisiones de ceniza son, de hecho, un buen signo, porque significa que los domos del cráter se están destruyendo. Ante el xalquiuhitl, los hombres salían al campo ataviado con calzones de manta y sombreros grandes, y trabajaban con la incertidumbre de una criatura indefensa.

"A cada rato vaciaban sus sombreros, por tanta arenilla, eso era lo que nos platicaban los abuelos", cuenta Héctor.



Únete a nuestro canal de YouTube

Tenía diez años cuando el Popocatépetl la obligó a abandonar su casa junto a su familia. La memoria de Josefina Cazales, habitante de Tetela del Volcán, retiene el recuerdo de la evacuación del año 2000 como una reliquia de la niñez, una cicatriz que se desvaneció con el tiempo, pero que no se curó del todo. Dos décadas después, Josefina vive de nuevo bajo la sombra de aquel recuerdo, sabiendo que podría volver a experimentarlo.

"Yo lo viví y al principio sí me dio miedo", confiesa Josefina en uno de los puntos más altos del pueblo, a 18 kilómetros del volcán, donde, junto a otras mujeres de su edad, trabaja en la cocina del hotel Xantico Palace.

➡️ ¿Ya recibes las noticias en WhatsApp? ¡ES GRATIS!

En la mitología náhuatl, Xantico era la diosa de los volcanes, los hornos y el fuego del hogar, una divinidad apropiada para resguardar a quienes aprendieron a vivir cerca de la montaña humeante. En la entrada principal del hotel Xantico Palace, una escultura de la diosa recibe a los visitantes dándole la espalda al coloso.

Es lunes y el cielo está nublado. Ahora mismo el volcán no se deja ver, pero anoche, cuando la lluvia deshizo las nubes que lo cubrían, mantuvo en vela a las madres de familia. Josefina despertó a Suri, su hija, y le mostró el volcán en el momento en que el material incandescente, "la lumbre", como ella lo llama, se deslizaba en las laderas.

En la entrada principal del hotel Xantico Palace, una escultura de la diosa Xantico recibe a los visitantes. / Emmanuel Ruiz | El Sol de Cuautla

"Le dije que no se espante, que es algo de la naturaleza y que sí puede llegar a haber una erupción, pero que no es peligroso", repite, como si se lo repitiera ella misma para darse valor.

Suri tiene la misma edad que ella cuando fue evacuada. En aquel diciembre, más de tres mil 500 personas de Tetela del Volcán y Ocuituco fueron ubicadas en los albergues que se habilitaron en Cuernavaca, Jiutepec y Temixco. La familia de Josefina fue asignada a Cuernavaca y permaneció ahí durante una semana, hasta que el panorama se tranquilizó.

"Hubo carros del gobierno que nos estuvieron evacuando, pero también hubo gente que se quedó", recuerda.

El recuerdo de los más grandes

En los pueblos morelenses cercanos al volcán no todos los testimonios son idénticos. En Hueyapan, Héctor Huertas comparte la experiencia de vivir bajo la sombra de Don Goyo, pero su relación con el volcán tiene raíces aún más profundas, en las historias que su abuelo Narciso le contaba, originadas tiempo antes de que existiera la televisión y la radio, cuando la gente se refería a la caída de ceniza con el vocablo náhuatl xalquiuhitl y muchos ignoraban de dónde venía la lluvia de arena, aunque el temor siempre estuvo presente:

"Los abuelitos sabían que había xalquiuhitl, que es lluvia de arena, pero no sabían de dónde venía, y rugía y temblaba, pero entonces no había carros ni nada, la gente iba caminando a todas partes, regresaban, platicaban con sus hijos, y decían vamos a comer a lo mejor por última vez, porque no sabemos al rato o mañana qué es lo que va a pasar, si vamos a estar o ya no", narra el anciano, con su sudadera que dice New York y su sombrero de palma.

Héctor Huertas, habitante de Hueyapan. / Emmanuel Ruiz | El Sol de Cuautla

En la segunda década del siglo XX, a partir de 1912, el volcán Popocatépetl tuvo otro de sus periodos de mayor actividad, con explosiones en el cráter y emisiones de ceniza y piedra pómez. En una época que, comparada con la actual, parecería prehistórica, los habitantes de los pueblos cercanos poco sabían acerca del peligroso vecino. No sabían que medía más de cinco mil metros de altura. Ignoraban que las emisiones de ceniza son, de hecho, un buen signo, porque significa que los domos del cráter se están destruyendo. Ante el xalquiuhitl, los hombres salían al campo ataviado con calzones de manta y sombreros grandes, y trabajaban con la incertidumbre de una criatura indefensa.

"A cada rato vaciaban sus sombreros, por tanta arenilla, eso era lo que nos platicaban los abuelos", cuenta Héctor.



Únete a nuestro canal de YouTube

Seguridad

Cinco casas afectadas por el derrumbe en Los Pilares

Derrumbe de paredón del panteón de La Paz dejó afectaciones en cinco viviendas de la zona

Cultura

[Extranjeros en Morelos] La ciudad que se convirtió en meca de artistas y políticos del mundo

En esta primera entrega leemos lo que Laura Claridge escribió sobre los paseos de la pintora Tamara de Lempicka en Cuernavaca

Cultura

Fin de semana en Morelos, checa estas actividades para la familia

Checa esta cartelera cultural con propuestas de cine, música, danza y teatro en Morelos

Local

Clima en Morelos: Pronóstico prevé días soleados y ambiente caluroso

Este fin de semana del 26 al 28 de julio, el pronóstico del clima prevé días cálidos y despejados para disfrutar de las vacaciones

Finanzas

¿Tienes crédito Infonavit? Habrá nuevas casas en Cuernavaca

En septiembre comenzará la construcción de viviendas en "El Puente Sin Fin" en Cuernavaca, con la entrega de las primeras casas prevista para 2025

Local

Dengue en Morelos: Más de mil casos graves y ocho defunciones

El panorama estatal de dengue es alarmante, en Morelos hay más de mil 500 casos confirmados