/ jueves 12 de septiembre de 2019

Dora la exploradora live-action enaltece el orgullo de ser latino

Los protagonistas de la película consideran que esta película es una oportunidad para mostrar el orgullo latino dejando de lado los estereotipos

Dora la exploradora debutó en la televisión en el año 2000. Las aventuras de una niña acompañada de su mono, Botas, se popularizó rápidamente por ser una caricatura que permitía a los espectadores aprender sobre la naturaleza, geografía, el cuidado a los animales, pero sobre todo por proponer el aprendizaje combinando el idioma inglés con el español.

Ahora esa historia es trasladada al cine con Dora y la ciudad perdida, película en live-action protagonizada por Isabela Moner y Eugenio Derbez que estrena este viernes en México y que da un giro al personaje presentándolo como una joven heroína. Filmada en Australia y Perú, la cinta además de llegar al público de todas las edades en una historia de aventuras y una oportunidad para resaltar el orgullo latino.

“El mensaje que tiene esta película es el de ser tú mismo y también de sentir orgullo de ser latino. Puedes hablar inglés y español y es normal y eso es maravilloso, porque es una mezcla de culturas que también representa a Latinoamérica sin mostrar estereotipos”, explica la actriz de 18 años, quien interpreta a una Dora intrépida y optimista.

Dora y la ciudad perdida sucede cuando ella llega a la ciudad para estudiar en una escuela donde resulta ser “la rara” del grupo. Sin embargo, cuando sus padres, encarnados por Eva Longoria y Michael Peña, desaparecen misteriosamente, Dora regresa a la jungla para adentrarse en una aventura y tratar de rescatarlos.

Para Eugenio Derbez representar dignamente a la comunidad latina era uno de los objetivos que pretendía hacer en Dora y la ciudad perdida, por ello es que decidió adentrarse a trabajar como productor ejecutivo de esta película. “Tenía que desarrollar mis propios proyectos donde pudiera yo hacer un latino que no fuera el criminal, narcotraficante o jardinero. Y la única forma es produciendo tus propias películas”.

“Lo que tenemos como latinos y sobre todo como mexicanos es que trabajamos como nadie. Si te vas a cualquier restaurante en Estados Unidos los primeros en llegar son ellos y los últimos en irse son ellos”, respondió el actor, quien el año pasado fue incluido a la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, encargada de entregar el premio Oscar.

El comediante aseguró que arriesgarse a producir una película como Dora y la ciudad perdida fue una experiencia compleja, “sobre todo por ser una película con tantos efectos especiales, con tanta producción. Pero también fue muy interesante, fue un aprendizaje gigantesco, empezar a producir no sólo en México sino en el extranjero”.

Derbez explicó que esta labor es una experiencia que ha tratado de desarrollar más a fondo, pues “es la única manera de hacer cosas a que uno quiere hacer, como actor siempre estás esperando a que te llegue un libreto y que te guste o no, y tienes que hacer lo que te ofrecen, pero como productor puedes generar tu propio contenido, tus propios libretos y hacer las cosas que te gustan e inspiran”.

Para ambos actores, Dora y la ciudad perdida también significó un arduo trabajo físico, pues en muchas de las escenas los personajes están corriendo o librando obstáculos. “El que sea una película de acción fue súper demandante. Físicamente creo que es la película que más me ha costado, porque nos traían para arriba y para abajo en la jungla, corríamos, brincábamos, nos entrenaban”, añadió Derbez.

Dora la exploradora debutó en la televisión en el año 2000. Las aventuras de una niña acompañada de su mono, Botas, se popularizó rápidamente por ser una caricatura que permitía a los espectadores aprender sobre la naturaleza, geografía, el cuidado a los animales, pero sobre todo por proponer el aprendizaje combinando el idioma inglés con el español.

Ahora esa historia es trasladada al cine con Dora y la ciudad perdida, película en live-action protagonizada por Isabela Moner y Eugenio Derbez que estrena este viernes en México y que da un giro al personaje presentándolo como una joven heroína. Filmada en Australia y Perú, la cinta además de llegar al público de todas las edades en una historia de aventuras y una oportunidad para resaltar el orgullo latino.

“El mensaje que tiene esta película es el de ser tú mismo y también de sentir orgullo de ser latino. Puedes hablar inglés y español y es normal y eso es maravilloso, porque es una mezcla de culturas que también representa a Latinoamérica sin mostrar estereotipos”, explica la actriz de 18 años, quien interpreta a una Dora intrépida y optimista.

Dora y la ciudad perdida sucede cuando ella llega a la ciudad para estudiar en una escuela donde resulta ser “la rara” del grupo. Sin embargo, cuando sus padres, encarnados por Eva Longoria y Michael Peña, desaparecen misteriosamente, Dora regresa a la jungla para adentrarse en una aventura y tratar de rescatarlos.

Para Eugenio Derbez representar dignamente a la comunidad latina era uno de los objetivos que pretendía hacer en Dora y la ciudad perdida, por ello es que decidió adentrarse a trabajar como productor ejecutivo de esta película. “Tenía que desarrollar mis propios proyectos donde pudiera yo hacer un latino que no fuera el criminal, narcotraficante o jardinero. Y la única forma es produciendo tus propias películas”.

“Lo que tenemos como latinos y sobre todo como mexicanos es que trabajamos como nadie. Si te vas a cualquier restaurante en Estados Unidos los primeros en llegar son ellos y los últimos en irse son ellos”, respondió el actor, quien el año pasado fue incluido a la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, encargada de entregar el premio Oscar.

El comediante aseguró que arriesgarse a producir una película como Dora y la ciudad perdida fue una experiencia compleja, “sobre todo por ser una película con tantos efectos especiales, con tanta producción. Pero también fue muy interesante, fue un aprendizaje gigantesco, empezar a producir no sólo en México sino en el extranjero”.

Derbez explicó que esta labor es una experiencia que ha tratado de desarrollar más a fondo, pues “es la única manera de hacer cosas a que uno quiere hacer, como actor siempre estás esperando a que te llegue un libreto y que te guste o no, y tienes que hacer lo que te ofrecen, pero como productor puedes generar tu propio contenido, tus propios libretos y hacer las cosas que te gustan e inspiran”.

Para ambos actores, Dora y la ciudad perdida también significó un arduo trabajo físico, pues en muchas de las escenas los personajes están corriendo o librando obstáculos. “El que sea una película de acción fue súper demandante. Físicamente creo que es la película que más me ha costado, porque nos traían para arriba y para abajo en la jungla, corríamos, brincábamos, nos entrenaban”, añadió Derbez.

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